Review MSI GS75 Stealth 8SF

La línea de portátiles Gaming MSI GS Stealth ya nos ha demostrado en varias ocasiones que es capaz de montar componentes de alto rendimiento en formatos finos y ligeros. En esta ocasión tenemos con nosotros a una de las últimas incorporaciones, el MSI GS75 Stealth 8SF, un portátil que se pone al día con la incorporación de las nuevas tarjetas gráficas NVIDIA GeForce RTX.

En concreto tenemos una RTX 2070 en su versión Max-Q junto con el potente Intel Core i7-8750H, 16 GB de RAM, pantalla de 144 Hz, Thunderbolt 3 y todo lo que podemos esperar en un portátil de alto rendimiento, pero dentro de una carcasa de tan solo 18,95 gramos de grosor.

Veamos que tal se comporta en nuestras pruebas.

  • Procesador Intel Core i7-8750H (6 núcleos y 12 hilos)
  • 16 GB de RAM DDR4 2.666 MHz (2 x 8 GB)
  • NVIDIA GeForce RTX 2070 Max-Q
  • Pantalla mate de 17,3” y 144 HZ, IPS. 
  • SSD NVMe PCIe 3.0 X4 512 GB (soporta 3 SSD M.2)
  • WiFi Killer 1550i 802.11ac de 1,73 Gbps + Bluetooth 5.0
  • Gigabit Ethernet Killer Lan
  • 1x USB-C 3.1 con Thunderbolt 3
  • 1x USB-C 3.0
  • 3 x USB-A 3.1
  • Teclado Steelseries RGB con iluminación tecla a tecla
  • Lector de tarjetas microSD
  • 1 x HDMI
  • Batería de litio de 82 WH
  • Sonido Dynaudio
  • Adaptador Slim de 230W
  • 396,1 mm x 259,9 mm x 18,95 mm
  • 2,25 KG de peso
  • 2449 euros.

 

Lo que más llama la atención de este portátil es lo compacto de su tamaño y el poco peso que tiene, de hecho, al tenerlo en las manos las primeras veces parece que estemos ante un equipo de 15,6 pulgadas y no de uno de 17,3 pulgadas.

Para conseguir esto, MSI ha utilizado una carcasa metálica muy ligera y muy fina que le permite aligerar su peso hasta tan solo 2,25 KG junto a un diseño sin apenas marcos en la pantalla que permite aprovechar al máximo el tamaño.

El esquema de color es el negro metalizado con toques dorados que encontraremos tanto en los bordes de la carcasa de la pantalla como en el logo del dragón de MSI Gaming y en las bisagras. Este diseño consigue un toque muy elegante y profesional, pero, al mismo tiempo, no esconde que se trata de un equipo centrado en juegos.

Los toques dorados también se esconden en otras zonas como las salidas de aire o los bordes del propio trackpad.

En el lateral derecho tenemos, de izquierda a derecha, un USB-C 3.0, dos USB-A 3.1, un USB-C 3.1 con Thunderbolt 3 y también una salida HDMI, además de la salida de aire lateral.

Pasando al lado opuesto nos encontramos, en el mismo orden, con otra salida de aire, el adaptador de corriente, un puerto RJ45 para Gigabit Ethernet, otro USB-A 3.1 y un lector de tarjetas microSD sin soporte para SD convencionales. Además, tenemos también entrada y salida de audio en sendos puertos minijack de 3,5.

La parte trasera se reserva para otras dos salidas de aire, no hay que olvidar que tenemos dentro a uno de los procesadores más potentes (y calientes) para portátiles junto a una RTX 2070 Max-Q.

Cuando abrimos la pantalla nos encontramos con un diseño que sigue las mismas líneas, con el negro y dorado, y un teclado firmado por steelseries que ocupa gran parte del largo del equipo con teclado numérico incluido.

Encima del teclado tenemos un sistema de microperforaciones que ayudarán a la refrigeración del equipo.

La pantalla, como decíamos, tiene unos marcos muy finos en los cuatro laterales consiguiendo uno de los diseños de 17,3 pulgadas más compactos que hemos visto hasta ahora en el mercado de portátiles de este tipo.

Acceder al interior supone retirar unos cuantos tornillos de la parte trasera para retirar la carcasa y ver las “tripas” del MSI GS75 Stealth 8SX. Al hacerlo tenemos acceso a los ventiladores, al SSD M.2 y a dos puertos M.2 adicionales, destacando así las buenas opciones de ampliación que ofrece este equipo.

