Review Gigabyte AORUS RGB DDR4 3200 2x8GB

No pensé nunca que llegaría el día de probar unas memorias fabricadas por Gigabyte, pero ciertamente en estos muchos años escribiendo “reviews” he visto de todo o de casi todo. Las marcas mas conocidas se aventuran en nuevos mercados, diversifican su porfolio de productos y Gigabyte es sin duda una de estas marcas que mejor ha dado el salto entre diferentes tipos de producto.

Hoy nos encontramos delante de sus primeras memorias RAM, las Gigabyte AORUS RGB DDR4, y de primeras nos han sorprendido gratamente por una prestación, quizás un poco tonta, pero que a nadie se le había ocurrido hasta ahora y que gestiona un problema reciente a la perfección. Si queréis saber que es, tendréis que leer algunas líneas más.

Llevamos ya algunos años conviviendo con este formato de memoria, da vida a los ordenadores más recientes, aunque ciertamente en el mundo del portátil todavía es fácil ver ordenadores muy recientes usando memoria DDR3. Sea como fuere la DDR4 tiene importantes mejoras sobre formatos anteriores. Una de las mas importantes es poder reducir el consumo hasta en un 20% sobre la generación anterior. Las memorias de bajo consumo han pasado de trabajar a 1.35v a solo 1.05v y la que usamos en sobremesa ha pasado desde los 1.5 a los 1.2v. Eso dentro de lo que es el estándar JEDEC que es la asociación que estandariza estos formatos de memoria.

Se reducen los consumos, pero también se aumentan las frecuencias de trabajo. Las memorias DDR3 comenzaron entre los 800 y los 1066MHz y la DDR4 comenzó justamente con el doble, 2133MHz. Actualmente memorias como las que probamos hoy, de 3200MHz, se consideran un estándar de facto, aunque trabajen a un voltaje algo superior, y es fácil encontrarse memorias por encima de los 4400MHz y placas base perfectamente preparadas para ello.

Las densidades de la memoria DDR4 también son superiores y eso ha conseguido que tengamos acceso al doble de capacidad que en sistemas basados en DDR3. Actualmente un usuario domestico puede disponer de hasta 128GB en equipos preparados, frente a los 64GB máximos que podíamos tener con la memoria DDR3.

La pega a esto es que los precios han aumentado de forma sustancial en los últimos dos años, cuando en realidad la DDR4 es mas barata de fabricar puesto que se usan procesos mas reducidos. Esto ha hecho que la media de almacenamiento de un PC con DDR3 y DDR4 no haya cambiado tanto en los últimos años.

La única desventaja que tiene este formato es que las latencias son más altas y viene derivado precisamente de la combinación de consumos mas reducidos y aumentos de velocidad. Aun con estas latencias mas elevadas la DDR4 es sustancialmente más rápida ya que esta perdida se compensa con frecuencias de trabajo muy superiores.

  

De momento Gigabyte se centrará en un único modelo, las Gigabyte AORUS RGB DDR4,  de memorias donde han dispuesto todas las características que creían mas oportunas para vender estos nuevos módulos como un buen complemento a otros componentes de la caja como placas base o tarjetas gráficas. Las memorias de hecho siguen la tendencia de diseño de toda la gama Aorus más reciente, que destaca por sus elementos de aluminio sin anodizar.

Las Gigabyte AORUS RGB DDR4 son módulos DDR4 convencionales donde Gigabyte ha situado un disipador grueso, de hasta 2mm de espesor por cada lado, rematados en su parte superior por una trama de diseño acorde con esta gama, que ocultan cinco leds RGB detrás de un buen difusor de luz que consigue un potente efecto RGB compatible con el software RGB Fusion que gobierna también placas base y tarjetas graficas compatibles de la marca.

Las memorias que hemos analizado tienen una velocidad media, 3200MHz, adecuadas para todo tipo de sistemas. Las unidades que hemos probado son para montajes de doble canal, 16GB en dos módulos de 8GB cada uno, con perfil XMP 2.0 y latencias bastante ajustadas. Como ya he dicho, memorias de gama media para sacar partido a sistemas Ryzen de AMD o Core de Intel dentro también de gamas medias y medias-altas.

Soportan modo Command Rate 1T y tienen unas latencias de 16-18-18-38 mientras que funcionan en su modo XMP 2.0 de 3200MHz. A esta frecuencia requieren un voltaje de 1.35v, algo superior al estándar JEDEC de 1.2v para memorias DDR4, pero completamente dentro de las especificaciones que vemos en todas las memorias de esta velocidad o superiores. Cada modulo chip de memoria esta seleccionado y son todos Samsung de tipo B-Die, uno de los de mayor calidad que podemos encontrar en el mercado. 

El detalle que realmente me gusta de esta solución de memorias de Gigabyte es que con el kit de dos módulos de 8GB recibimos dos módulos “dummy” o de pega, sin chips de memoria, pero que mantienen la funcionalidad RGB sin cables de que disfrutan los módulos principales. Podemos rellenar todos los bancos de memoria de nuestra placa, para un efecto lumínico perfecto, pero sin tener que gastar, inicialmente, mas dinero en módulos que actualmente suponen una inversión importante.

Estos módulos solo tienen el patillaje necesario para poder hacer funcionar su sistema RGB, incluida las opciones de configuración.

Con esta solución tan sencilla Gigabyte mejora la estética de nuestro ordenador sin obligarnos a hacer un desembolso elevado para lograr el objetivo deseado. Parece una tontería, pero a mas de uno cuando lea estas líneas le habrán hecho feliz. 

Una de las ventajas de estos módulos es que no requieren cableado hacia la placa base para la gestión de su sistema de iluminación RGB. Este control se realiza mediante el protocolo SMBus que tienen todas las placas desde hace unas cuantas generaciones. Este protocolo es que se usa para monitorizar las temperaturas de tu sistema, los voltajes, las RPM de tus ventiladores, etc.

Desde RGB Fusion de Gigabyte tendremos acceso a configuración independiente de cada módulo, efectos combinados, y sincronización con otros componentes instalados compatibles con el sistema de control de Gigabyte. El control también esta accesible para los módulos “sin memoria” que incluye este kit de RAM.

No hemos obtenido de estos módulos grandes posibilidades de overclocking, aunque las temperaturas de trabajo son bastante adecuadas, ni tan siquiera aumentando el voltaje de forma sustancial.

Su rendimiento también está dentro de la media de lo que esperamos para este tipo de memorias, que no es precisamente malo, y en nuestras pruebas hemos tenido un gran comportamiento con independencia de la marca de la placa base que usáramos, aunque como es lógico, lo suyo es usarlas en una placa Gigabyte para poder tener todo el control RGB sincronizado y accesible desde un único programa.

En cuanto a rendimiento estas memorias no son nada fuera de lo normal, están dentro de lo que podemos considerar gama media y el sistema de RGB tampoco es ninguna novedad salvo ese bonito detalle de dejarnos completar todos los bancos de memoria con el mismo aspecto gracias a los módulos “vacíos” con los que se completa el kit.

La ventaja es que tendremos todo en el mismo ecosistema, con memorias plenamente testadas en las mejores placas base de Gigabyte y un aspecto homogéneo y controlado todo desde la misma aplicación. Los precios también están en la media de lo que encontramos en el mercado así que no veo ningún impedimento para combinar tu próxima placa base Gigabyte con estas nuevas memorias de la misma marca.