Samsung Galaxy S8 y Galaxy S8 Plus

Hoy es el día en el que Samsung realiza la presentación de uno de los smartphones más importantes para este 2017 y 2018, el Samsung Galaxy S8 y su hermano mayor, el Galaxy S8 Plus o S8+.

Estos terminales llegan con una diagonal de pantalla de 5,8 pulgadas y 6,2 pulgadas respectivamente con un formato alargado 2:1 similar al que introdujo LG con su G6 y que permite disponer de una mayor área de pantalla en un tamaño más contenido.

La resolución de ambos modelos es de 2.960 x 1.440, un poco más que la propuesta de LG y que, a pesar de lo que apuntabas algunos rumores, se queda lejos de los 4K. Los paneles, cómo nó, son SuperAMOLED.

 

La compañía ha eliminado el botón de inicio para conseguir una mayor área de pantalla, algo que, sumado a las curvas del terminal, hace que podamos tener una pantalla de un tamaño considerable en un tamaño muy contenido. Además, este diseño mantiene la certificación IP68 con resistencia al agua y al polvo.

Al eliminar el botón home físico (el marco frontal funciona como botón home táctil), la compañía ha tenido que redistribuir el sensor de huellas que, tradicionalmente, había estado en el botón frontal de los últimos Galaxy S. La nueva posición elegida ha sido en la parte trasera, justo al lado de la cámara, por lo que habrá que ver si su uso no interfiere con la cámara, sobre todo a la hora de dejar huellas en la lente que podrían influir en la calidad de las fotografías.

 

 

Hablando de fotografía, tenemos un sensor principal de 12 megapíxeles con una apertura de F/1.7 con estabilización óptica, unas especificaciones muy similares a las del Galaxy S7. 

Donde hay mejoras más importantes en la frontal, que masa hasta los 8 MP con una apertura también amplia de f/1.7 para captar más luz.

Además, los S8 serán capaces de reconocer las caras gracias al sistema de reconocimiento facial y también al sensor de iris, por lo que podrá escogerse qué método se adapta mejor al uso del terminal de cada usuario. Estas tecnologías se unifican bajo el servicio Samsung Pass, una suerte de "Windows Hello" pero de Samsung, con acuerdos con algunos bancos y servicios para utilizarlo como sistema de logueo.

El procesador escogido no es otro que el Exynos 8895, con 8 núcleos a 2,3 GHz y 1,7 GHz (4 y 4) y un proceso de fabricación de 10 nanómetros. Le acompañan 4 GB de memoria RAM LPDDR4 y 64 GB de almacenamiento interno ampliable con tarjetas microSD.

En otros mercados posiblemente veamos el  Snapdragon 835.

En cuanto a batería, Samsung ha sido muy conservadora, de hecho, a pesar de ser más grande que el S7 el Galaxy S8 tendrá los mismos 3.000 mAh de batería, mientras que el Galaxy S8+ se quedará en 3.500 mAh, 100 mAh menos que el S7 Edge. En ambos casos se podrá cargar inalámabricamente y contará con un sistema de carga rápida.

 

Será compatible con una nueva versión de las gafas Gear VR diseñadas por Oculus con un mando de control que permite interaccionar con los contenidos virtuales. Además, se podrá adquirir también el Samsung DeX, un dock para convertir el smartphone en un ordenador de escritorio al más puro estilo de Continuum de Windows 10 Mobile, aunque en este caso con Android como sistema operativo.

También incorporará el asistente Bixby, una "interfaz inteligente" que combina búsqueda por voz y mediante la pantalla táctil para acceder a servicios, búsquedas, etc.


El Samsung Galaxy S8 costará 809 Euros, mientras que el Samsung Galaxy S8+ llegará al mercado por 909 Euros, ambos  el 28 de abril, aunque se podrá reservar desde hoy mismo a las 18:00.

Realmente son pocos los cambios y novedades que ha introducido Samsung. Tenemos la pantalla en formato 2:1, algo que ya hizo LG y que parece será la nueva tendencia del mercado para conseguir diagonales mayores sin sacrificar.

Se pierden los botones físicos, por lo que lo que se gana en pantalla se pierde, al menos parte, en los botones virtuales. Tampoco encontramos, al menos en papel, novedades importantes en la cámara principal, sí mejoras en la frontal que necesitaba urgentemente un lavado de cara.

La batería será otro punto polémico al ser igual o inferior a la generación anterior y  todo ello con unos precios bastante superiores a la anterior generación.

A cambio obtendremos posiblemente uno de los smartphones más potentes del mercado y con la garantía de calidad de las pantallas que monta la compañía en su gama alta.

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