Intel Core i5-12600K Review

Estos nuevos procesadores de Intel están basados en el proceso de fabricación Intel 7, su proceso clásico de 10nm con el que ya se han construido otros procesadores recientes como los Tiger Lake para ordenadores portátiles de alto rendimiento. Ahora Intel ha cambiado la denominación a Intel 7 para referirse a este proceso de fabricación de 10nm en su versión mejorada.

 

 


No entraré en detalles sobre arquitectura, mi compañero Antonio lo explica mucho mejor que yo en este enlace, así que iré a los datos puros y duros y sobre todo me centrare, en esta review del Intel Core i5-12600K, en las diferencias generacionales de este procesador y sus hermanos más cercanos de arquitectura Rocket Lake.

 

 

 

 


Esta generación introduce una novedad importante, al menos en el mundo de los procesadores x86, que vendría a ser el equivalente de la tecnología Big.Little que ARM introdujo para su arquitectura hace ya algunas generaciones y que tan buenos resultados de equilibrio entre rendimiento y consumo está ofreciendo a Apple en sus últimas versiones de dispositivos MacBook e iMac.

 

 

 

 


Los nuevos Core de duodécima generación, como este o su hermano el Core i9-12900K,  también disponen de núcleos de rendimiento y núcleos de eficiencia que permiten equilibrar los consumos cuando el ordenador no requiere de toda su potencia de proceso, pero sin dejar de lado el rendimiento que se espera en un procesador de última generación.

 

 

 

 


El rendimiento hibrido que producen estos nuevos se realiza mediante la introducción de nuevas instrucciones como en renovado “Branch Predictor” que se combina con el “Thread director”, también en el procesador, que se comunica activamente con sistema operativo (Windows 10, Windows 11 o las últimas versiones del kernel de Linux son todos compatibles) para direccionar las tareas a cada núcleo de la forma más adecuada.

Especificaciones y caracteristicas técnicas del Intel Core i5-12600K

  • Frecuencia base P-Core: 3.7GHz
  • Frecuencia base E-Core: 2.8GHz
  • Frecuencia Intel Max Turbo: 4.9GHz
  • Frecuencia Turbo en todos los núcleos:  4.6GHz
  • Núcleos: 6 P + 4 E
  • Hilos de proceso: 16
  • Socket: FCLGA1700
  • Diseño Térmico: 125w TDP, PL2 150 w
  • Tamaño del Smart Cache: 20MB
  • Tamaño del caché L2: 9.5MB
  • Multiplicador interno desbloqueado: Si
  • Número de Lineas PCI Express 5.0: 16 
  • Numero de Líneas PCI Expres 4.0: 4
  • Configuración de memoria: Doble Canal 128-Bit DDR4-3200MHz, DDR5 4800MHz
  • Gráficos: Intel® UHD Graphics 770
  • Soporte Intel Optane: Si
  • Otros: VT-x, VT-x EPT, VT-d, VPro, Intel AES, AVX-512, Intel® Deep Learning Boost

 

 

 

 

 

Siempre hay un encendido debate con los procesadores Intel y sus continuos cambios de socket que hacen que su arquitectura sea escasamente actualizable en el tiempo. Esto en algunos casos ha sido realmente evidente, y sangrante para el usuario, pero lo cierto es que en esta ocasión esta más que justificado. Los cambios estructurales son importantes, las mejoras conectivas son notables y eso se traduce, si o si, en una distribución de pines diferente, en este caso con 500 pines más sobre la generación anterior.

 

 


Esto responde claramente a dos elementos importantes de un procesador moderno, su controladora de memoria y su conectividad de buses externos. En este caso el patillaje mayor viene más de la mano de la introducción del PCI Express 5.0 y del Bus DMI 4 que a la nueva controladora capaz de soportar tanto memoria DDR4 como memoria DDR5. Para acomodar esta mayor capacidad conectiva, que prácticamente dobla a la anterior generación, hacen falta muchas de esas patillas extra que añade el LGA1700 sobre el LGA1200 de la undécima generación.

 

 

 

 


Para estos nuevos Core de duodécima generación esperamos múltiples chipsets que se acomoden a las diferentes gamas de Intel tanto de procesadores como de sistemas integrados objetivos. El H670, B660 o el H610 serán una realidad según Intel ponga en el mercado diferentes versiones de estos nuevos procesadores en gamas más bajas. De momento el que veremos en el mercado, para dar soporte a estos modelos más elaborados de la gama K, es el Z690, su chipset más potente para esta generación.

