Todas las claves del formato mini-STX 5x5 de Intel

El formato Mini-STX surge en buena medida como una alternativa clara el Mini-ITX de VIA (aunque Intel ya probo con el UTX pero sin socket), que se ha popularizado incluso entre equipos de alto rendimiento, y como una opción de dar a los fabricantes un formato con el que trabajar, estandarizar sus modelos más compactos y a la vez ofrecer la siempre admirada capacidad de adaptación del PC.

El formato mini-STX, comúnmente llamado 5x5, tiene unas dimensiones de 5.5x5.8 pulgadas, de ahí su sobrenombre. Son unos 140x147mm, que es un 29% menos superficie de lo que ocupa una placa base Mini-ITX que tiene unas dimensiones de 170x170mm. Es un formato intermedio, que no llega a los modelos más compactos como los NUC (que están sin estandarizar, cada fabricante hace lo que quiere o puede).

Un formato intermedio que intenta ofrecer una solución a medio camino entre unos formatos y otros. Por un lado, tiene la virtud de ofrecer un socket, siendo por tanto el formato más compacto con CPU “modular”, lo que evita que el fabricante tenga que diseñar una placa por cada procesador que quiere integrar en su gama y además ofrece una posibilidad de mejora al usuario.

El socket es el pilar de este formato y también su eje de funcionamiento. El formato Mini-STX marca unas pautas de tamaño de placa, de tener un socket y también marca dos condiciones adicionales.

Primero la posición exacta donde debe estar ese socket. El resto el fabricante puede hacer con la placa lo que le plazca, incluso a nivel de opciones de chipset. La posición del socket es importante porque universaliza las soluciones térmicas que pueden usarse en estas placas. 

Segundo. Los procesadores que se monten, disipación y chasis, deben estar diseñados para procesadores de hasta 65w. Es decir, quedan fuera los modelos de gama más elevada y sockets diseñados para esos procesadores. De hecho, de momento el mini-STX solo tendrá al socket LGA1151 como opción.

El formato contempla otras consideraciones, como reducir los tamaños si el diseño se hace para procesadores de hasta 35 vatios, evitar que la ventilación del procesador vaya en dirección al usuario, que se usen nuevos formatos de almacenamiento y conectores compactos o el uso de soluciones de memoria de bajo perfil de doble canal. Un conjunto de indicaciones para lograr equipos de rendimiento equilibrado con factores de forma compactos, modernos y que busquen la comodidad del usuario.

Os habréis fijado, que el formato tiene una clara desventaja sobre el formato Mini-ITX. El Mini-ITX ofrece la posibilidad, es lo que le ha hecho conquistar tipos de máquinas para los que nadie pensó que fuera útil, de incluir un slot de ampliación convencional que en muchos modelos llega incluso a formatos compatibles con graficas de alto rendimiento. En el Mini-SFX no tendremos ni encontraremos slots de ampliación que no sean propios de arquitecturas compactas como los ordenadores portátiles.

El formato Mini-SFX no marca pautas a la hora de posicionar conectores así que no creo que lo encontremos, salvo que las pautas se vayan marcando por uso y costumbre, en placas base que podamos comprar “sueltas” para montar nuestros propios sistemas. Si algún fabricante consigue popularizar el formato seguramente se busque una solución más o menos estándar, pero en mi opinión eso no va a ocurrir en el medio plazo.

Algunos fabricantes han encontrado en este nuevo formato un punto de equilibrio que les permite reducir sus costes a la vez que mantienen una oferta de máquinas compactas que se pueden utilizar en entornos muy variados. ASRock y MSI son algunos de los fabricantes que antes se han interesado por el formato, pero con un mercado de equipos profesionales e industriales cada vez más compactos, como pudimos ver en uno de nuestros últimos análisis, pronto será bienvenido por todas estas marcas que buscan hacerse un hueco en este mercado.

Ayer mismo MSI introdujo una nueva gama de ordenadores compactos, el Cubi 2 Plus, para entorno doméstico y profesional, que aprovechan este formato para ofrecer, con un cambio de chipset, la potencia de procesadores de sobremesa, hasta 65w, en una solución compacta de calidad.

ASRock también ha preparado dos placas base, y un chasis, para este formato. Placas base con chipset básico H110, pero donde podemos hacer uso de procesadores de sobremesa económicos, y también gamas altas hasta 65 vatios, con el añadido de soportar plenamente estos procesadores y ofrecer una solución térmica estándar. Estos nuevos modelos H110M-STX de ASRock estarán también pronto en el mercado.

Resumiendo. El Mini-STX no será el formato de tu próximo PC compacto para juegos, pero sí que te permitirá acceder a un equipo compacto, con las últimas tecnologías y procesadores de sobremesa (que siempre son más potentes) en un formato tradicional de socket y, eso espero, precios más económicos ya que permitirá más variedad al fabricante con una reducción de costes sustancial.