Corsair VENGEANCE DDR5 5200 2x16GB C38 Review

Hace tan solo un par de días publicamos nuestro primera review de unas memorias DDR5, con este modelo Corsair Vengeance DDR5 5200 C38 ya podemos empezar a comparar modelos y fabricantes en este nuevo formato de memoria para sistemas de sobremesa que llegan de la mano de los potentes y versátiles procesadores Intel Core de duodécima generación.

 

 


En un par de días hemos pasado también de ver memorias DDR5 con 5200MHz, como estas, o de un estándar de 4800MHz, el que ha certificado la asociación JEDEC, a memorias ya anunciadas superando los 7000MHz. Las memorias que ahora os mostraremos son, por tanto, modelos casi de entrada de gama, con frecuencias moderadas, voltajes asumibles, latencias algo elevadas y, sobre todo, precios de entrada más o menos aceptables.


Esta gama de Corsair es precisamente eso, ¿quien no ha tenido alguna Vengeance alguna vez en alguno de sus PCs? Forman su oferta de precio más ajustado, aun dentro de que suelen ser memorias muy seleccionadas con garantía de por vida.

Características técnicas de las Corsair Vengeance DDR5 5200 32GB

  • Formato: DIMM 288 pines
  • Altura: 34mm
  • Configuracion: 2x16GB 
  • Perfiles soportados: JEDEC y XMP 3.0
  • Latencias en XMP 3.0: C38-38-38-84 2ct
  • Velocidad: 2600MHz, 5200MHz DDR, PC5-41600
  • Voltaje: 1.25v XMP 3.0, 1.1-1.2v JEDEC

 


Con cada estándar de memoria nos encontramos con una situación similar, frecuencias más elevadas, mayores latencias. Hasta ahora la experiencia nos invita a pensar que a medio plazo el avance en frecuencias es mejor que el avance en latencias porque no se acompaña normalmente de otras prestaciones como buses y comandos más eficientes. En el caso de la DDR5 este debate se difumina bastante, porque son notablemente más rápidas, ya de partida que sus análogas DDR4 incluso en sus últimas variantes de frecuencias más elevadas.

 

 


El estándar DDR5 comienza en los 4800MHz, cuando la DDR4 comenzó en los 2133MHz. Las latencias se multiplican por 3 pasando de C16 a C40 en memorias de gama normal. Actualmente podemos encontrar memorias DDR4 de 4400MHz o superiores, pero también hay ya en el mercado, o al menos presentadas, memorias DDR5 de hasta 7000MHz. El estándar, al menos en precio-prestaciones, lo encontraremos en los 5200MHz, la frecuencia de las Corsair que probamos hoy.

Uno de los cambios que veremos con la DDR5 es que se reducen aún más los voltajes, y por tanto los consumos. Pasamos de 1.2v del estándar a los 1.1v en la nueva generación, eso debería indicar al menos un 20% de reducción de consumo, los anchos de banda del estándar también pasan de 25.6GBps hasta los 32GBps en la nueva generación y el prefetch, la capacidad de procesar datos de forma simultánea podrá implementar en dos modos, 8n o 16n, cuando la DDR4 solo puede trabajar en modo 8n. 

 

 

 

 


La memoria DDR5, con su nuevo diseño de gestión de ancho de banda y su lógica ECC integrada, puede manejar densidades mucho mayores, cuatro veces mayores en realidad, por lo que podríamos ver crecer la cantidad máxima de memoria por módulo de 32GB en la actualidad hasta los 128GB por módulo, tu próximo PC podría tener 512GB de RAM usando solo cuatro bancos de memoria.

Hemos hablado de ECC integrado, y ciertamente la memoria DDR5 integra un modo de ECC que permite cierta corrección pasiva de errores de memoria, pero seguiremos viendo módulos ECC con chips integrados para este objetivo que tendrán la comunicación activa que esperan algunos procesadores para evitar errores de memoria. Esto quiere decir que la corrección de errores mejora, en todos los módulos DDR5, pero definitivamente no significa que sean ECC en todo el sentido de la palabra.

 

 

 

 


Otro punto de mejora importante es que ahora cada módulo de memoria tiene su propio control variable de potencia, como tienen tu procesador y tu tarjeta gráfica. Eso permite ajustar el consumo, a cuenta del rendimiento claro, cuando las memorias tienen menos carga de trabajo.

Es decir, el modo de bajo consumo o de rendimiento dinámico llega también al mundo de las memorias y esto no está directamente relacionado con el estándar XMP 3.0 de Intel, sino que va incorporado en el propio estándar de la memoria. Ahora los módulos se alimentan de una combinación de 12v y 3.3v y el controlador de potencia integrado (PMIC) hará la adaptación de potencia para ofrecer los 1.1v que requieren estos módulos por definición. Todos los módulos de memoria también incluyen sensores de temperatura, que trabajan en combinación con el módulo PMIC para ajustar el rendimiento en cualquier situación.

 

 

 

 

 

 

Dentro del catálogo de las memorias DDR de Corsair la Vengeance ocupa la posición más económica, y dentro de la gama Vengeance la que no cuenta con iluminación RGB es la serie más barata de todas. Tienen su ventaja funcional y es que son de perfil normal, no necesitan ganar espacio para elementos de disipación exagerados y tampoco tienen que acomodar leds y los difusores de luz necesarios para lograr un efecto de iluminación homogéneo. Esto hace que sean ideales para sistemas muy compactos y también para todo aquel que busque unas buenas memorias a un precio adecuado.