El Intel Z690 introduce mejoras conectivas importantes como su renovada conectividad PCI Express 4.0 con líneas propias integradas en el chipset, cuando antes eran todas PCI Express 3.0, o el cambio al bus DMI 4 con el procesador que también transforma sus 8 líneas PCI Express 3.0 en PCI Express 4.0 doblando el ancho de banda a 16GT/s.

 

 

 

 


La conectividad SATA también aumenta, con hasta 8 puertos disponibles, y como hemos dicho se añaden hasta 28 líneas PCI Express (12 de tipo 4.0 de las cuales 8 ya están asignadas al bus DMI, quedando 4 libres y 16 de tipo 3.0) con el que el chipset puede jugar en diferentes configuraciones. El soporte USB, sin embargo, no tiene cambios en esta generación, pero sigue soportando todas las tecnologías más recientes y un gran número de puertos. Soporta hasta 3 puertos USB 3.2 Gen2 2x2 de 20Gbps de ancho de banda, o hasta 10 puertos USB 3.2 Gen2 2x1 con hasta 10Gbps de ancho de banda, eso sin contar con los 14 puertos USB 2.0 de legado.

Este chipset también da soporte a todo el abanico de oportunidades de overclocking de los procesadores K, desde memoria hasta buses pasando, por supuesto, por el cambio de multiplicadores y modos turbo de los núcleos de rendimiento y de eficiencia. Todo es absolutamente controlable por el usuario, también los consumos máximos en modo turbo.

Este chipset también mantiene otras mejoras de la anterior generación como el soporte nativo para Thunderbolt 4.0 y USB 4.0 lo que la convierte en la plataforma domestica con un más amplio catálogo de conectividad externa.

 

 

 

 

 

 

El Core i5-12600K utiliza la nueva arquitecta basada en procesadores de Eficiencia combinados con núcleos de rendimiento para el balanceo de carga logrando mayores eficiencias y velocidades superiores en aplicaciones que sean capaces de aprovechar su uso combinado o la mayor capacidad de proceso de los núcleos de rendimiento. Este procesador cuenta con 6 núcleos de rendimiento denominados “P” y cuatro núcleos de Eficiencia denominados “E”. La capa en el final del nombre del procesador nos indica que es un modelo completamente liberado para overclocking y encontraremos también en el mercado un modelo KF de esta misma serie que elimina los gráficos integrados.

 

 


En total en este procesador encontraremos 6 núcleos P y cuatro núcleos E. Los primeros tienen una frecuencia de trabajo en su modo Turbo Boost más extendido, el PL2, de hasta 4.9GHz que en nuestras pruebas se traduce en un consumo de alrededor de 190w. El modo PL2 es de 150w y ahí los núcleos P se estabilizan a una frecuencia de 4.6-4.7GHz. El TDP especificado para estos modelos es de 125w. Los núcleos P disfrutan de hyperthreading así que generan dos hilos de proceso por núcleo.

 

 

 

 


Los núcleos E, son cuatro, se enmarcan también en el consumo en conjunto del procesador y tienen una frecuencia nominal de hasta 3.7GHz que en estos modelos es también configurable mediante overclocking. Estos modelos no cuentan con hyperthreading así que el conteo general de este procesador es de 16 hilos de proceso, 12 por los núcleos P y 4 por los núcleos E.

Las frecuencias de base de este modelo son de 3.7GHz para los núcleos P y de 2.8GHz para los núcleos E. La gráfica integrada, que no evoluciona demasiado sobre la generación anterior, es una Intel UHD Graphics 770 con 32 unidades de proceso, como la generación anterior, y solo mejora, y poco, la velocidad de proceso alcanzando hasta 1.45GHz frente a los 1.3GHz de la generación anterior, alrededor de un 10% de mejora de rendimiento. Soportan también elementos de proceso de video importantes como los nuevos modos de QuickSync Video con soporte para HDR y ultra alta definición en formatos de gran calidad como el HEVC/VP9.

 

 

 

 


Mas núcleos, más eficientes y con mejor IPC es sin duda la gran baza de estos procesadores de Intel para volver a imponerse a su competencia, pero no podemos dejar de lado otros elementos muy importantes que pueden completar un gran rendimiento. Uno de ellos es el soporte para memoria DDR5, que sin duda añadirá costes a aquellos que lo quieran adoptar, pero que aumenta el ancho de banda del procesador, con velocidades estándar, desde los 50 hasta los 75GBps de ancho de banda en una configuración de doble canal con un máximo soportado de 128GB. Estos procesadores también soportan DDR4, con velocidades de hasta 3200MHz y con la misma capacidad total.

