AMD Ryzen 7 7700X Review

AMD inicio la escalada de núcleos en procesadores de ordenadores personales domésticos hace ya algunas generaciones, concretamente con la entrada en el mercado de los primeros Ryzen. Ciertamente parece que esa carrera está completamente estancada, los procesadores presentados hoy tienen la misma configuración de núcleos que tuvieron esos pocos procesadores Ryzen de primera generación.

El AMD Ryzen 7 7700X, de esta review, es heredero de ese primer Ryzen 7 1800X con el que AMD sorprendió sobre todo a la comunidad de jugadores. Un procesador con una multitarea muy capaz, pero a la vez con modos turbo de frecuencia elevada en algunos de sus núcleos lo que lo hacía brillar igualmente en juegos que no fueran capaces de aprovechar sus 16 hilos de proceso.

La fórmula no ha cambiado después de todos estos años, pero si ha avanzado la tecnología y lo que AMD no ofrece en más núcleos, quizás con acierto porque las aplicaciones no han evolucionado del modo que seguramente esperábamos, lo que si encontraremos en esta nueva generacion en mucha más capacidad de proceso, nuevas prestaciones, más capacidad multimedia, una conectividad sorprendente y acceso a memorias rápidas de última generación.

Hoy he probado dos procesadores Ryzen 7000, acabaremos probándolos todos en Geeknetic, eso por descontado, pero seguramente, como en cada generación, para mí el procesador más equilibrado de la gama será este modelo de 8 núcleos que, por su numeración, seguramente se vea en algún momento superado por un hermano Ryzen 7 7800X con el que AMD se guarde alguna carta de cara a competir con nuevos procesadores Intel Core de decimotercera generación. 

No voy a entrar en los detalles de la arquitectura Zen 4 en este artículo de análisis de producto, mi compañero Antonio lo ha hecho a las mil maravillas en este artículo que os recomiendo leer, pero sí que es importante que podáis conocer las claves de las mejoras de estos nuevos procesadores de AMD donde tanto el cambio de arquitectura como el cambio de tipo de socket tienen mucha influencia.

El Ryzen 7000 tiene cinco pilares en su construcción, todos ellos novedosos. Está basado en la arquitectura Zen 4 de AMD, que profundiza en la mejora de rendimiento por ciclo, está basado en un proceso de fabricación FinFET de 5nm de TSMC, esta soportado por un nuevo Socket que cambia del formato uPGA a LGA1718, introduce la tecnología PCI Express 5.0 por primera vez en procesadores AMD y soporta también memoria DDR5 de última generación.

El AMD Zen 4, como las generaciones anteriores, está basado en un sistema de chiplets compuesto por uno o dos CCD que contienen hasta 8 núcleos por unidad, los CCD se acompañan de un gestor de comunicaciones denominado IOD. En esta generación el CCD tiene mejoras, pero también el IOD, que ahora está fabricado en 6nm y trae consigo funcionalidades extendidas como gráficos integrados, conectividad PCI Express 5.0, USB 4.0, etc.

Los CCD del Ryzen 7000, basados en Zen 4, tienen mejoras importantes en la capacidad de proceso por ciclo, su nueva cache de nivel 2 que se ha doblado por núcleo hasta alcanzar 1MB por núcleo de proceso, añade nuevas prestaciones en cálculos con instrucciones AVX-512 y mantiene los 32MB de cache de tercer nivel de alta velocidad compartidas por núcleo. Lo que ha logrado AMD con esta generación es un doble efecto, por un lado, se mejora de media un 13% la capacidad de proceso por ciclo y por otro lado se aumentan las velocidad turbo sostenidas del procesador hasta los 5700MHz, 800MHz más de media que la generación anterior. Eso combinado se traduce en los resultados que veremos luego durante nuestras pruebas.

Hemos hablado del procesador, de su proceso de fabricación renovado que le permite más cache y frecuencia, pero el cambio de socket también es un elemento importante. Con un diseño LGA AMD ha podido introducir mejoras importantes en el sistema de alimentación del procesador además de poner las bases para que este socket, como ya hizo el AM4, pueda dar vida a varias generaciones de nuevos procesadores que están por llegar. Además, su diseño de die de 40x40mm ha permitido a AMD mantener la compatibilidad de este socket con cualquier disipador existente para procesadores basados en AM4.

El AM5 permite a AMD introducir nuevas capacidades de alimentación para el procesador, con hasta 230W de entrada, que veremos aprovechar en diseños de placas base con 20 o más líneas de alimentación para estos procesadores. Se añaden no solo más potencia sino también mejores métodos de control inteligente de la alimentación del procesador, eso se traduce en un funcionamiento más eficiente y estable, con nuevos estados de carga que permiten un mejor control dependiendo de condiciones más complejas del uso del procesador.

Veremos en esta generación de placas algunos modelos que cuentan incluso con “osciloscopio” integrado ya que este socket permite una telemetría completa de casi cualquier aspecto de sus elementos de alimentación, incluido el regulador de voltaje.