 

 


Esta generación ha tenido también un lavado de cara, con un disipador integrado más elegante, sin tantas aristas y con un acabado más moderno y elegante, que podremos encontrar en blanco y negro, con bastante semejanza en las formas a la gama Dominator de esta misma marca, pero con un perfil bastante más bajo y sencillo.

 

 

 

 


Los módulos DDR4 y DDR5 son prácticamente idénticos en tamaño y distribución de pines (se mantienen los 288 pines) así que este cambio de diseño en el disipador nos ayudara a diferenciarlas claramente de otras generaciones. Por supuesto el estándar también obliga a un corte diferente en la zona de contacto para que sea imposible, salvo por fuerza bruta, situar un módulo DDR5 en un slot DDR4 o viceversa.

 

 

 

 

Arriba unas Corsair Dominator Pro DDR4, abajo las Vengeance DDR5 de este análisis


Este conjunto de módulos que probamos hoy son la gama de entrada de Corsair. Con dos unidades de 16GB forman un conjunto de 32GB orientado a sistemas de doble canal, que por otro lado es lo único que vamos a encontrar por ahora en el mercado doméstico. Son memorias sin ECC, aunque como ya hemos dicho antes la DDR5 tiene implícito un modo de ECC pasivo, con una velocidad efectiva de 5200MHz, doble canal interno y latencias moderadas de C40. Todo esto logrado con un perfil de corriente de 1.25v, lo que las coloca en una posición de bastante desventaja con respecto a las G.Skill Trident Z5 que probamos hace un par de días que tienen más frecuencia, menos voltaje y también menores latencias.

 

 

 

 


Una de las cosas con las que cuentan las memorias Corsair DDR5, que no encontraremos de momento en otros fabricantes, es integración de XMP 3.0 a nivel de su propio software universal, el conocido iCUE. En el podremos aprovechar las prestaciones de la integración de XMP 3.0 para crear perfiles de funcionamiento de las memorias en los dos “slots” de configuración de usuario que admiten las memorias compatibles con esta nueva tecnología.

Dentro del estándar XMP 3.0 encontraremos la posibilidad de añadir dos perfiles de usuario dentro de la gestión del XMP, que es una novedad sobre las versiones anteriores. Las bios compatibles nos permitirán ajustar estos perfiles, pero requieren de una configuración muy detallada de cada parámetro de la memoria para su grabación correcta. Tiene sentido, pero requiere de conocimientos amplios sobre lo que hacemos. Se supone que Corsair hará esto mucho más sencillo integrando la gestión del XMP, de los perfiles de usuario, en iCue. El problema es que esta versión de iCue, compatible con placas seleccionadas, no estará disponible dentro de algunas semanas.

 

 

 

 

iCUE ahora nos da info de estado de las memorias, temperaturas, voltajes, consumos...pero aun queda esa promesa de poder gestionar los perfiles XMP 3.0 de usuario directamente desde la aplicación de Corsair.

 

 

La verdad es que comparadas con las memorias G.Skill que probamos hace tan solo unos días estas memorias son bastante más decepcionantes salvo en la temperatura, donde son algo más frescas. Tienen un perfil XMP más forzado, aun siendo más lentas, lo que indica que están formadas por memorias Micron de menos calidad que las memorias Samsung usadas por G.Skill.

 

 


Tienen un voltaje de serie de 1.25v que decepciona, no solo por añadir más consumo, sino porque nos indica que a 5200MHz ya van bastante forzadas. En nuestras pruebas no hemos podido superar los 5330MHz de frecuencia, lo que no es mucho margen de overclocking que digamos. Ni aumentando voltaje, ni aumentando latencias, hemos conseguido superar esta frecuencia en un modo de rendimiento adecuado de tipo G2.

 

 

 

 


El rendimiento, sin embargo, es bueno, sin mucha diferencia real con respecto a otras memorias DDR5 de mayor frecuencia. La diferencia de verdad la encontramos en su limitación de overclock, donde las G.Skill brillan superando los 6000MHz.

 

 

 

 

 

 

Máquina de pruebas DDR4:

Máquina de pruebas DDR5:


Voltaje

Temperatura

Ancho de banda en lectura

Ancho de banda en escritura
 



 

Esta variante de las Corsair Vengeance, con SDRAM DDR5, añaden un diseño más cuidado, buenas temperaturas y precios de entrada más o menos razonables, de 300 euros para 32GB en este kit de dos memorias. Pero ciertamente ofrecen poco más que esto ya que no aportan ni gran capacidad de overclock, ni frecuencias sobresalientes ni tampoco una de las prestaciones de las que presume Corsair que es la gestión directa de las memorias a través de su software iCUE.

 

 


Por lo demás estas memorias nos muestran, una vez más, del potencial de esta tecnología con mejoras que van más allá del propio rendimiento sino de la propia gestión de las memorias añadiendo frecuencias y voltajes variables, ECC pasivo, nuevos elementos de control como sensores de temperatura y controladores PMIC. Todo ello dentro del estándar y por tanto accesible para cualquier módulo del mercado.