Samsung lleva a Gamescom 2025 sus nuevos Odyssey G7 de gran formato y ecosistema 3D sin gafas
por Manuel Naranjo Actualizado: 20/08/2025 3 Gamescom 2025Colonia vuelve a ser territorio gamer y Samsung ha aprovechado la Gamescom 2025 para enseñar algo más que “otro monitor”. La marca ha llevado nuevos Odyssey G7 de gran formato, ha dado aire a su ecosistema 3D sin gafas y se ha apoyado en acuerdos con editoras y estudios para que todo esto no se quede en un escaparate, sino en experiencias reales.
Odyssey G7 G75F: del 37” 4K al primer 40” WUHD de Samsung
La novedad más visible es el Odyssey G7 (G75F) en dos tamaños poco habituales en sobremesa:
- 37 pulgadas 4K UHD (3840 × 2160 píxeles, 16:9), una diagonal “grande pero doméstica” que cabe en mesas normales y rinde tanto en juego como en trabajo.
- 40 pulgadas WUHD 5K2K (5120 × 2160 píxeles, 21:9), el primer modelo de este tipo en Samsung, pensado para quien busca más ancho de trabajo y una inmersión superior sin irse al ultrapanorámico extremo.
Ambos amplían la oferta por encima de los 32” y por debajo de los 43”, ese hueco en el que muchos usuarios quieren más pantalla sin sentir que han montado una tele.

Multitarea real y HDR con cabeza
Más allá de la resolución, el G75F llega con PBP (Picture by Picture) y PIP (Picture in Picture), que son algo más que jerga: poder dividir la pantalla o superponer fuentes sin pelearte con cables y ventanas es clave si streaméas, trabajas con varias máquinas o comparas contenido en paralelo.
En calidad de imagen, suma certificación VESA DisplayHDR 600 y brillo típico de 350 nits. Traducido: un pico de 600 nits cuando toca (para resaltar luces en HDR) y un nivel sostenido de brillo cómodo para el día a día. Se completa con HDR10+ Gaming, que ajusta dinámicamente escena a escena para no depender de un mapeo de tonos genérico.

Suavidad, menos tearing y luz ambiente a juego
En el apartado de juego, la base la pone AMD FreeSync Premium Pro, que reduce cortes y desincronizaciones cuando la tasa de frames baila. El toque estético se lo queda CoreSync, la retroiluminación que sincroniza el color con lo que está en pantalla y ayuda a extender la escena por la pared. Y en la parte práctica, Auto Source Switch+ evita el baile de mandos: conectas algo o lo enciendes y el monitor se entera solo.
La conectividad cubre lo habitual en 2025: DisplayPort 1.4 y doble HDMI 2.1, y el soporte ofrece ajuste de altura, inclinación y giro para cuadrar la ergonomía sin inventos.
A nivel comercial, el Odyssey G7 ya se vende en Corea y EE.UU. y llega a Europa en septiembre.
3D sin gafas que no se queda en demo: más juegos y socios
El otro frente es el Odyssey 3D (G90XF), el monitor que apuesta por 3D sin gafas. Samsung no solo enseña hardware: amplía catálogo y socios para que haya contenido. En Colonia han anunciado colaboración con Netmarble y SHIFT UP.
La gracia del 3D aquí está en el control: distancia focal ajustable y profundidad personalizable. Es decir, puedes regular cuánta “salida de pantalla” quieres según el juego y tu comodidad, algo clave para sesiones largas.
El 3D sin gafas vive o muere por el contenido. Samsung empuja su Odyssey 3D Hub, que ya suma más de 25 juegos y que, antes de fin de año, debería pasar de 50 con nombres como “The First Berserker: Khazan”, “Lies of P: Overture”, “Stellar Blade” y “MONGIL: STAR DIVE”.

Además, los días 22 y 23 de agosto han montado The World of #PlayGalaxy en Dock 2, un espacio en el centro de Colonia donde probar el 3D junto a dispositivos como el Galaxy Z Fold7. El objetivo es sencillo: que la gente lo toque, no que lo vea en un vídeo.
Más allá de la lista de siglas, la jugada es clara: pantallas grandes que sirven para jugar y trabajar, 3D sin gafas con catálogo creciente para que no se quede en anécdota y OLED donde la demo manda. Todo acompañado de números que no son casualidad: seis años como marca número uno en monitores gaming y, según IDC, 18,9 % de cuota mundial en el Q1 2025 (en Europa 24,6 %).
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