 

No hay unidad de 2,5 pulgadas SATA ni espacio para ella, a cambio la batería tiene una excelente capacidad de 82 Wh, algo que se agradecerá como veremos en las pruebas de autonomía. De hecho, en equipo de este tipo nosotros preferimos esa capacidad extra de la batería a tener una bahía de 2,5”.

Ya os habréis dado cuenta de una peculiaridad de este equipo: la enorme lámina de plástico que cubre la placa. Si la retiramos (va pegada) podemos ver que, al contrario que la mayoría de los portátiles de este tipo del mercado, el MSI GS75 Stealth 8SX tiene los componentes como procesador, gráfica o RAM y todo el sistema de heatpipes por el otro lado de la placa.

 

 

El teclado del MSI GS75 Stealth 8SF es de Steelseries y cuenta con un sistema de teclas de membrana con un recorrido mayor al de los teclados más habituales, esto hace que escribir y jugar en el sean unas tareas bastante cómodas. El tacto es bueno y el teclado no se dobla y permanece robusto.

Tenemos un sistema de macros bastante elaborado que permite gestionar cada tecla por separado o asignar combinaciones mediante un editor de macros, una función que cada vez es más habitual en portátiles gaming y que se agradece que venga ya incluida de serie.

Cuenta, como no, con iluminación RGB. Cada una de las teclas tienen un borde semitransparente, además de la propia serigrafía del carácter de cada tecla, que deja ver el color de la iluminación asignada.

En este caso tenemos un sistema configurable al 100% y tecla por tecla, es decir, que cada tecla puede tener su color independiente y no tenemos que ir por zonas. Tenemos varios efectos predefinidos que se pueden gestionar desde software o lanzarlos directamente desde combinaciones de tecla fn + números.

Además, la aplicación MSI Dragon Center cuenta con modos personalizados para adaptarlo a diversos juegos y que se iluminen teclas concretas dependiendo del título y lo que vaya ocurriendo dentro de él.

El trackpad está situado en el centro y tiene un área de uso bastante generosa, es preciso y rápido y no tiene botones móviles en el exterior, además se integra muy bien en el diseño general del portátil.

El panel del GS75 que tenemos entre manos tiene una diagonal de 17,3 pulgadas con una resolución de 1920 x 1080 píxeles y es de tipo IPS con unos tiempos de respuesta de 4 ms. Está fabricado por Innolux y es el modelo concreto N173HCE-G33.

Destaca por ofrecer una frecuencia de actualización de 144 Hz y ser capaz de reproducir el 72% de la gama de color NTSC (algo cercano al 100% de la sRGB). Las especificaciones nos hablan de un brillo máximo de 300 cd/m² y de un contraste de 1000:1.

Hemos pasado nuestra batería de test para comprobar de lo que es capaz.

Lo primero que encontramos es que los valores de brillo y contraste mejoran ligeramente lo esperado, con 315,56 cd/m² en nuestras mediciones y 1048:1 de ratio de contraste gracias a un brillo máximo del negro de tan solo 0,3011 cd/m².

Con este brillo el portátil se ve sin problemas en interiores, pero sufre si nos acercamos demasiado a las ventanas en un día soleado.

La calibración de serie, que viene por defecto en modo sRGB, nos deja unos resultados algo alejados de lo óptimo en la escala de grises, sobre todo en el color rojo con unos valores por debajo del 80% en todos los casos. El verde se encuentra algo por encima del 105% y el color azul se mueve entre 110 y 120%. Esto redundará en unos tonos algo más azulados y verdosos como veremos más adelante.

En el balance de blancos podemos ver que el MSI GS75 Stealth 8SF tiende hacia los colores fríos rondando los 8500K, unas cifras bastante elevadas teniendo en cuenta los 6500K que se consideran blanco real e incluso teniendo en consideración que las preferencias de los consumidores suelen moverse en tonos algo más fríos.

En cuanto a la cobertura de color, podemos ver en la siguiente gráfica que cumple con lo que promete, alcanzando prácticamente el 100% del espacio de color sRGB. No es un panel para diseño profesional, pero para un uso lúdico y multimedia ofrece unos buenos resultados.

En la imagen podemos ver los colores que puede representar realmente y la diferencia con los espacios de color más utilizados como NTSC, sRGB, DCI-P3 o Adobe RGB.

