ASUS Vivobook S15 Review

Hoy analizamos un equipo con un precio muy contenido para los que buscan un portátil básico para tareas no muy pesadas. En esta review del ASUS VivoBook 15 descubriremos de lo que es capaz el procesador Intel Core i3-1005G de décima generación acompañado por 8 GB de memoria RAM y SSD de 256 GB bajo una pantalla de 15,6" con resolución HD, todo ello por un precio de unos 499 euros.

Características técnicas del ASUS VivoBook 15 S512JA

  • Procesador Intel Core i3-1005G1 
  • Memoria RAM 8GB DDR4 2400MHz (1 módulo soldado y otro SO-DIMM)
  • SSD 256GB M.2 NVMe PCIe 3.0 x2
  • Pantalla 15.6" 1366x768 con 60 Hz y 200 nits
  • Conectividad inalámbrica
    • Wi-Fi 5 (802.11ac) 1x1
    • Bluetooth 4.1
  • Webcam
  • Batería  37 W/h
  • Conectividad física
    • 2 x USB 2.0
    • 1 x USB 3.0 (3.2 gen 1)
    • 1 x USB-C 3.0 (3.2 gen 1)
    • 1 x minijack audio/mic 3,5mm
    • 1 x HDMI 1.4
    • 1 x Lector de Tarjetas microSD
    • Sistema operativo Windows 10 Home S 64 Bits
  •   357 x 230 x 19,9 mm
  • Peso 1.7 kg 
  • Precio: 499 euros

El ASUS VivoBook 15 S512JA que analizamos cuenta con un acabado gris metalizado en su cuerpo y carcasa de plástico. El logo de asus en plateado es lo único que destaca en la parte exterior, siendo un portátil bastante discreto y sin estridencias.

Su tamaño es bastante contenido, con 357 x 230 mm y un grosor de 19,9 mm. Ofrece conectividad USB-A 3.0, USB-C 3.0, HDMI 1.4, lector de tarjetas micro SD y un minijack combo para audio y micrófono, todo ello en el lado derecho.

En la parte opuesta tenemos únicamente dos puertos USB-A 3.0 junto a dos LEDs de estado, uno para el encendido/apagado del PC y otro para la carga. Se echa en falta un puerto Gigabit Ethernet.

La parte trasera es donde se encuentra la salida de aire para el único ventilador encargado de refrigerar el Core i3 que integra.

A pesar de su precio económico, ASUS ha cuidado bastante la estética. No es de los portátiles más finos o compactos de 15,6 que hayamos visto, pero sí que se aleja de otros portátiles de precio similar donde el diseño y el grosor no son aspectos tan cuidados. Además, su peso de 1,7 kg también es bastante contenido.

La pantalla de 15,6 pulgadas y resolución HD se integra en un cuerpo con marcos bastante contenidos, dentro de la denominación "NanoEdge" de ASUS, permitiendo integrar la pantalla en unas dimensiones más pequeñas. Aún así, no le falta una cámara web en la parte frontal.

ASUS aprovecha la propia pantalla para elevar ligeramente el equipo en una posición algo más cómoda para su uso, integrando en la propia pantalla, mediante las bisagras ErgoLift, unas peanas que permiten regular la altura ligeramente al jugar con la inclinación.

En cuanto a conectividad inalámbrica, tenemos WiFi-5 (ac) y Bluetooth 4.1. Se puede entender la integración de WiFi 5 en vez de WiFi 6 al ser un equipo de gama muy económica, aun así, la diferencia de una tarjeta M.2 WiFi-5 a una WiFi-6 es de apenas un par de euros (en el mercado retail), por lo que no debería aumentar demasiado el precio del equipo el colocarle una tarjeta más actual. En cualquier caso, al ser una tarjeta M.2, siempre podremos actualizar nosotros mismos a WiFi-6 cambiando la tarjeta.

Por otro lado, viene con Windows 10 S, lo que significa que solamente podremos instalar aplicaciones de la tienda de Windows, algo que limita enormemente el uso del equipo. Por suerte, Microsoft permite cambiar de este modo al modo convencional de Windows (no es reversible y requiere de una cuenta de Microsoft), pero al menos nos permitirá disponer de un ordenador portátil con un sistema operativo completo.

