Test de Velocidad: Todo lo que Necesitas Saber

En más de una ocasión habremos escuchado hablar de los conocidos test de velocidad, unos test que miden nuestra velocidad de Internet y nos arrojan unos resultados que pueden ser útiles en varios escenarios, como sería el diagnóstico de nuestro equipo, de nuestra red, o incluso evaluar de antemano el rendimiento que obtendremos de distintos servicios.

En esta guía, hablaremos en profundidad de qué es un test de velocidad, de cómo funciona, y de cuáles son los más famosos y fiables que podemos encontrar a día de hoy, además de mostrar cómo interpretar los resultados que cada test nos arroja, y aprender a utilizarlos para diagnosticar problemas en nuestra conexión, incluso aquellos que a priori pudiesen no ser tan aparentes como cabría esperar.

Un test de velocidad, a efectos básicos, no es más que una aplicación capaz de enviar y recibir una serie de paquetes mientras mide a la velocidad a la que estos se transmiten, así como su latencia, proporcionándonos así unas métricas con las que evaluar el rendimiento de nuestra conexión y permitiéndonos, de paso, el diagnóstico de posibles fallos en la red.

Asimismo, los test de velocidad en su mayoría son gratuitos, incluso aquellos con ciertas características avanzadas, tal y como comentaremos a continuación.

 

Existen varios test de velocidad que podemos utilizar a la hora de medir la velocidad y latencia de nuestra conexión, y es que incluso algunos ISP están comenzando a integrar herramientas de medición de velocidad en los router que nos instalan, aunque generalmente estas herramientas solo están disponibles para el personal de servicio técnico, por lo que de forma general no podremos acceder a ellas.

Como novedad en Geeknetic, podemos encontrar nuestro propio test de velocidad, de forma que podemos acceder a él desde el botón dedicado en la portada de la web, teniendo así acceso a una versión personalizada del test de velocidad de Ookla apoyada en sus servidores, por lo que contaremos con un gran rendimiento a la hora de analizar cualquier red doméstica o empresarial, así como la posibilidad de llevarnos los resultados en un enlace que podemos consultar en cualquier momento.

En él no encontraremos absolutamente todas las características que sí encontraríamos en la web de Ookla, pero sí que hemos mantenido lo que creemos que es más importante, como es la selección manual de servidor. Asimismo, en este test contaremos con las cifras más importantes para evaluar el rendimiento de nuestra conexión, que son tanto las velocidades de subida y bajada, como la latencia y su oscilación.

De forma alternativa, algunos operadores cuentan con test de velocidad propios, de forma que si contamos con una conexión de internet Movistar, podemos acceder a su propio test de velocidad en este enlace, mientras que los clientes de ONO/Vodafone pueden hacer uso de su test propio en este enlace.

Sobra decir que realmente no existe ninguna limitación, y tengamos la red que tengamos, podemos hacer uso de prácticamente cualquier test de velocidad, siempre que los servidores a los que se conecte no estén extremadamente lejos, como serían servidores en Corea.

A las que sí podremos acceder son a las herramientas que vamos a enlazar aquí, siendo la más sencilla la herramienta de medición de velocidad de Google. Con tan solo realizar una búsqueda con las palabras “test de velocidad” o “speedtest”, aparecerá un widget en la parte superior de los resultados de búsqueda donde se nos explican algunos detalles de cómo funciona esta herramienta, el consumo que generará, y donde se conectará, así como algunos detalles de privacidad.

Con pulsar en “Realizar prueba de velocidad”, el test iniciará de forma automática, mostrándonos tanto de forma gráfica como de forma numérica la velocidad que alcanzamos en tiempo real tanto en subida como en bajada, y una vez finalizado el test, se nos mostrará también la latencia con la que funciona nuestra red, un valor muy importante en algunas aplicaciones como podremos ver más adelante.

Adicionalmente, el test de velocidad de Google nos explica qué podemos hacer con nuestra red en base a las cifras que hemos obtenido, algo bastante útil especialmente para usuarios que no tengan grandes conocimientos al respecto y solo quieren tener una medida rápida de la velocidad a la que navegan.

Otro de los test de velocidad más famosos que podemos encontrar a día de hoy es el SpeedTest by Ookla, un test de velocidad sencillo a la par que potente que nos permite analizar el rendimiento de nuestra conexión a cualquier servidor que elijamos, así como comprobar la velocidad al servidor geográficamente más cercano a nosotros, algo que por norma general debería proporcionarnos el mayor rendimiento posible.

La posibilidad de elegir la ubicación del servidor puede servirnos para diagnosticar la posibilidad de que exista realmente un fallo de conexión fuera de nuestra red, como sería la rotura de un cable submarino que conecte a un determinado país, así como comprobar de forma sencilla el efecto que tiene la distancia geográfica respecto a la velocidad de nuestra conexión, pues como ya hemos comentado anteriormente, no es lo mismo conectarse a un servidor en nuestro propio país que en uno en Corea, por ejemplo, donde la navegación desde aquí es muy lenta debido a la alta latencia.

