Microsoft ha desmentido que el reciente parche de seguridad de Windows 11, concretamente, KB5063878, lanzado el 12 de agosto, sea el responsable de los fallos reportados en discos SSD y HDD. La compañía asegura que, tras una investigación, no se ha encontrado ninguna relación entre la actualización y las unidades dañadas.
Los primeros casos surgieron en Japón, donde usuarios denunciaron que sus discos se corrompían al manejar archivos grandes en SSDs con más del 60% de su capacidad ocupada. Entre las marcas afectadas se mencionaron Corsair, Phison, Fikwot y Maxio. De hecho, en una nota recogida por BleepingComputer, Microsoft afirma:
“Después de una investigación exhaustiva, no hemos encontrado conexión entre la actualización de seguridad de agosto y los fallos de unidades reportados en redes sociales”.
Los fabricantes también investigan el asunto
El fabricante de controladores Phison colaboró con Microsoft en la revisión de los casos y tampoco logró reproducir los errores. Aun así, la compañía continúa monitorizando la situación y recomienda a los usuarios tomar precauciones.
Entre las medidas preventivas, sugieren usar disipadores o almohadillas térmicas para evitar el sobrecalentamiento y, en discos con más del 60% de espacio ocupado, abstenerse de mover o copiar archivos muy grandes, de varias decenas de gigabytes. Por el momento, la causa de los fallos permanece desconocida.
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