AMD termina por dividirse en dos.

AMD consigue deshacerse de su principal lastre, como eran sus fábricas, que eran buena parte del problema económico que atraviesa la marca. Sus medios productivos siempre han sido un lastre para AMD que no solo no podía competir en capacidad productiva con Intel sino que en un intento de corregir este problema ha supuesto una inversión en plantas que la marca no ha sido capaz de absorber.

La desaparición de otros fabricantes como Texas Instruments, Sony, ha dejado a AMD también como uno de los patitos feos del sector de producción de microprocesadores lo que también se ha traducido en descensos continuados de su valor bursátil. Con esta medida AMD se “librara” de sus plantas productivas, dejándolas en manos de los petrodólares provenientes de un inversor árabe.

El tiempo dirá si la decisión es acertada pero a día de hoy a AMD no le quedaban muchas más opciones a medio plazo. En principio la operación dará alas (de aproximadamente 8500 millones de dolares de envergadura) al avance tecnológico de la marca, avances que esperamos que den pronto fruto si AMD quiere mantenerse en la elite de la computación x86 domestica y profesional.

Fin del Artículo. ¡Cuéntanos algo en los Comentarios!