Otra de las grandes mejoras del Core i5-12600K lo encontramos en sus líneas PCI Express soportadas. Tiene un total de 20 líneas PCI Express, que no es ninguna novedad con respecto a la generación anterior, salvo que en esta ocasión 16 de ellas son de tipo PCI Express 5.0 que doblan en ancho de banda a sus antecesoras, son 64Gbps de ancho de banda por línea. La pega es que actualmente no hay un solo componente en el mercado que soporte esta tecnología, ni graficas ni almacenamiento, no al menos en el mercado doméstico. La buena noticia es que podremos sacar partido de la conectividad PCI Express 4.0 sin ningún inconveniente ya que es plenamente retro compatible.

 

 

 

 


Físicamente estos procesadores también son diferentes a lo que Intel nos tiene acostumbrados desde hace muchas generaciones, al menos en el mercado sobremesa, son 7.5mm más largo, ahora son rectangulares, así que físicamente también es adecuado que reciban placas de contacto para refrigeración adaptadas a sus nuevas dimensiones.

El Core i5-12600K dispone de 20MB de Smartcache, una mejora del 60% sobre la generación anterior e introduce también una cache de segundo nivel con un total de 9.5MB en esta unidad. Según Intel el IPC de estos procesadores es hasta un 15% mayor en los núcleos P con respecto a la generación anterior, un 28% con respecto a los de decima generación, y los núcleos E son un 1% más rápidos que los núcleos de un Intel de decima generación. En definitiva, estos procesadores, con todos sus núcleos combinados en rendimiento hibrido y con todo su potencial de turbo, pueden ser entre un 30 y un 50 por ciento más rápidos que la generación anterior.

 

 

 

 

 

 

 

 

El Core i5-12600K es un procesador de gama media que ahora se muestra con hasta 16 hilos de proceso con dos tipos de núcleo en su interior, pero ninguno es una hermanita de la caridad así que el rendimiento combinado, en las muchas aplicaciones que los soportaran, es bastante impresionante. El Core i5-11600K lo comparamos en su momento con los Ryzen 5 5600X, o el Ryzen 7 5800X, pero seguramente estos dos procesadores ya se le hayan quedado pequeños en cualquier aspecto. El único problema de este procesador, aunque no tenga un precio de partido más elevado que sus antecesores, es que abordar su plataforma con DDR5 y nuevas placas base será bastante más caro que en anteriores generaciones.

 

 


Cuenta con 16 hilos de proceso, y núcleos de rendimiento bastante más potentes por ciclo que la generación anterior, así que modelos de 12 hilos o 16 hilos de AMD, que seguían siendo seguramente la mejor opción hasta ahora, quedan destronados fácilmente por este nuevo modelo en todas y cada una de las pruebas que hemos ejecutado en nuestra batería habitual.

Solo el precio de la plataforma completa y una reacción de AMD en algún lanzamiento temprano podrán parar esta evolución notable de rendimiento en los nuevos procesadores Core de duodécima generación de Intel.

 

 

 

 

 

 

Algo que sinceramente esperaba, por esos consumos elevados en turbo que ofrecen estos procesadores, y por el añadido de núcleos e interfaces de estos procesadores, es que las temperaturas de trabajo de estos nuevos modelos fuera elevada y preocupante pero lo cierto es que con un kit de refrigeración líquida, con velocidades de ventilador muy moderadas, podemos encontrar temperaturas cercanas a los 72 grados, sin nada especial en nuestro montaje salvo el radiador de 360mm de nuestro CoolerMaster MasterLiquid FLUX FL360.

 

 


Este procesador viene de serie con un perfil energético PL2 de 150w, algo por encima de su TDP de 125w que sería su modo PL1. A este consumo máximo podemos lograr velocidades estables de 4.6GHz en sus P-Core y 3.7GHz en sus E-Core con consumos de 140-145w reales. El procesador requiere unos 1.3v variables en este estado y la estabilidad es total y el rendimiento notable.

Si queremos acceder a sus frecuencias más elevadas, de 4.9GHz, debemos liberar el modo PL1 con consumo de hasta 250w, que en realidad en este modelo ronda los 190w reales. Con este potencial añadido de consumo sumamos algunas RPM más de ventilador, pero las mismas temperaturas estables y tenemos picos de frecuencia muy estables de 4.9GHz con una ganancia de rendimiento sustancial y manteniendo los voltajes en unos adecuados 1.3v.

