¿Quieres Jugar a 4K? Te explicamos qué gráfica elegir, cómo cambiarla y qué resultados da

Disfrutar de gráficos 4k en PC suele ser un proceso, aun hoy en día, bastante costoso. No solo porque tengamos que usar las tarjetas gráficas de gama más alta, gama que ha incrementado sus precios de forma notable en los últimos años, sino porque tenemos que acompañar esos motores gráficos de otros elementos indispensables que nos permitan disfrutar de la calidad de ultra alta definición que ofrecen estas resoluciones y de una calidad de imagen que difícilmente podremos encontrar en otras plataformas como móviles o consolas tradicionales.

Para ello contamos con una de las mejores graficas del mercado, dentro de la mítica serie Red Devil de Powercolor y en forma de su tarjeta gráfica más potente en la actualidad. Un monstruo llamado Red Devil AMD Radeon™ RX 7900 XTX 24GB GDDR6 con el que la marca ha logrado nuevos hitos de rendimiento, refrigeración y reducción de ruido.

 

Para disfrutar de juegos en 4k con calidad de verdad debemos tener en cuenta cuatro pilares fundamentales, aunque sin duda hay algún otro secundario importante. Por un lado, la gráfica, como es lógico, a esto le dedicaremos algo más de rato así que no me voy a extender demasiado. Simplemente he de decir que pocas gráficas actuales realmente ofrecen la posibilidad de jugar a los juegos más recientes en resoluciones 4k con tasas de actualización que pudiéramos llamar “decentes”.

El segundo pilar por lógica pura y dura es disfrutar de una pantalla 4k de calidad, no vale el monitor ofimático de 60Hz con un panel mediocre. El juego de PC en 4k requiere de euros y con ellos tendremos que pagar una pantalla 4k de al menos 120Hz de tasa de refresco. No son muchos en el mercado y son todos bastante caros, aqui os damos una buena alternativa. Los 120Hz los podremos disfrutar con la tarjea grafica adecuada y seguramente con el apoyo de algoritmos como FSR o DLSS.

El tercer pilar podría ser el procesador, la CPU del sistema, pero no. No lo es porque es más importante tener una fuente de alimentación capaz de alimentar estas graficas que normalmente tienen consumos superiores a los 300W, todo combinado no deberíamos optar por menos de 850W para mover una tarjeta gráfica con capacidad 4k real. Si apuramos potencia o calidad podemos tener problemas de estabilidad que pueden llevar a pantallazos, cierre de aplicaciones o incluso llegar a dañar el hardware.

El cuarto pilar es el procesador. La CPU es importante aún, los gráficos de PC siguen dependiendo de la información que proporciona o pasa por algún bus que depende del procesador central y además nuestro sistema operativo también corre otros procesos y aplicaciones ajenas al propio juego así que una unidad central solvente es un garante de buenas tasas de FPS. Sin duda hay procesadores muy especializados que sacaran hasta el último FPS de nuestra tarjeta de alta gama, pero puedo decir que cualquier procesador actual de 8 núcleos debería ser más que suficiente.

Puede ser incluso de un par de generaciones anterior, tipo Ryzen 7 3000, 5000, 7000, Core i7 de onceava, doceava o decimotercera generación. Todos ellos, con 8 núcleos deberían ser más que suficientes, incluso podría afirmar que alguno de seis núcleos rápido, con buena capacidad de overclock seria incluso más interesante. Sea como fuere no hay que comprar los últimos modelos, ganaremos FPS, sí, pero no como para que compense demasiado la inversión.

Hay otros elementos que deben ir a juego, pero no son críticos. Memoria RAM, con 16GB debería ser suficiente para juegos recientes, pero mejor, claro está, disponer de 32GB y que sean rápidas y también es interesante disponer de una unidad de almacenamiento rápida basada en PCI Express 3.0 o 4.0 con soporte para tecnología NVMe. Estas cosas son sin duda lo más barato de conseguir para lograr nuestro objetivo y, ¿con respecto a la placa base? Realmente con que soporte nuestro procesador y gráfica, tendremos suficiente.

