Gigabyte NVIDIA GeForce RTX 3050 Eagle 8G Review

Las nuevas gráficas GeForce RTX 3050, , como la Gigabyte NVIDIA GeForce RTX 3050 Eagle 8G de esta review, con sus GPU LHR (Lite Hash Rate), intentan esquivar a los mineros de criptomonedas para mejorar el estado del mercado real de estos productos, los jugadores. Son chips de menos potencia, que aprovechan los algoritmos de mejora de rendimiento como el DLSS de NVIDIA o el AMD FSR para ofrecer rendimiento adecuados en la resolución de juego más habitual, que es 1080p.

 

 


Dentro de la configuración de un chip de gama de entrada como este, que aun así no podremos encontrar por menos de 400 euros, las nuevas RTX 3050 tienen la ventaja que heredan todas las prestaciones de esta generación de graficas Ampere de NVIDIA. Esto añade un buen puñado de prestaciones que la hacen destacar con respecto a generaciones anteriores, aunque ciertamente no con grandes mejoras de rendimiento real.


Hay una diferencia importante con sus hermanas mayores de la gama RTX 3060, y por tanto muy alejadas también de las RTX 3060 Ti, pero sus 2560 motores CUDA de última generación nos permitirán mantener niveles de rendimiento muy adecuados en resoluciones bajas y medias. El bus también se reduce, como veréis en la tabla comparativa, a los 128-Bit, pero un framebuffer adecuado de 8GB de RAM y un interfaz rápido, PCI Express 4.0 16x, con lo que los niveles de calidad y especificaciones están dentro lo que podemos esperar de esta generación. 

La generación anterior más cercana seria la GeForce GTX 1660 Super, que no es generación Raytracing cosa que esta si, y la supera ampliamente en motores CUDA, más de 1000 unidades más y de dos generaciones superiores. Cuenta con más RAM, menos bus de datos, ya que la 1660 Super tiene 192-Bit, pero en el resto de las prestaciones esta generación es muy superior. La media de rendimiento, sin embargo, no tiene ese efecto en los benchmarks y en muchos juegos, sobre todo los más habituales con gráficos menos “exigentes” el rendimiento de este modelo tiene una media de mejora del 5% con respecto a la GeForce GTX 1660 Super. Los que esperaran también mejor rendimiento que una GeForce RTX 2060 lamento confirmarles que no es el caso.


Los consumos también son similares a los modelos que ya hemos comentado, manteniéndose esta nueva referencia en los 130w de consumo, la GTX 1660 Super anda en los 125w y la RTX 2060 sube hasta los 160w. Son datos buenos en cuanto a eficiencia, pero como digo el rendimiento no es nada que nos vaya a sorprender y su precio real de mercado sigue siendo elevado.

Características técnicas de la Gigabyte NVIDIA GeForce RTX 3050 Eagle 8G

  • Memoria: 8GB GDDR6
  • Motor Gráfico: GA106(LHR)
  • Bus: PCI Express 4.0 16x
  • Interfaz de memoria: 128-Bit
  • Frecuencias base: 1552MHz
  • Frecuencia Boost: 1777 MHz
  • Velocidad de la memoria: 14Gbps
  • Pantallas totales: 4
  • Soporte HDCP: 2.2
  • Consumo TDP: 130w
  • Conectividad: DisplayPort x 2 (v1.4a) / HDMI 2.1 x 2
  • Fuente de alimentación recomendada: 450w
  • Conectores de corriente: 1x8 pines PEG
  • Dimensiones: 213mm x 120mm x 41mm

 

 

 

 

 

Esta es la segunda generación de tarjetas RTX de NVIDIA, que viene con nuevo proceso de fabricación de 8nm de Samsung, y mejoras importantes en la arquitectura. Dentro de las mejoras introducidas en esta generación la RTX 3050 es ahora la más básica de la gama de NVIDIA, por detrás del resto de modelos como la RTX 3060, RTX 3070, RTX 3080, etc.  Uno de los ejemplos lo encontramos en la memoria utilizada, que se reduce a GDDR6 (como en la RTX 3070) frente a la GDDR6X de última generación de la RTX 3080 y RTX 3090. La velocidad del bus de datos baja hasta los 14GBps, frente a los 19Gbps de sus hermanas mayores y eso, sumado al bus también más recortado de 128-Bit, la coloca en anchos de banda de 224GBps como modelos de gamas bajas de generaciones anteriores, con más de 3 años en el mercado.

Este modelo disfruta también de los nuevos RT Core (20 unidades) de segunda generación que son capaces de doblar la potencia de cálculo de intersecciones triangulares sobre la generación anterior. Además, se introduce la posibilidad de calcular por hardware efectos muy extendidos como el Motion Blur. Los Tensor Core (80 unidades en este modelo) también entran ya en su tercera generación y lo hace reduciendo el número de unidades disponibles en la GPU, pero aun así cuadruplicar la capacidad de proceso de todo el sistema en cuanto a cálculo de matrices dispersas orientadas a IA.

