ASUS Maximus IX Formula

Introducción

Intel no ha hecho mucho por innovar en su última generación de procesadores, pero los fabricantes como ASUS han conseguido hacer un esfuerzo especial para diferenciar claramente sus nuevas placas base de Socket LGA1151 de las de generaciones anteriores y, como no, también de las de otros fabricantes.

No es tarea fácil, puesto que los chipsets de esta generación y la anterior no son muy diferentes, pero buscando la excelencia en los materiales, una buena integración de componentes y un diseño espectacular la Formula consigue sobresalir.

Chipset Intel Z270 y almacenamiento

Seguramente ya todos conozcáis al dedillo las prestaciones del nuevo chipset Intel Z270. Es un chipset de gama media-alta para procesadores LGA Core de sexta y séptima generación. Un chipset que acompañado de uno de estos procesadores puede ofrecernos soporte para hasta 64GB de memoria DDR4 con un bus de doble canal (128-bit). En esta placa base podemos usar memorias con perfiles XMP de Intel con velocidades de hasta 4133MHz.

Una de las pocas mejoras del Z270 respecto a su antecesor, el Z170, son las cuatro líneas PCI Express 3.0 extra que trae este nuevo modelo. El soporte para la tecnología Optane de Intel también es otra de las mejoras. En el resto seguimos como hace algo más de un año.

Estos chipsets mantienen los seis conectores SATA con soporte para Express SATA de hasta 10Gbps. Pueden trabajar en modos raid avanzados. Esta placa base dispone de esta configuración básica de conectores SATA y añade dos conectores M.2 Socket 3 con velocidades de hasta 32Gbps por conector. Uno de ellos se coloca dentro de la “armadura” frontal de esta placa base y el otro tiene un sistema de instalación vertical en la parte baja de la placa base. Ambos admiten módulos M.2 de hasta 110mm de largo y soportan la tecnología Optane de Intel además del protocolo NVMe.

El slot M.2 principal se oculta bajo una carcasa de la placa. La unidad que instalemos aqui quedará completamente oculta.

A la derecha los conectores SATA de la placa, también podemos ver el conector USB 3.0 de 19 contactos. A la izquierda el socket M.2 secundario con conexión vertical.

Ampliación y conectividad

El formato de la ASUS Maximus IX Formula es ATX y se ajusta perfectamente las medidas de este formato. Cosa difícil puesto que es una placa base de diseño bastante complejo. Su aspecto sin embargo no impide que esta sea una placa base con una gran capacidad conectiva y muy viable a la hora de añadir tarjetas de expansión.

En cuanto a gráficos tiene los conectores necesarios y los tiene perfectamente situados. Dos slots PEG de 16x con armadura para protección de estrés mecánico, capaces de trabajar en modos Crossfire y SLI con enlaces de hasta 8x cuando trabajan dos tarjetas y 16x con una sola. La separación entre slots es doble y cuentan con leds RGB situados en los bloqueos posteriores.

Rodeando estos slots podemos encontrar también tres slots PCI Express 1x para otras tarjetas de expansión. Es una placa base muy bien equipada, en todos los aspectos, así que seguramente no los necesitaremos, aunque siempre es bueno contar con capacidad extra.

La conectividad de la Maximus IX Formula combina lo mejor del cableado con funciones inalámbricas integradas. Soporta Wifi-AC con velocidades de hasta 867mbps y también Bluetooth 4.0. La conectividad de red se completa con un Interfaz Ethernet Gigabit firmado por Intel, concretamente un I219v. Un chipset de poco consumo de CPU y latencias muy bajas que además tiene un gran soporte nativo por la mayoría de sistemas operativos recientes.

La zona de conectores traseros tiene la peculiaridad de venir con el protector de conectores ya montado. En el encontraremos un buen catálogo de conectores, que forman un equipamiento muy completo. Tiene dos conectores de video digitales, Displayport y HDMI con soporte 4k, cuatro puertos USB 2.0, cuatro puertos USB 3.0 tipo A y dos conectores USB 3.1 Gen2 de 10Gbps: uno con formato Tipo-A y otro con formato Tipo-C. Se completa con las conexiones de antena 2x2 MIMO, los conectores de sonido y dos interruptores rápidos para recuperar la bios y resetear la CMOS sin tener que abrir el PC.