Tabla Comparativa de los principales test de velocidad:

 

Selección manual de servidor Selección de unidades Programación de test continuo Estadísticas Selección de conexión

Test de Velocidad de Geeknetic.es

Si

No

No

No

No

Ookla Speedtest

Si

No

No

Globales

Multi/Single

Nperf.com

Si

Si

No

Nacionales

No

Testdevelocidad.es

Si

No

No

Nacionales

No

TestMy.net

Si

No

Si

Globales

Multi/Single

Test de Google

No

No

No

No

No

Test de Movistar

No

No

No

No

No

Test de Vodafone

No

No

No

No

No

Otro test, quizá no tan conocido, pero no por ello menos bueno, es nperf.com, un test de velocidad que, si bien cuenta con una interfaz bastante simple, nos permite elegir las unidades en las que se muestra el test y el servidor al que nos conectamos, por lo que podemos personalizar nuestra experiencia durante su uso.

Una vez iniciamos el test, podremos ver también el ancho de banda que tiene disponible el servidor, algo que, si bien en la mayoría de casos puede no ser importante para nosotros, si probamos una red extremadamente potente es importante conocer dónde está el límite del servidor.

Por último, pero no menos importante, nos encontramos con TestMy.net, un test de velocidad capaz de automatizar las pruebas, de forma que podemos analizar el rendimiento de la conexión a través de un período de tiempo y un determinado número de veces.

Tal y como podemos ver al entrar en la web, podemos seleccionar si queremos hacer un test de subida, un test de bajada, o un test combinado, y una vez hecho esto podemos elegir cada cuanto tiempo realizar el test, cuantas veces repetirlo, y seleccionar como opción extra el tamaño mínimo tanto de bajada como de subida.

Algo que sí tendremos que tener en cuenta es la imposibilidad de ver la latencia de la conexión, así que si necesitamos ver esto, deberemos utilizar una de las herramientas anteriormente vistas, o incluso la herramienta “ping” de Windows, la cual se puede configurar para realizar test de latencia de forma periódica.

Windows incluye algunas herramientas de diagnóstico de red, y en este caso, nos permite ver la latencia de conexión de forma constante

Una vez empezamos a hacer los test de velocidad, veremos como no se comporta como la mayoría de test de velocidad, los cuales hacen una transferencia secuencial de bajada y una transferencia secuencial de subida, sino que se realizan distintas transferencias de diferentes tamaños, donde podremos ver como quizá las más pequeñas sufren más en velocidad, de ahí la posibilidad de configurar un mínimo de transferencia, si no es esto lo que queremos observar.

A efectos de resumen, estos son los test de velocidad que mejor nos pueden funcionar

  1. SpeedTest by Ookla
  2. Test de velocidad Geeknetic
  3. nperf.com
  4. Testdevelocidad.es
  5. TestMy.net
  6. Test de velocidad de Google
  7. Test de velocidad de Vodafone o Movistar

Interpretar los resultados de un test de velocidad de Internet no es excesivamente complicado, pero tendremos que tener algunos factores en cuenta, especialmente aquellos que tienen que ver con las unidades en que se nos presentan los datos, así como la distancia a la que nos encontramos del servidor de prueba de velocidad.

Por ejemplo, como hemos mencionado anteriormente, no vamos a tener la misma latencia ni la misma velocidad si hacemos la prueba hacia un servidor que se encuentre en el mismo país que nosotros, que si la hacemos hacia un país muy lejano, algo que aumentará en varias magnitudes la latencia de la conexión, e incluso podría llegar a tirar por tierra nuestra velocidad de conexión, algo que comúnmente podemos ver en forma de navegación lenta cuando accedemos a una página web que se encuentra en uno de estos países.

La diferencia entre conectarse a un servidor cercano a nosotros o no puede ser suficiente como para hacernos creer que nuestra conexión no funciona

Asimismo, como es de esperar, las velocidades que obtengamos a partir de estos test de velocidad van a depender directamente de la velocidad que tengamos contratada, algo que podemos ver fácilmente en nuestra factura, por ejemplo, o llamando al teléfono de información de nuestra compañía.

Si bien las cifras deberían ser bastante exactas, normalmente pueden oscilar ligeramente, ya sea por encima o por debajo de lo que tengamos contratado, de forma que si nuestra conexión es, por ejemplo, de 100Mbps simétricos, tener 95Mbps no supondría ningún problema, así como tampoco lo sería contar con 103Mbps.