 

 

 

 


Si queremos hacer overclocking en estos procesadores tenemos varias opciones, desde desactivar los núcleos E para intentar afinar todo lo que podamos los núcleos P, hasta jugar con desviaciones de turbo por núcleo, o multiplicadores fijos o tocar también los buses como el principal. En estos pocos días no he podido hacer todas las decenas de combinaciones que ofrecen estos procesadores, pero si tengo algunas cosas bastante claras.

Desactivar los E-Core no supone más que perdida de rendimiento, con refrigeración convencional los P-Core no suben más de lo que podemos lograr con los E-Core también activos y estos, en computación hibrida, añaden hasta un 25% más de rendimiento lo que será insalvable por muy rápidos que queramos que sean los P-Core. Otro hecho es que subir de frecuencia a los E-Core, hasta los 4GHz, no llegan a más, supone una mejora del 3% en el rendimiento global. Otro hecho que he podido constatar, es que en nuestra unidad pasar de los 5GHz es casi imposible, por mucho voltaje que apliquemos, pero sí que podemos forzar a todos los núcleos a esta frecuencia, de forma estable, logrando buenos resultados de rendimiento.

Consumo en reposo

Consumo en carga

Temperatura en reposo

Temperatura en carga

A pesar de que algunas de las cosas más llamativas de estos procesadores, como el PCI Express 5.0, es virtualmente imposible de probar en la actualidad, lo cierto es que estos procesadores vienen con mejoras importantes en sus propias capacidades que se ven potenciadas con un ancho de banda desconocido en este rango de precios y de procesadores para entornos de gama media.

Los resultados son espectaculares en todos los benchmarks, con uno o múltiples núcleos, y las mejoras en juegos también son sensibles. Hay que ser categóricos, son una mejora importante y por fina un gran salto de Intel con respecto a su competencia. Otra cosa es que el objetivo fundamental de los E-Core, que es ahorrar energía, quede ensombrecido por el rendimiento puro y no tengamos presencia de esa mejora de gestión que seguramente no veremos plasmada en datos y experiencia hasta que esta arquitectura llegue al entorno portátil a principios del año que viene.

Máquina de pruebas:

Sisoft Sandra. Aritmética

Sisoft Sandra. Multimedia

Sisoft Sandra. Ancho de banda memoria

Cinebench R20 CPU

Cinebench R15 SMP

Cinebench R15 1xCPU

Handbrake. Menos es mejor.

Geekbench 5 Single

Geekbench 5 SMP

Geekbench 4 Single

Geekbench 4 SMP

Pruebas en juegos. 1080 con Geforce RTX 3070. Battlefield 1

Pruebas en juegos. 1080 con Geforce RTX 3070. Doom Eternal

 

Pruebas en juegos. 4K con Geforce RTX 3070. Battlefield 1

 

Pruebas en juegos. 4K con Geforce RTX 3070. Doom Eternal


Es la primera vez en varios años que vemos dar a Intel un verdadero golpe sobre la mesa que coloque a sus procesadores como lideres sin disputa con respecto a los procesadores de su más directa competencia. Estos modelos, aparte del juego que dan de consumos, turbos y nuevos interfaces, son sensiblemente más rápidos por ciclo que sus generaciones anteriores y además cuentan con más núcleos que, aunque algunos están diseñados para consumir menos, aportan mucho empuje en las aplicaciones y benchmarks que sean capaces de aprovecharlos.

 

 


El Core i5-12600K, con las memorias adecuadas, y sin overclocking, es una autentica bestia que deja en evidencia a su competencia más directa con más núcleos reales que él y ya no digamos al modelo directo que sería el Ryzen 5 5600X al que aplasta en cualquier benchmark de 1 o varios hilos de proceso simultaneo. Algo parecido nos ocurre en nuestra review de su hermano mayor, el Core i9-12900K.

Aparte de eso no se si realmente en el mercado sobremesa sabremos aprovechar estos nuevos núcleos eficientes, quizás no tengamos ni que darnos cuenta de que los estamos aprovechando, pero temo que en esta y en otras reviews no serán más que capacidad de cómputo añadida a la ecuación. Sea como fuere este es el futuro de la arquitectura x86 que con varios años de retraso se va a ver abocada a copiar un modelo de núcleos de más rendimiento y otros más eficientes para competir en un mercado cada vez más difuso y fragmentado. Al menos el comienzo de Intel en esta arquitectura parece prometedor.