Instalar Windows en un Mac con Boot Camp

Dentro de la multitud de opciones para elegir ordenador que existen en el mercado, hay un porcentaje de usuarios que eligen un Mac. Los equipos Apple incluyen su propio sistema operativo macOS, diseñado específicamente para estos ordenadores. Pero en ocasiones puede que también necesites usar un programa para Windows, para esto necesitarás instalar Windows en tu ordenador Apple. Existen algunas formas de instalarlo, pero nosotros os vamos a contar cómo instalar Windows en tu Mac con el asistente Boot Camp.

Puedes utilizar una máquina virtual para añadir Windows 10 en el Mac con algún software específico. También puedes añadir Windows con Boot Camp, un software que ofrece Apple para añadir Windows de forma nativa en tu Mac. Con la primera opción de la máquina virtual puedes tener un Windows 10 dentro de tu propio sistema de Apple, con las ventajas e inconvenientes que esto conlleva. Con Boot Camp arrancarás tu Mac con Windows en lugar de hacerlo con macOS, que también tiene sus inconvenientes y ventajas.

La principal ventaja de tener Windows 10 virtualizado es que podrás utilizarlo como si se tratase de un programa más para macOS. Puedes abrirlo y ejecutar Windows 10, realizar algunas acciones sencillas y volver a cerrarlo cuando ya no lo necesites. El principal inconveniente de este método es los limitados recursos, al tener que ejecutarse sobre un sistema operativo Apple que ya está consumiendo recursos de tu Mac.

Para instalar Windows con Boot Camp el principal (y único) inconveniente es que tendrás que reiniciar tu ordenador para arrancar con el sistema operativo de Microsoft. Pero la gran ventaja es que tendrás disponible todos los recursos del Mac para Windows 10, permitiendo ejecutar software mucho más complejo y potente. También puedes probar a instalar Windows 11 y así tendrás los dos sistemas instalados de forma simultánea macOS y Windows, solo tendrás que seguir las instrucciones para hacerlo de forma muy sencilla.

Veamos cómo Instalar Windows 10 con Boot Camp y que requisitos necesitamos.

Para poder llevar a cabo este proceso de instalación es necesario disponer de un Mac que no sea actual, descartando todos los equipos que incluyen procesadores Apple Silicon. De esta forma tenemos a todos los Mac que incluyan una CPU de Intel y que además cumplan una serie de requisitos específicos de almacenamiento o versión del sistema operativo. Veamos cuales son.

Equipos compatibles

  • MacBook de 2015 a 2017
  • MacBook Air de 2012 a 2020, excepto la versión de 2020 con procesador M1.
  • MacBook Pro de 2012 a 2020, excepto la versión de 2020 con procesador M1.
  • Mac mini de 2012 a 2018.
  • iMac de 2012 a 2020
  • iMac Pro
  • Mac Pro de 2013 a 2019

Si tu mac es uno estos equipos compatibles, además también necesitaremos como mínimo 64 GB de disco duro libre para la partición de Windows, siendo recomendable contar con al menos 128 GB. Necesitaremos una unidad flash USB a excepción de algunos modelos más recientes que no requiere su uso y una versión de Windows 10 de 64 bits en formato de imagen de disco. También es recomendable tener tu sistema operativo de Apple actualizado a la última versión, no es necesario cambiar a uno más reciente, pero si con la última versión disponible.

Es necesario que, si has cambiado la opción de Arranque seguro a Sin Seguridad, vuelvas a activar Seguridad Total para la instalación, una vez finalizada podrás volver a ponerla como desees sin que afecte al arranque con Windows.

Si cumples estos requisitos veamos cómo instalar Windows 10 con Boot Camp.

Para este método vamos a utilizar la propia herramienta que viene con macOS llamada Boot Camp. Para ello solo tenemos que ejecutar el instalador de boot camp, buscándolo en Spootlight o accediendo a la carpeta Utilidades dentro de la carpeta Aplicaciones de tu Mac.

Dependiendo del modelo de tu Mac, es posible que debamos insertar una unidad USB con 16 GB o más de capacidad para continuar con la instalación. Ten en cuenta que de esta unidad se eliminará todo el contenido, por lo que deberás insertar una unidad vacía o que no contenga datos que vayas a necesitar, ya que el proceso formateará y preparará la unidad para la instalación.

Más adelante, el asistente de instalación pedirá que confirmes un tamaño de partición para instalar Windows 10. Teniendo en cuenta que como mínimo necesitas 64 GB, la partición no puede ser menor de este tamaño. Un espacio recomendado mínimo, en caso de ser posible, serían 128 GB o superior. Muchos usuarios determinan el tipo de uso que harán de Windows para establecer un tamaño, por ejemplo, si vas a usar la mitad del tiempo Windows, estaría bien realizar un tamaño de partición del 50% del total del disco.

Una vez completado todo el proceso de preparación por parte del asistente, sea necesario una unidad USB o no, el equipo se reiniciará y empezará la instalación de Windows como si de un PC se tratase. Seguimos avanzando por la instalación hasta llegar al apartado en el que nos preguntará donde queremos instalar Windows, ahí debemos seleccionar la partición llamada BOOTCAMP y hacer clic en formatear.

En este momento comenzará la instalación, donde sería recomendable desconectar todos los periféricos y accesorios que no sean necesarios para este proceso, básicamente es dejar el teclado y ratón (y un monitor si fuera necesario).

Una vez completada la instalación de Windows, será necesario prepararlo para poder hacer uso de todos los periféricos, funciones, el teclado y demás opciones disponibles. En un PC cualquiera simplemente tendremos que esperar que Windows instale los drivers, descargándolos de internet, o también podemos instalarlos nosotros consiguiéndolos desde la web de soporte de cada fabricante.

Pero para poder instalar todos estos drivers y además que nos permitirá utilizar todo el hardware disponible del Mac, tendremos que instalar Boot Camp también en Windows. Esta herramienta te dará acceso al hardware y además contará con alguna utilidad más. Una vez finalizada ya tendremos todos los recursos hardware disponibles y optimizados para su uso con Windows 10 en tu Mac.

Como hemos comentado antes, el principal inconveniente de este método es tener que reiniciar el equipo cada vez que queremos hacer uso de Windows o macOS. Para cambiar entre los dos sistemas operativos podemos hacerlo de forma muy sencilla.

Independientemente de si estás en Windows o macOS, reinicia tu equipo y cuando esté en el proceso de arranque debes pulsar la tecla Opción (o Alt) de tu teclado, esto mostrará una pantalla con las opciones de arranque donde estará Macintosh HD (o el nombre que hayas dado a tu unidad para macOS) y Boot Camp, seleccionando una u otra te permitirá el arranque del sistema elegido.

Si estás en Windows también tienes una opción más para arrancar macOS, debes ir al icono de Boot Cam junto al reloj de Windows, hacer clic en él y seleccionar Reiniciar en macOS…, esta opción te permitirá arrancar macOS directamente. Para arrancar Windows desde macOS puedes hacer clic en el menú de Apple, en los Ajustes de Sistema y en General, ahora selecciona Disco de Arranque y haz clic en Boot Camp seguido de reiniciar.

De esta forma tan sencilla, y sin necesidad de software adicional más allá de un Windows 10, podrás instalar el sistema operativo basado en ventanas de Microsoft en un ordenador Apple. Podrás utilizar todos los recursos de tu Mac en Windows y tendrás total compatibilidad con el software diseñado para este sistema operativo.