NVIDIA quiere revolucionar la manera en la que conducimos con DRIVE PX y DRIVE CX

Tras la presentación del potente Tegra X1, NVIDIA ha querido mostrarnos una de sus aplicaciones más inmediatas, y no es otra que su integración en una nueva generación de automóviles más "inteligentes" mediante la plataforma NVIDIA DRIVE.

El NVIDIA DRIVE CX es un pequeño ordenador gobernado por el Tegra X1 para integrar en vehículos que controlará diversas pantallas para sistemas de entretenimiento, información, salpicadero y velocímetros digitales entre otras cosas. Aprovechando su potencia gráfica podrá manejar hasta 4 pantallas de manera simultánea e integrarse con los sistemas propios de cada fabricante de vehículos, incluyendo un propio entorno de desarrollo para crear nuevos sistemas de información, control y entretenimiento.

Por otro lado, el NVIDIA DRIVE PX es otro ordenador con dos chips Tegra X1. En esta ocasión su utilidad se enfoca a sistemas de control del propio vehículo, con soporte para hasta 12 cámaras y otros sensores y la capacidad para manejar el vehículo, de tal forma que se podrán crear sistemas de conducción autónoma o asistencia a la conducción aprovechando la capacidad de proceso de datos e imágenes del Tegra X1.

Puede detectar señales, semáforos, carteles e incluso diferenciar aquellos con información útil de otros como anuncios. Utilizará una conexión a la nube para poder detectar nuevos elementos, incluyendo peatones, vehículos u obstáculos en la carretera.

Esto abre la puerta a sistemas más avanzados de asistencia al conductor y también al, cada vez más buscado, coche autónomo.

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