La RTX 3050 competirá realmente con GeForce GTX 1660 Super y se sitúa entre medias de la GeForce GTX 1070 y la GeForce GTX 1070 Ti en cuanto a rendimiento medio se refiere. La generación anterior no tuvo modelo “50” así que no podemos comparar esta generación con las primeras RTX donde el modelo más básico fue la RTX 2060 ahora ampliada con el modelo RTX 2060 12G y superada por la RTX 2060 Super.


Estos nuevos chipsets también tienen otra prestación importante que hace que sistemas como el DLSS de Nvidia sea aún más eficiente. La concurrencia de hilos de proceso entre las unidades Tensor y Shaders, desarrollado en la versión DLSS 2.3 de esta tecnología, permite generar imágenes de más resolución y con más detalle con menos carga de proceso para la gráfica logrando en estos modelos mejoras de rendimiento de hasta el 60% en algunos juegos.


NVIDIA Reflex y NVIDIA Studio también son novedades en esta generación, aunque también estarán disponibles al menos para las tarjetas RTX 20 con actualizaciones de drivers que llegarán pronto. NVIDIA Studio hará las delicias de los streamers convirtiendo sus tarjetas en sistemas inteligentes capaces de generar una pantalla verde y completas personalizaciones de entorno gracias a las capacidades IA de estas tarjetas. NVIDIA Reflex está destinado a mejorar las latencias con mediciones en tiempo real si además disponemos de la nueva generación de monitores Nvidia Gsync de 360Hz. Reflex permite a la GPU recibir información de la CPU incluso antes de haber llegado a renderizar el fotograma anterior lo que reduce las latencias más allá de la anterior tecnología de Nvidia denominada NULL (Nvidia Ultra Low Latency) y requiere de adaptación por parte del desarrollador, el juego debe ser compatible.

RTX IO es otra de las mejoras que permitirá descargar al procesador central de la descompresión de contenidos desde los medios de almacenamiento. Esto se hará ahora, en juegos preparados, directamente desde la GPU, mejorando según NVIDIA, los tiempos de carga de forma sustancial.


Otros cambios sustanciales sobre la generación anterior es que ahora la tarjeta tiene soporte para PCI Express 4.0 logrando el doble ancho de banda hacia la CPU. Tendremos un total de 31.5GBps de ancho de banda, el doble que, en la generación anterior, manteniendo eso sí, el soporte para generaciones anteriores como el PCI Express 3.0.

 

De la GeForce RTX 3050 no encontraremos modelo de referencia así que podemos decir que para Gigabyte este modelo es el más básico de esta generación. Tiene una hermana con la denominación OC que añade un puñado de MHz a la frecuencia “boost” de referencia para esta GPU, concretamente unos ridículos 15MHz que seguramente luego no queden en nada si aumentamos el margen de la alimentación de la tarjeta para que desarrolle todo su potencial dentro de su consumo configurado en VBIOS.

Es una tarjeta gráfica compacta pero bien realizada donde se ha dado mucha importancia a que cuente con un buen sistema de disipación que además cuenta con modo de parada completa para los ventiladores cuando la tarjeta está en reposo. Es una prestación básica para mí que se agradece ya que no solo mejora el comportamiento sonoro, sino que alarga la vida de la tarjeta, al menos en cuanto a los ventiladores se refiere.

Un modelo además compacto con unas dimensiones de tan solo 213mm de largo, 120mm de ancho y 41mm de largo, para dos slots. Con este diseño podemos contar con ella como una buena aliada para montajes de juegos ligeros en sistemas muy compactos donde además queramos cuidar el consumo para mantener las temperaturas a raya en espacios muy compactos.

En el frontal encontraremos dos puertos Displayport 1.4a, con capacidad 8K, y otros dos puertos HDMI 2.1 con VRR y capacidad también para resoluciones de 8K con hasta 120Hz de frecuencia vertical. Es una configuración poco habitual, pero se agradece tener más variedad de puertos HDMI, normalmente las gráficas solo incluyen uno porque cada puerto tiene un coste adicional con este interfaz (royalties).

La configuración de disipación es muy interesante porque combina un disipador de aluminio de generosas dimensiones con heatpipes de cobre de contacto directo, thermal pads de calidad para elementos secundarios y dos ventiladores de 90mm con para completa en reposo, pero también con giros invertidos, en oposición el uno al otro, para eliminar puntos “ciegos” en el flujo de aire dentro del radiador. Es la configuración que esperaríamos en una gama alta de Gigabyte y aquí la tenemos también.