El comparador de color, el test donde mostramos la diferencia entre  distintos colores generados y cómo los muestra el panel, nos encontramos con una diferencia media de 7,63 puntos y una máxima de 13,7 puntos, unas cifras que no son demasiado espectaculares.

En la última fila podemos ver lo que comentábamos antes: debido a la calibración de serie el blanco y la escala de grises tiende hacia tonos azules y verdes.

 

 

Aunque no solemos esperar grandes autonomías de portátiles destinados a juegos con componentes de alto rendimiento, la batería de 82 Wh que encontramos bajo la carcasa de este portátil ya nos había dado esperanzas de conseguir una autonomía por encima de la media y así ha sido.

En nuestras pruebas intensivas de baterías con pcmark, donde se realizan test de ofimática, conferencias, navegación, multimedia y juegos, el MSI GS75 Stealth 8SF ha conseguido la nada desdeñable cifra de 3 horas y 9 minutos de autonomía, 189 minutos que lo colocan entre los portátiles gaming con mayor autonomía de los que hemos probado en nuestro laboratorio, solo por debajo del MSI Raider Ge63 y del Gigabyte Aero 15, ya que el Acer Nitro 5 cuenta con procesador de bajo voltaje.

Estos datos, si los pasamos al mundo real y utilizamos el portátil con batería para navegar, realizar algunas tareas y demás, supone una autonomía real de algo más de unas 6 horas, nada mal para un portátil gaming tan fino y ligero, de hecho hablamos e una autonomía similar a equipos como el ASUS ZenBook Pro que tiene una gráfica bastante más modesta.

Un problema que nos solemos encontrar con portátiles tan finos que ocultan componentes de alto rendimiento es el de las temperaturas.

El Core i7-8750H es un procesador muy potente pero que también con unas necesidades de refrigeración elevadas que pueden, además de producir throttling al propio procesador, hacer que el uso del portátil no sea cómodo por las temperaturas que se alcancen.

Por suerte, MSI ha hecho un buen trabajo en ese sentido y las temperaturas externas durante partidas a juegos exigentes han sido muy buenas. Hablamos de que las teclas del teclado han rondado temperaturas de 32-34 grados y solo la parte superior donde las salidas de aire ha alcanzado 41,3 grados de máxima, unas cifras muy contenidas.

A nivel interno ya nos encontramos con datos no tan buenos. Si bien la RTX 2070 Max-Q mantiene unas temperaturas que nunca pasan de 66 grados de máxima, debido a la limitación de potencia que aplica la configuración Max-Q integrada, el procesador es relativamente sencillo que supere los 90 grados con máximas de 95ºC, momento en el que salta el Throttling térmico.

Muchos fabricantes, lo que hacen para evitar esto es limitar la energía del procesador, el problema es que eso reduce el rendimiento más que la limitación térmica, pero no es el caso de MSI, o al menos de manera demasiado notable.

Hay una limitación de energía que se activa tras un rato a máxima temperatura, es decir, el procesador a pleno rendimiento de los 6 núcleos no pasa de 3,6 GHz cuando llega a 95 grados, momento en el que entra el throttling térmico. Tras unos segundos, se activa un throttling de energía que limita la velocidad a 3 GHz y hace que la temperatura baje hasta los 75-77 ºC.

Generalmente, con el Intel XTU es posible eliminar dichas limitaciones de energía, pero en el caso del MSI parece que no es posible y siempre termina saltando de una manera u otra el Throttling energético.

En la siguiente gráfica podemos ver ese comportamiento, con los picos más altos de temperatura y velocidad al principio de cada test, para después bajar ligeramente y mantenerse así hasta finalizar el test.

En la siguiente sección veremos cómo afecta esto al rendimiento.

 

 

El Core i7-8750H ya conocemos todos como funciona y qué rendimiento ofrece en general, aunque la parte “divertida” de los test de este procesador es ver cómo gestiona la temperatura y la energía cada portátil para poder ver las diferencias.

Hemos realizado 5 test de cada y tomado la puntuación media para conseguir resultados libres de variaciones puntuales.

En el Cinebench R15 podemos ver que el Core i7-8750H del MSI GS75 Stealth 8SF ofrece un desempeño medio, inferior a modelos sin límites de energía o con dichos límites desactivados, pero algo superior a otros que tienen límites más agresivos. Prácticamente todos los portátiles de la mitad superior de la tabla utilizan el mismo procesado y hay que tener en cuenta el formato bastante fino del GS75.