Para mover juegos en resolución 4k con altas tasas de FPS necesitamos gráficos de alta gama, con alta capacidad de proceso y también con suficiente frame buffer o VRAM para poder almacenar esas texturas de alta resolución que necesitaremos en los juegos más punteros. Hay pocas opciones en el mercado capaces de esto, de hecho, en mi opinión los contamos con los dedos de una mano.

Tenemos las NVIDIA GeForce RTX 4080 o GeForce RTX 4090, siembre hablando de gráficos de sobremesa, o las Radeon RX 7900 XT o Radeon RX 7900 XTX. Si optamos por las soluciones de AMD sin duda la opción clara es la Radeon RX 7900 XTX que además tiene una relación potencia-precio bastante más accesible y adecuada que la GeForce RTX 4090 siendo también más potente que la GeForce RTX 4080 que es la que se le acerca en precio.

Y si nos decidimos por AMD entonces mi consejo es ir a una solución personalizada porque encontraremos mucho mejor equilibrio entre potencia, ruido y capacidad de overclock que con el modelo de referencia de AMD que no siendo malo es notablemente mejorable. Eso hizo Powercolor con la Radeon RX 7900 XTX Red Devil OC, una de las mejores Radeon RX 7900 XTX del mercado, y todo un referente histórico en tarjetas gráficas AMD. Es nuestra elección, porque vamos a por todas.

 

De verdad que no quiero aburriros con una review completa así que voy a ir al turrón, a los datos claves que hacen de este modelo una de las Radeon RX 7900 XTX más capaces del mercado. Por un lado, es grande, enorme, y cuenta con un sistema de refrigeración que deja a la solución de AMD como un mero intento fracasado. Por supuesto tiene sus peros, el peso, pero no nos vamos a andar con melindreces.

Son 340mm de largo, 135mm de alto y 73mm de alto, que vienen a ser cuatro slots de altura. El peso ronda los 2 kilos. Esto deja sitio a un PCB personalizado de 14 capas, un radiador enorme con heatpipes de gran calibre y una base de contacto niquelada pero fabricada completamente en cobre. Se refrigera con tres ventiladores diseñados exclusivamente para esta tarjeta y controlados por un chip dedicado. Dispone de doble bios, con dos perfiles de uso.

Ambos perfiles, silencioso y OC, son más rápidos que la velocidad del modelo de referencia. El “Silent” ofrece 2330MHz en juegos, 2525MHz en Boost, 30 MHz más que el modelo de referencia. En cuanto al modo OC podemos disfrutar de hasta 2395MHz en modo juego, y hasta 2565MHz en modo Boost. Powercolor además nos permite aumentar la entrada de potencia en un 15%, el margen de overclock es muy bueno y luego lo veremos.

Cambiar una tarjeta gráfica por otra es una tarea realmente sencilla que cualquiera puede hacer. Son solo un puñado de pasos, donde recomiendo antes eliminar la electricidad estática de nuestras manos lavándonoslas y tocando, por ejemplo, el grifo durante el proceso. Hecho eso pasamos a enumerar los pasos.

  1. Desinstalar los controladores mediante el propio instalador de Windows o aplicaciones más especializadas (enlace a guía que creo que tenemos).
  2. Apagar el PC, retiramos los cables de monitor y desconectamos la fuente, quitando el cable o usando el interruptor de esta para evitar cualquier encendido accidental durante el proceso y dejamos que se enfríen todos los componentes.
  3. Retiramos, si los tuviera, los conectores de alimentación de la tarjeta a sustituir.
  4. Desatornillamos los tornillos que fijan la tarjeta al chasis.
  5. Presionamos la patilla de bloqueo que fija la tarjeta al slot para poderla liberar. Algunas placas antiguas no tienen este mecanismo, pero si todas las recientes, desde hace años. Algunas nuevas incluso tienen botones que facilitan el proceso en tarjetas de gran tamaño.
  6. Retiramos la tarjeta con movimientos firmes y equilibrados para que la tarjeta salga del slot sin inclinarse a uno u otro lado, así evitamos dañar los conectores del slot.
  7. Guardamos bien la tarjeta retirada, a poder ser en una bolsa antiestática.
  8. Preparamos la tarjeta nueva para su instalación. Retiramos protectores de slot, de los conectores gráficos que vayamos a usar, plásticos protectores varios, etc.
  9. Situamos la tarjeta en el slot, cuidado con estas tarjetas tan grandes, no tengamos prisa y hagamos las cosas bien, equilibrando bien la tarjeta y que no entre antes de un lado que de otro.
  10. Fijamos la tarjeta en el slot y nos aseguramos que la presilla de bloqueo está bien situada.
  11. Atornillamos la tarjeta al chasis y usamos, en caso de estas tarjetas tan grandes, los soportes que suelen venir con ellas para no sobrecargar la placa base. Es un punto importante porque la tarjeta estará ahí durante muchos meses y no queremos dañar nada.
  12. Conectamos los cables de corriente de la tarjeta, en este caso son 3 conectores PEG de 8 contactos. Nos aseguramos que el cableado no tenga contacto con los elementos mecánicos de la tarjeta, básicamente los ventiladores.
  13. Nos aseguramos de que todo ha quedado sólido y bien apretado. Conectamos nuestro monitor o monitores. Volvemos a conectar la fuente.
  14. Encendemos y disfrutamos, bueno antes configuramos bien en Windows.