La gráfica cuenta también con un backplate, de plástico, que le da un acabado bonito y esta perforado para permitir flujo de aire hacia la parte posterior de la tarjeta. Se alimenta de un único conector PEG de 8 contactos que proporciona hasta 150w, más de los que necesita la tarjeta y que le permite tener un margen de 10% más de alimentación para overclocking manual o automático. No cuenta con ningún led, cosa que yo personalmente no echaría de menos.

Toda la gama Ampere de NVIDIA nos ha proporcionado las mismas sensaciones, sean modelos de referencia o no, son GPUs holgadas que no vienen exprimidas de fábrica. Este modelo en concreto, con configuración de referencia, desarrolla hasta 1777MHz en Boost, pero lo cierto es que sin tocar nada la veremos trabajar por encima de los 1830MHz de forma estable. Es decir, desarrolla más potencia gracias al equilibrio entre consumos y temperaturas generales y de “hot spot” que en este modelo ronda los 78 grados centígrados.


Si aprovechamos el 10% de margen de alimentación que Gigabyte nos ofrece en la configuración de VBIOS podemos estabilizar la tarjeta más cerca de los 1930MHz que de los 1830MHz sin impacto en ruido y ligero aumento de consumo. Son buenos datos ya que suponen un 8% de mejora en el rendimiento de la GPU, que no de toda la tarjeta ya que la memoria no la tocamos y el bus de datos siempre es importante.

Si queremos ir más allá podemos rondar los 2050MHz de forma estable tocando algo las frecuencias de trabajo máximas de las tarjetas, añadiendo 200MHz sobre la configuración de frecuencia de fábrica. Esto es sin tocar voltajes y consiguiendo una mejora interesante de rendimiento de GPU, de casi un 8% más sobre el rendimiento normal de la tarjeta. Las temperaturas de trabajo son siempre buenas, por debajo de los 70 grados, con una frecuencia de unas 1500rpm al 70% de las capacidades de sus ventiladores.

Captura térmica en reposo:

Captura térmica en carga:

 

Equipo de pruebas: 

Death Stranding


Mechwarrior 5: Mercenaries


Control


Cyberpunk 2077

 

Ashes of the Singularity (DX12) 1080

 

 


DOOM (Vulkan) ultra 1080

 

 

 

 


Halo Wars 2 (DX12) ultra 1080

 

 

 

 


Ghost Recon Wildlands (DX11) ultra 1080

 

 

 

 


Total War: Warhammer (DX12) ultra 1080

 

 

 

 


Battlefield 1 (DX12) ultra 1080

 

 

 

 


StarWars BattleFront 2 ultra (DX12) ultra 1080

 

 

 

 


Battlefield V (DX12) ultra 1080

 

 

 

 


Doom Eternal ultra 1080

 

 

 

 


Flight Simulator Ultra 1080

 

 

 

 


Ashes of the Singularity (DX12) 1440

 

 

 

 


DOOM (Vulkan) ultra 1440

 

 

 

 


Halo Wars 2 (DX12) ultra 1440

 

 

 

 


Ghost Recon Wildlands (DX11) ultra 1440

 

 

 

 


Total War: Warhammer (DX12) ultra 1440

 

 

 

 


Battlefield 1 (DX12) ultra 1440

 

 

 

 


StarWars BattleFront 2 ultra (DX12) ultra 1440

 

 

 

 


Battlefield V (DX12) ultra 1440

 

 

 

 


Doom Eternal ultra 1440

 

 

 

 


Flight Simulator Ultra 1440

 

 

 

 


3DMark Firestrike

 

 

 

 


3DMark Firestrike Ultra

 

 

 

 


VRMark Orange Room

 

 

 

 


VRMark Cian Room

 

 

 

 

 

 

Teniendo en cuenta que este chipset no podremos comprarlo, por ahora, por debajo de los 400 euros, lo cierto es que puede parecer mucho para algo más de rendimiento que una GTX 1660 Super, quizás cerca de una 1070 Ti con algo de ayuda de overclocking. Las GTX 1660 Super ahora mismo se venden por encima de los 450 euros así que parece en cierto modo una “ganga”.

Se que no consuela, el mercado esta como esta y jugar con PC se ha vuelto cada vez más exclusivo pero las cosas como son y siempre nos quedan otras opciones, como buscar algo decente de segunda mano. Sea como fuere este chipset no ofrece gran rendimiento, pero llegará a un mercado que necesita alternativas que no sean atractivas para los mineros pero que puedan aprovechar los algoritmos más modernos como el DLSS, y esta tarjeta tiene los Tensor Core para ello, para ofrecer rendimientos adecuados a las resoluciones más habituales.