En Cinebench R20 solo podemos compararlo con el PCSpecialist Defiance V RTX, un equipo similar en formato y componentes. Podemos ver que el MSI consigue una puntuación sensiblemente superior a dicho portátil, aunque algo por debajo de la que conseguimos si le eliminamos manualmente las limitaciones de potencia al no poder eliminar las limitaciones energéticas en el MSI.

La RTX 2070 Max-Q tiene distintas velocidades dependiendo de la implementación de cada fabricante, y en el caso de este MSI la compañía le ha definido una frecuencia de 885 MHz de base y 1.185 MHz de Boost. Esto corresponde a la versión de 80W de TDP, ya que hay otra implementación de la RTX 2070 Max-Q con mayores frecuencias que se queda en 90W. (la RTX 2070 de portátil normal tiene un TDP de 115W).

 

Al contrario que la GTX 1070 Max-Q del MSI GS65 Sthealt que nos permitía realizar overclock desde el propio Dragon Center, en este GS75 con RTX 2070 Max-Q no tenemos la opción de subirle la velocidad.

El rendimiento de esta tarjeta está por encima del de una GTX 1070 sin ningún tipo de problemas y, en muchos casos, también por encima de la GTX 1080 Max-Q.

 

Aunque se le suele prestar más atención a las novedades en hardware interno y especificaciones técnicas de los nuevos portátiles, una de las mejoras más importantes de los últimos años ha sido la reducción de tamaño de componentes y cuerpos de portátiles para conseguir tamaños mucho más compactos y este MSI GS75 Stealth 8SF es un claro ejemplo. Ofrece un tamaño más cercano al de un portátil de 15,6 pulgadas de no hace demasiado tiempo pero en su interior tenemos una pantalla de 17,3 pulgadas gracias a una reducción de marcos considerable y a una carcasa muy ligera y fina donde se esconde todo un Core i7-8750H y una RTX 2070 Max-Q.

Todo ello con un teclado muy cómodo de utilizar y con un buen recorrido y que permite personalizar sus teclas tanto en funciones específicas con un sistema de macros como en iluminación y color con un sistema RGB configurable de manera independiente para cada tecla.

MSI ha decidido integrar de serie la suite de Norton a modo de bloatware, algo que produce constantes avisos si estamos jugando o utilizando intensamente la cpu y que provoca unos consumos elevados de CPU sin razón aparente, sin uda un punto negativo para los que queremos un sistema limpio y poder elegir lo que instalamos en nuestro ordenador.

La calibración de serie de la pantalla tiene algunas desviaciones importantes como ya hemos visto en la sección correspondientes, algo que se puede solucionar calibrando a medida para conseguir los mejores resultados.

Incluye también, a través del dragon center, un sistema para definir el uso del portátil y poder cargar solo la cantidad de batería óptima, ya sea para maximizar su ida útil o conseguir la máxima autonomía., Además, permite calibraciones.

Las temperaturas externas son buenas y el teclado permanece fresco incluso tras largas sesiones de juego. A nivel interno la gráfica también se mantiene en temperaturas muy frescas por debajo de los 67ºC, sin embargo el procesador puede alcanzar 95º produciendo algo de throttling térmico para, poco después, activar limitaciones de consumo que no se pueden deshabilitar. Sea como sea, estas limitaciones no son demasiado agresivas y nos permiten disfrutar sin problemas del rendimiento excelente del Core i7-8750H. A nivel sonoro el GS75 se mantiene bastante silencioso en reposo, pero los ventiladores, sobre todo el de la CPU, son bastante ruidosos al exigirle potencia.

Un punto que nos ha encantado es la gran autonomía que ofrece gracias a su amplia batería, algo que no es habitual ver en equipos gaming y que permite que este MSI GS75 Stealth 8SF pueda convertirse en un portátil para múltiples uso, desde equipo de alto rendimiento para gaming a un portátil para viajar, trabajar o estudiar en lugares donde no disponemos de conexión a la red eléctrica. Además, su tamaño compacto nos permite disfrutar de una pantalla de 17,3" y de componentes de alto rendimiento en un equipo muy ligero y fácil de llevar a cualquier parte.

Sin duda el MSI GS75 Stealth 8SF nos permite disfrutar de los últimos juegos del mercado incluso con tecnologías recientes como Raytracing RTX sin olvidarse de la esencia de lo que debería ser realmente  un "portátil": fino, ligero y con autonomía de sobra.