La carcasa inferior, también de plástico, cambia hacia el color negro y cuenta con 10 tornillos de estrella convencionales para poder acceder al interior.

 

Tenemos un diseño simple, con un PCB verde dotado de un sistema de refrigeración de un único ventilador junto a un único heatpipe de cobre encargado de refrigerar al Core i3-1005G1.

De los dos módulos de RAM, solo uno es SO-DIMM, el otro módulo de 4GB va soldado, por lo que solo será posible ampliar un único módulo.

El SSD M.2 NVMe es bastante sencillo, y está colocado en el lateral.

Hay espacio para un SSD o HDD de 2,5", pero no tenemos ni el bracket ni el cable SATA interno para añadirlo.

 

 

El teclado de este equipo es de membrana, con una distribución QWERT en español. Incluye un pequeño teclado numérico en la parte derecha, aprovechando bien el espacio. Eso no le impide que haya una buena separación entre las teclas.

El recorrido de cada tecla es bastante corto, algo que debemos tener en cuenta a la hora de escribir, sobre todo si estamos acostumbrados a teclados con más distancia de pulsación incluso en portátiles. Aun así, está bien integrado y no flexiona al pulsar

El trackpad se sitúa ligeramente descentrado hacia la parte izquierda y funciona sin problemas.

Tenemos una pantalla de 15,6 pulgadas con un panel TN de resolución HD (1366 x 768). Se trata de una resolución bastante modesta hoy en día, pero que ayuda a reducir el precio del equipo y, como veremos más adelante, también hace que su autonomía sea bastante buena.

Aun así, es cierto que hacía tiempo que no caía en nuestras manos un portátil con una resolución inferior a FullHD. y personalmente, suelo marcar los 1080p o más como cifra óptima para un portátil de esta diagonal de pantalla.

Además, esa baja resolución va acompañada de otros problemas en este equipo, empezando por unos ángulos de visión vertical bastante  malos.

Los ángulos horizontales son bastante decentes, de hecho podemos ver el portátil de lado que no notaremos apenas distorsión en los colores, al menos no hasta el punto de complicar la legibilidad.

Sin embargo, en el plano vertical la cosa cambia para peor, a poco que inclinemos la pantalla los colores empezarán a distorsionarse hasta evitar que se pueda leer con claridad la pantalla.

Ya sea desde arriba o desde abajo, la distorsión es claramente visible y nos obliga a ajustar bien la pantalla cada vez que utilizamos el portátil. Aun así, desde la parte central, los colores suelen verse bastante difuminados y apagados, algo que comprobaremos en las pruebas de color.

 

Brillo y contraste

ASUS promete un brillo de 200 cd/m² en esta pantalla, por suerte, el valor real está por encima alcanzando 246,11 cd/m². Es un brillo bastante escaso si queremos utilizarlo en zonas muy iluminadas o exteriores, pero para interior no supone problema alguno.

El problema es que el panel muestra unos negros que son realmente grises, con demasiada iluminación, por lo que su contraste es realmente malo con una relación de 125:1

  • Brillo máximo: 246,11 cd/m²
  • Brillo mínimo(negro): 1,973 cd/m²
  • Relación de contraste. 125:1

Cobertura de color

En un equipo económico como este no se espera una cobertura de color especialmente alta y tampoco tiene sentido pedírselo, así que los valores obtenidos entran dentro de lo esperable, con un 63,3% de la gama de color sRGB y un 44,4% y 45,5% para Adobe-RGB y DCI-P3

Espacio de Color Cobertura de gama Volumen de gama
sRGB 63,3% 64,4%

Adobe-RGB

44,4% 44,4%
DCI-P3 45,5% 45,6%

 

 

Pruebas de color vs SRGB - SIN CALIBRAR

La calibración de serie del panel es bastante caótica, el color azul empieza con desfases de hasta +40% , bajando conforme nos acercamos al blanco puro hasta 0% y 5%. El verde permanece estable en +5% y el rojo se desploma hasta valores que rondan -40% y -30%

Hemos repetido las pruebas varias veces, incluso con otra suite de testeo para asegurarnos de que los resultados tan dispares eran correctos, y volvimos a obtener lo mismo

La temperatura de color se dispara a valores por encima de los 10500K, aunque luego baja hacia 7500K conforme nos acercamos al blanco. La pantalla muestra una gran irregularidad que ya pudimos ver en el equilibrio RGB anteriormente y que se traduce también en la temperatura de color.