El AM5 añade más patillaje y eso le permite a AMD añadir otras prestaciones como conectividad gráfica y de sonido, conectividad USB añadida y también más líneas PCI Express, estos procesadores por fin superan la barrera de las 24 líneas para ofrecer un total de 28 líneas PCI Express que además en esta generación son de tipo PCI Express 5.0.

Esta es la parte que más me gusta de los artículos de procesadores, y con el AMD Ryzen 7 7700X entrar en detalles es empezar a soltar mucha información interesante. Empecemos por las claves principales y luego ya iremos por otros elementos secundarios, pero quizás tanto o más interesantes.

El AMD Ryzen 7 7700X está basado en la arquitectura Zen 4 de AMD, fabricado mediante un proceso FinFET de TSMC de 5nm con un IOD fabricado mediante un proceso de 6nm. Está basado en el nuevo socket AM5 de AMD y dispone de 8 núcleos (16 hilos de proceso) en un solo CCD con 32MB de cache de tercer nivel. El número de núcleos se traduce en 8MB de cache L2 y 32MB de cache L3 lo que nos da un total de 40MB de cache en este procesador. Su TDP es de 105W y con este perfil de energía es capaz de desarrollar hasta 5.4GHz (Precision Boost 2) en modo turbo con una base para todos sus núcleos de 4.5GHz.

Si queremos una comparación rápida, el Ryzen 7 5700X que probamos hace algunas semanas tenía un modo turbo de 4.6GHz, 800MHz menos, aunque con un TDP más elevado, aunque también similar al Ryzen 7 5800X que tiene el mismo modo de frecuencia turbo máximo de 4.6GHz. Esto significa que no solo es más rápido por ciclo, algo más rápido, sino que sus frecuencias turbo sostenidas serán muy superiores y eso se traduce en una mejora de rendimiento importante. Todos los Ryzen, como ha sido siempre, vienen con el multiplicador liberado para cualquiera de los chipsets compatibles.

El AMD Ryzen 7 7700X, con su IOD de última generación, es capaz de ofrecernos otras mejoras sobre todo en el ámbito conectivo. Este procesador soporta hasta 128GB de RAM, al menos con los módulos existentes actualmente en el mercado, con 5200MTs en doble canal de 128 bit (32-Bit x 4) en cuatro bancos de memoria. El soporte EXPO nos permite ahora aislar el bus Fabric del procesador con el chipset de la unidad de memoria.

La conectividad PCI Express mejora tanto en tecnología, ahora es de tipo PCI Express 5.0, como en el número de líneas que ahora pasan de 24 a un total de 28 líneas disponibles, cuatro dedicadas al chipset y 24 disponibles para gráficos y almacenamiento (por ejemplo).

El IOD incluye ahora, por primera vez en los Ryzen convencionales (no APU) una gráfica RDNA2 con dos núcleos y una frecuencia máxima de 2200MHz. Este añadido no solo nos facilita la gestión del procesador, sino que además nos permite disponer de una conectividad USB-C completa. Esta grafica añade en estos procesadores capacidad de codificación y decodificación en formatos H.264 y HEVC con capacidad de decodificación de formatos AV1 por hardware.

El AMD Ryzen 7 7700X soporta dos conectores USB 4.0 con hasta 40Gbps de ancho de banda donde se añade Displayport Alternate Mode lo que nos permite añadir dos pantallas de resolución 4k a 60Hz. El IOD también dispone de conectividad HDMI 2.0 integrada, con soporte 4k, para un total de tres pantallas. La conectividad USB se complementa con hasta cuatro puertos USB 3.2 Gen2 de 10Gbps y un puerto USB 2.0 de servicio.

Es compatible con todos los chipsets de esta generación, desde el X670 hasta el B650 y también las versiones Extreme de ambos modelos. Soporta hasta 95 grados de temperatura en trabajo estable antes de throttling, algo más que las generaciones anteriores, y ahora os mostraremos cómo se comporta en funcionamiento y cuáles son sus capacidades de overclocking. Luego nos centraremos en la batería de pruebas.
 

Este procesador presenta su mejor comportamiento cuando conseguimos que su temperatura de trabajo ronde los 50 grados. Esta tarea no será fácil puesto que tiene un consumo de más de 100w así que necesitaremos de un buen kit de refrigeración líquida con ventiladores especialmente diseñados para esta tarea.

Su velocidad estable en Windows, en el modo de alto rendimiento, ronda los 5.3GHz de forma estable y en nuestro caso la temperatura ronda los 40 grados con una temperatura ambiente de 22 grados centígrados y el consumo real es de unos 60W de media, en modos de reposo o uso medio, el consumo puede caer a menos de 30W y las frecuencias bajar de los 4GHz. 