El frontal también tiene diversos puertos para caja. USB 2.0, USB 3.0 convencional y también un conector USB-C Gen2 para frontal con el nuevo formato de conector de enganche rápido y construcción más sólida.

A la derecha el nuevo conector frontal USB 3.1 Gen2.

Diseño espectacular y cuidado en el sonido

Algo que salta a la vista es que ASUS en sus modelos Maximus intenta sobresalir en el diseño y la complejidad de los acabados térmicos de sus placas. En esta novena generación este esfuerzo culmina con este modelo. El aspecto de la placa es soberbio. Sistema de ventilación hibrido, para montar sistemas de refrigeración líquida para la zona de alimentación del procesador, y cubierta que deja expuestas únicamente las zonas clave de la placa base.

Este sistema se completa con un “backplate” que cumple una doble función de refrigeración y de aumentar la rigidez de la estructura de la placa. ASUS ha combinado en estos elementos con otras funciones de la placa como los botones de encendido y reset en placa o diversos leds que dan a esta placa capacidad RGB con Aura Sync para controlar este y otros dispositivos, como tiras led de placa, directamente desde el software de control de la placa base.

Esta placa también oculta en todos estos elementos estéticos y de refrigeración, un sistema de ventilación hibrido diseñado conjuntamente con EKWB. El sistema Crosschill EK II permite ventilación pasiva pero también contiene un eficiente sistema de refrigeración que no solo se trata de un tubo entre los radiadores de los mosfets sino que tiene un intercambiador de calor en cobre con estructura laminada de alta eficiencia como la que encontramos en los mejores bloques de EK.

La placa también cuenta con puntos de alimentación especializados en bombas de impulsión y también dispone de dos termistores dedicados a sondas de temperatura para sistemas de refrigeración líquida.

El sistema de sonido de ASUS en esta generación creo que gana algunos enteros más sobre la competencia. La experiencia de ASUS en tarjetas de sonido dedicadas, sus procesadores diseñados “en casa” y su cuidado sistema de códec y programas hacen que sus tarjetas de sonido integradas realmente sean tarjetas de sonido dedicadas.

Tiene su zona aislada del PCB, con canales en diferentes capas y una serie de componentes, todos especializados en sistemas de sonido, que hacen de ella una tarjeta de sonido muy especial. El corazón de este sistema es el nuevo Códec SupremeFX S1220 desarrolla mejores ratios de ruido y se combina con otros elementos de gran calidad para lograr una solución superior.

Entre estos elementos encontramos un conversor DAC ESS9023P y doble amplificador dinámico para conectores frontales y traseros de forma independiente. Cuenta también con condensadores Nichicon para soluciones HiFi y un reloj de alta precisión. Se combina, además, con el potente software Sonic Studio 3 de ASUS.

Nuestra experiencia y veredicto

Esta es una placa base que impresiona en cuanto la sacas de la caja, su diseño perfectamente acabado y su backplate la convierten en una placa base muy especial. La técnica acompaña y la funcionalidad también. Puede ser una buena placa base para los amantes de la refrigeración líquida a medida, por supuesto para jugadores y también para todo aquel que quiera una placa base potente con toda la integración que se puede desear.

ASUS la acompaña con su potente “suite” de programas y de opciones accesibles para que cualquiera pueda sacar partido de sus memorias de alta velocidad, o de las unidades de almacenamiento más potentes. También nos permite modos de overclocking asistidos en un par de clics y un funcionamiento a prueba de bombas gracias a los ajustes personalizados para cada tipo de procesador que han hecho los ingenieros de ASUS en la bios.

La capacidad de overclocking pasara por que queramos retirar el IHS de nuestro procesador. Sino la velocidad alcanzable rondara lo de siempre, entre los 4600 y 4800MHz (sin voltajes elevados) en procesadores como el Core i7-7700k. Aquí esta placa no puede hacer mucho puesto que esto es una limitación térmica del propio procesador y más concretamente de los materiales que usa Intel para la conductividad térmica entre el procesador y su “distribuidor de calor integrado”.

El precio de este modelo es uno de los más elevados de la gama actual de placas Z270 de ASUS. Cuesta la friolera de 399 Euros. Es una placa base muy exclusiva para gente que no tenga mucha necesidad de mirar la cartera a la hora de comprar una placa base.