 

El informe completo habla por sí solo. Tenemos una desviación media (deltaE) de 8,4 puntos), con máximos impresionantes de 28,64 puntos.

En la columna donde se puede ver el color que se debería mostrar (izquierda), comparado con el que se muestra (derecha), se puede observar la gran diferencia que hay entre ellos. En general los colores se ven apagados y aclarados, algo que confirma las sensaciones que da al utilizar la pantalla.

 

Pruebas de color vs SRGB - TRAS CALIBRADO

Tras realizar una calibración, parte de la escala de grises, sobre todo hacia la zona del blanco, se puede corregir. Sin embargo, hacia el color negro, debido al ínfimo contraste de esta pantalla, los negros son grises y con un pésimo equilibrio RGB.

Se traduce también en la temperatura de color, conforme nos acercamos al negro (parte izquierda de la gráfica), la temperatura de color sube a tonos más fríos.

Tras la calibración, hemos podido ajustar el punto blanco a 6500K con una desviación de 0,76 puntos, el DeltaE medio se reduce a la mitad, con 4,38 puntos, pero sigue habiendo colores muy apagados con deltas de 18,51, unos valores muy altos incluso para un panel sin calibrar y que demuestran que la pantalla de este ASUS VivoBook 15 está muy por debajo de ser óptima, haciendo que este equipo no sea idóneo en ningún caso para tareas relacionadas con diseño o si se busca la más mínima fidelidad de color.

 

 

 

 

El Intel Core i3-1005G1 es uno de los modelos más modestos de la décima generación de procesadores Intel Core para portátiles de bajo consumo. Basado en la plataforma Ice Lake, este procesador está fabricado a 10 nanómetros (es uno de los primeros modelos que sigue este proceso tras Cannon Lake) e incorpora la arquitectura Sunny Cove, conviviendo con modelos de 14 nm dentro de la décima generación de Intel.

Esta arquitectura cuenta con mejoras en el IPC, con un aumento del 18% según Intel si lo comparamos con Skylake del 2015.

Cuenta con 2 núcleos únicamente, aunque gracias al HyperThreading sube a 4 hilos. Todo ello con una frecuencia base de 1,20 GHz y un Boost de 3,40 GHz. Si TDP es de tan solo 15W y soporta memorias DDR4 hasta 3.200 MHz y LPDDR4-3733 MHz.

Cuenta con una GPU Intel UHD gen11 con 32 unidades de cómputo  a 300 MHz con Boost de 900 Mhz que supone cierta mejora respecto de las generaciones anteriores. Se trata de una de las versiones básicas de esta nueva GPU Gen11 que en modelos más capaces puese aclanzar las 64 unidades de cómputo.

En los test de rendimiento de CPU multicore podemos ver que consigue superar sin muchos problemas al Core i3-10110U debido a la nueva arquitectura, aunque en la mayoría de los test de 1 hilo el rendimiento es similar.

La parte gráfica si que supone un salto interesante respecto de la a UHD 620 del Core i3-10110U, aunque como se suele decir "no nos sacará de pobres" y sigue siendo una GPU muy limitada que no tiene nada que hacer con las Vega de los procesadores U de AMD.

El SSD NVMe ofrece un rendimiento medio dentro de los SSD NVMe, con 1,7 GB/s de lectura y 1,3 GB/s de escritura, pero no deja de ser un componente que llama la atención en un portátil tan asequible donde lo habitual son, como mucho, SSD SATA.

Test CPU MultiHilo

 

 

Test CPU 1-hilo

 

 

 

Test GPU 

 

 

 

 

 

 

PCMark 10

CrystalDiskMark SSD

 

 

El Core i3-1005G1 es un procesador, como hemos visto, bastante modesto en cuanto a rendimiento se refiere, eso unido a un TDP de 15W hace que las necesidades de refrigeración no sean especialmente altas y con un único ventilador y heatpipe se pueda cubrir sin problemas.

A nivel externo tenemos una máxima de poco más de 40 ºC en la zona de la salida de aire, pero el teclado se mantiene fresco con 28,7ºC en la zona de WASD, con máximas de 34ºC en la parte derecha, en cualquier caso temperaturas frescas que no suponen ningún problema.