Una tarjeta gráfica moderna requiere de tener siempre los drivers actualizados porque en ellos encontraremos optimizaciones específicas para los juegos más recientes. Hay evoluciones de los drivers que pueden suponer una gran mejora de rendimiento o también correcciones de problemas es crítico tenemos actualizados.

También podemos hacer uso de las optimizaciones que nos proponen para los juegos instalados. AMD tiene un motor de drivers bastante adecuado para estas tareas y también nos ofrece la posibilidad de hacer overclock de serie. Yo personalmente no suelo aumentar las frecuencias cuando voy a usar la tarjeta de forma continuada en el tiempo, pero sí que le permito acceder a todo su potencial de potencia de entrada porque se va a traducir en una mejora importante de las frecuencias estables de juego.

Este modelo de gráfica, con su potente sistema de refrigeración, es perfecta para esto. Podemos aumentar las frecuencias de forma sustancial. Como veis en nuestras pruebas, pero sin afectar al ruido o a las temperaturas de trabajo y tampoco la estresaremos por lo que su vida útil seguirá siendo la misma. La mejora en juegos, estable, es de casi 200MHz dejando atrás a cualquier modelo de referencia de AMD.

 

Nuestra mejora creo que es interesante porque pasamos de una Geforce RTX 3080, que sin duda es una gran tarjeta, pero que realmente, al menos hoy en día y después de más de dos años desde su lanzamiento, no es capaz de mover juegos 4k en altas calidades con la soltura que lo hace esta tarjeta, que nos permite soñar con tasas de refresco variables como para alimentar un monitor 4k gaming de verdad, con unos 120Hz o más de frecuencia vertical.

Ahora veréis que la mejora responde a resultado reales porque en juegos esta tarjeta es hasta dos veces más rápida que una RTX 3080, un referente de la generación anterior, y sin necesidad de tirar de algoritmos avanzados que nos permitan multiplicar los FPS a cuenta de cierta calidad de imagen.

3DMark Firestrike Ultra

3DMark TimeSpy Extreme

Doom Eternal 4K

Fligh Simulator 2022 4K

Cyberpunk 2077 RT Ultra 4K Ultra

 

Jugar a 4k con las exigencias de frecuencia vertical y las calidades de algunos juegos actuales no sale para nada barato, pero es posible. Con los gráficos, procesador, y resto de componentes adecuados las tasas de frecuencia son más que adecuadas y no tenemos, si no queremos, porque echar mano de algoritmos que son muy efectivos pero que sin duda tienen impacto en la calidad de imagen.

Cambiar de tarjeta gráfica es fácil, podemos hacerlo en pocos minutos y no tenemos por qué reinstalar el sistema, aun cambiando de marca, si seguimos los pasos adecuados en la desinstalación e instalación de los drivers.

Los resultados con la tarjeta por la que nosotros hemos optado son espectaculares. Sin duda es una de las mejores tarjetas gráficas del mercado, y nos garantiza niveles de rendimiento muy elevados en cualquier juego que le vayamos a echar encima, al menos al medio plazo.