En su funcionamiento estándar, sin tocar multiplicadores o voltajes, el voltaje ronda los 1.36v y los modos de carga intensa (carga de estrés mediante OCCT) se mantienen por encima de los 5GHz, concretamente 5150MHz para todos los núcleos. El consumo real aumenta hasta los 130W de forma estable y las temperaturas se estabilizan en los 95 grados soportados por el procesador. La clave para sacar más rendimiento de los Ryzen 7000 estará ahí, poder bajar de estas temperaturas para que los modos turbo aumenten.

Nosotros hemos usado un kit de refrigeración líquida con radiador de 360mm, bomba de frecuencia variable y tres ventiladores Be Quiet! Silent Wings Pro 4 a su máxima capacidad, son algunos de los ventiladores con mejor relación de frecuencia de trabajo y presión estática del mercado. Con ellos hemos conseguido superar los 2000 puntos en Cinebench R23 con un solo núcleo. Ninguno de los modelos lanzados hoy de Ryzen 7000 incluyen ventilación de serie.

La capacidad de overclocking de estos modelos es limitada, como la de sus hermanos de generaciones anteriores. Nosotros hemos conseguido mantener una frecuencia estable de 5.5GHz en todos los núcleos, sin tocar voltajes, manteniendo temperaturas más adecuadas, en este tipo de aplicaciones, sobre los 75 grados. Este tipo de aplicaciones tienen cargas más optimizadas y someten a menos estrés al procesador.

Overclocking limitado, más o menos dentro de las especificaciones del procesador, y que realmente no añade mucho rendimiento a los resultados en benchmarks o juegos. Esta generación está bien optimizada de fábrica y si queremos overclocking de verdad, para romper algún récord, necesitaremos bajar mucho las temperaturas de trabajo, algo que no lograremos con los medios habituales.

Consumo en reposo

Consumo en carga

Temperatura en reposo

Temperatura en carga

 

 

Hemos comparado este procesador con el otro Ryzen 7000 que hemos tenido en nuestro laboratorio durante la fase de pruebas. Se trata del poderoso AMD Ryzen 9 7950X de 16 núcleos, del que podéis encontrar aquí nuestro análisis completo.

El salto generacional es importante, tanto en las prestaciones directas que se ven en el análisis, que hablan por sí solas, como en las secundarias, esos subsistemas que no se ven tan directamente y eso que todavía no podemos disponer en el mercado de unidades de almacenamiento PCI Express 5.0 que supondrán una mejora importante en este sentido.

El procesador es poderoso, tanto en aplicaciones propias del rendimiento del procesador, como en juegos. Hay un nuevo rey solo superado por su hermano mayor y otros procesadores de muchos núcleos y únicamente en esas aplicaciones donde podemos sacar partido a toda esa cantidad de proceso en paralelo.

Con este nuevo procesador AMD vuelve a dar un puñetazo sobre la mesa introduciendo nuevos niveles de rendimiento desconocidos, con una importante mejora sobre cualquier competidor y sobre sus propios procesadores de quinta generación.

Máquina de pruebas:


Sisoft Sandra. Aritmética


Sisoft Sandra. Multimedia

 

 

 

 


Sisoft Sandra. Ancho de banda memoria

 

 

 

 


Cinebench R20 CPU

 

 

 

 


Cinebench R23 SMP

 

 

 

 


Cinebench R15 SMP

 

 

 

 


Cinebench R15 1xCPU

 

 

 

 


Handbrake. Menos es mejor.

 

 

 

 


Geekbench 5 Single

 

 

 

 


Geekbench 5 SMP

 

 

 

 


Geekbench 4 Single

 

 

 

 


Geekbench 4 SMP

 

 

 

 


Pruebas en juegos. 1080 con Geforce RTX 3070. Battlefield 1

 

 

 

 


Pruebas en juegos. 1080 con Geforce RTX 3070. Doom Eternal

 

 

 

 


Pruebas en juegos. 4K con Geforce RTX 3070. Battlefield 1

 

 

 

 


Pruebas en juegos. 4K con Geforce RTX 3070. Doom Eternal

 

 

 

 

 

 


El precio recomendado de este nuevo procesador ronda los 400 euros, algo más ahora que acaba de salir al mercado y la demanda superara ampliamente a la oferta. Sus 8 núcleos y 16 hilos de proceso no suponen ninguna novedad, pero AMD ha introducido mejoras de diseño que implican más rendimiento por ciclo y un diseño más eficiente y con mejor alimentación que permite a estos procesadores sostener frecuencias turbo muy superiores. Todo eso combinado se traduce en los resultados que habéis visto. 

Para mi este procesador confirma lo que decía al principio de este análisis. El modelo de 8 núcleos, si nos lo podemos permitir, es el modelo más equilibrado de la gama. Si necesitas más núcleos puedo entender que vayas a por los modelos más potentes, pero por consumo, rendimiento y prestaciones el AMD Ryzen 7 7700X vuelve a ser el procesador que tenemos que comprar si queremos equilibrio entre precio y prestaciones.