La temperatura ambiente cuando se tomaron las pruebas era de 24ºC.

En test de rendimiento exigentes con la CPU, la máxima de la CPU ha sido 85ºC. En test como 3DMark donde se hace un uso combinado y la GPU tiene más peso, las temperaturas no han pasado de 67ºC.

La batería del ASUS Vivobook 15 con esta configuración es de 37 Wh, podría parecer escasa para un equipo de 15,6", sin embargo, si tenemos en cuenta que el procesador tiene un consumo muy bajo y que la pantalla es de baja resolución y con brillo contenido, la autonomía obtenida en un uso normal con navegación, multimedia y algo de ofimática supera las 7 horas sin problemas

En el test Modern Office de PCmark 10 que utilizamos como referencia para comparar autonomías de portátiles, el VivoBook 15 ha conseguido 6 horas y 15 minutos, colocándose como el 5º "Clasificado". Es cierto que su rendimiento es inferior a otros portátiles que lo superan en todo, pero teniendo en cuenta su precio, es una muy buena autonomía.

El ASUS VivoBook 15 S512JA es un portátil de 15,6" con un precio muy contenido por debajo de los 500 euros (499 con Windows 10 y 449€ sin sistema operativo). Cuando nos movemos en precios tan ajustados no podemos esperar tener lo último de lo último, y hay que hacer (muchas) concesiones, algunas más tolerables que otras dependiendo de lo que busquemos en un portátil.

Dentro de las cosas que más nos han gustado de este portátil tenemos un diseño bastante resultón que destaca sobre todo por su tamaño compacto, con bordes de pantalla contenidos y un grosor de menos de cm con un peso de solo 1,7 kg.

El rendimiento del Core i3-1001G1 es bastante modesto y no puede luchar contra alternativas de la competencia, sin embargo, los  8 GB de RAM son más que suficiente, y sorprende (para bien) la inclusión de un SSD NVMe en un portátil tan barato como este.  Su autonomía es sorprendente teniendo en cuenta la gama en la que se mueve, y está dotado de USB-C, sin olvidarse de la webcam o incluso un lector de tarjetas microSD, elementos que modelos mucho más caros a veces se "olvidan" de integrar. Viene con Windows S, una limitación importante que, por suerte, se corrige con un par de clics.

En la parte menos amable del equipo, el elemento que se lleva la palma es, sin duda, su pantalla. Que para ahorrar costes haya que renunciar a resolución Full HD es esperable y entendible, sin embargo, el panel que integra el ASUS VivoBook 15 S512JA, es de los peores que han pasado por nuestro laboratorio, no solo por que sus ángulos de visión vertical sean malos, que lo son, sino porque tanto el contraste como la representación de colores muestra bastante carencias, con negros que son grises, y colores muy difuminados y "desteñidos", algo que va bastante más allá de una mala calibración, ya que ni calibrando con colorímetro se puede mejorar mucho el resultado.

Otros detalles a mejorar podrían ser la inclusión de WiFi 6 en vez de WiFi 5, no es algo que se vaya a pedir en una gama básica, pero la diferencia de precio entre una tarjeta AC y una AX es testimonial. Tampoco tenemos conectividad Ethernet y, teniendo en cuenta que el cargador es de 45W, se podría haber sustituido el puerto de carga por otro USB-C, o utilizar el que ya tenemos.

Al final, no hay que perder de vista que este tipo de equipos con precios económicos se enfocan a usos modestos y que no salgan de tareas ofimáticas o navegación web, usos con los que este Vivobook 15 y su procesador  Core i3-1005G1 cumplen sin ningún problema. Naturalmente no es un equipo para jugar, ni para creación de contenidos multimedia, o incluso para reproducción multimedia no es óptimo debido a su pantalla.

Está claro que el VivoBook 15 S512JA tiene sus luces y sombras, como todo equipo, así que dependerá del usuario el decidir si los puntos positivos son suficientes para cubrir los negativos según sus necesidades. A grandes rasgos, en un lado de la balanza tendremos un rendimiento bastante limitado junto a una pantalla mediocre que lo alejarán de cualquiera que busque la más mínima fidelidad de color, sin embargo, por el otro lado tenemos un precio muy ajustado, con una excelente autonomía, un diseño compacto y fino y con un SSD NVMe bastante solvente.