Es importante tener en cuenta que nunca tendremos el valor exacto contratado, existiendo cierta variación entre pruebas

Otro detalle importante, y que a los usuarios menos experimentados les puede pillar por sorpresa, es la diferencia que existe entre las unidades que se utilizan generalmente para conexiones, que se miden en Mbps (Megabits por segundo) y las que se utilizan para transferencia de archivos, que se miden en MB/s (Megabytes por segundo).

La diferencia reside en que un byte se compone de ocho bits, de forma que podemos calcular el rendimiento de nuestra red en ambos escenarios con tan solo un cálculo.

Por ejemplo, en una descarga en Google Chrome como podría ser obtener uno de nuestros archivos alojados en la nube, generalmente contaremos con el valor en MB/s, el cual podremos multiplicar por 8 para obtener el valor en Mbps, mientras que del mismo modo, podemos dividir el valor que nos arroja un test de velocidad entre 8 para obtener la cifra en MB/s, conociendo así la velocidad máxima que nos deberían poder mostrar aplicaciones como navegadores, aplicaciones P2P y más.

Una vez despejadas todas las dudas, sigue siendo posible que aun contemos con problemas que se traduzcan en pérdidas de velocidad, algo que vamos a tratar bajo estas líneas para poder solucionar.

Lo más habitual es ver cómo la velocidad de nuestra línea es inferior de lo que esperaríamos, aunque esto puede tener varios orígenes, algo que si contamos con otro ordenador en la casa, puede resultar más sencillo de diagnosticar.

Si esto nos ocurre, tendremos que asegurarnos de que no nos encontramos descargando nada en el momento de realizar el test de velocidad, pues por ejemplo launchers como Steam o Epic Games generalmente aprovechan cuando el usuario no se encuentra jugando para actualizar los juegos, algo que puede causar ralentizaciones de la línea, así como altas latencias.

También tendremos que revisar que ningún programa de gestión de red está interfiriendo con nuestro rendimiento, y es que tarjetas de red como las Killer Ethernet cuentan con un software que nos permite limitar el ancho de banda que una aplicación puede obtener, y si por accidente activamos una opción de este tipo –o un bug de la aplicación hace que se active de algún modo—podemos terminar teniendo problemas de velocidad.

Una vez verificamos que cualquier software que pueda interferir en nuestra velocidad de conexión está cerrado, podemos proceder a realizar un nuevo test, donde si de nuevo volvemos a tener resultados poco satisfactorios, probablemente pueda tratarse de un problema relacionado con hardware.

Uno de estos problemas es más simple de lo que parece, y es que en aras de detener el desperdicio de material informático, tendemos a utilizar equipos antiguos o material inadecuado que puede causarnos ciertos dolores de cabeza.

Esto nos puede ocurrir incluso en equipos modernos si utilizamos un cable de red con denominación CAT 5, el cual cuenta con una velocidad máxima de 100Mbps (no confundir con cables CAT 5e capaces de alcanzar 1000Mbps). Asimismo, en equipos antiguos, es posible que la tarjeta de red no sea Gigabit, de forma que estaremos igualmente limitados a 100Mbps.

Categoría

Estándar

Velocidad

Frecuencia

Número de cables

Cat 5

100BASE-TX

100 Mbps

100 MHz

4 u 8

Cat 5e

1000BASE-TX

1 Gbps

100 MHz Duplex

8

Cat 6

EIA/TIA 568B2.1

1-10 Gbps

250 MHz

8

Cat 6A

10GBASE-T

10 Gbps

500 MHz

8

Cat 7

10GBASE-T

10 Gbps

600 MHz

8

Cat 7A

10GBASE-T

10 Gbps

1000 MHz

8

Cat 8

40GBASE-T

40 Gbps

1600-2000 MHz

8

En conexiones domésticas, lo habitual es encontrar velocidades de hasta 1Gbps, por lo que Cat 5e es suficiente para la mayoría de usuarios

Si nos encontramos conectados de forma inalámbrica, la situación puede ser similar, y es que si vemos como nuestra velocidad de conexión inalámbrica no es capaz de superar los 50-60Mbps, es muy posible que nos encontremos conectados a una red WiFi 2.4GHz. Si es posible, cambiar a una red WiFi 5GHz nos proporcionará velocidades cercanas a Gigabit y latencias mucho mejores, eso sí, a cambio de un menor alcance a lo largo de nuestra oficina u hogar, algo remediable con repetidores.

Por último, puede que nos encontremos con algún problema de saturación del router, por lo que una forma sencilla de descartar este problema sería reiniciarlo, y esperar que se reconecte de nuevo. Si tras hacer esto, las velocidades vuelven a ser correctas, pero pasado un tiempo vuelven a caer, sería interesante contactar con la compañía que nos presta servicio, para aclarar si existe algún problema externo con nuestra línea, o directamente, con nuestro router.