MSI GS30 Shadow, un portátil "gaming" sin gráfica dedicada

Generalmente cuando hablamos de portátiles denominados "gaming", solemos referirnos a equipos con una estética llamativa, algo agresiva en muchos casos, y que cuentan en su interior con un hardware potente, sobre todo a nivel gráfico, para poder ejecutar juegos con una calidad y fluidez suficientes.

Lo que nos trae MSI en este GS30 Shadow se olvida de esta última parte, ofreciendo un equipo compacto y muy ligero, con una clara estética perteneciente a la familia gaming series de la compañía, pero que no cuenta con ningún tipo de tarjeta gráfica dedicada. En su lugar encontramos una Intel iris pro integrada en su procesador Intel Core i7 Haswell, una tarjeta, que si bien es bastante solvente dentro del mercado de integradas, queda muy lejos de lo que podíamos esperar en un equipo gaming.

Precisamente, el MSI GamingDock que os mostramos esta misma mañana, nace como complemento a este equipo, permitiéndole disfrutar de una tarjeta gráfica dedicada de sobremesa conectada, presumiblemente, al puerto USB 3.0, ya que no dispone de otro tipo de conexión más rápida tipo Thunderbolt.

Este MSI GS30 Shadow cuenta con una pantalla de 13,3 pulgadas con acabado mate, con una resolución máxima de 2560 x 1440. Acompañando al procesador podemos integrar hasta 16 GB de memoria DDR3 a 1600 mHz y para el almacenamiento tenemos dos SSD M.2 funcionando en RAID 0 de alta velocidad.

El equipo se remata con un teclado retroiluminado, WiFi 802.11 ac, Bluetooth 4.0, Gigabit Ethernet y unas medidas de 320 x 227,3 x 19,8 mm, que sumadas a un peso de 1,3 KG lo convierten en un equipo realmente compacto y ligero.

Por el momento, la compañía no ha desvelado precios ni fecha estimada de llegada, aunque debería lanzarse a principios del 2015 junto con el GamingDock.

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