ACEMAGIC Tank M1A Pro llega con dos opciones potentes Ryzen AI Max+ 395 con 128 GB LPDDR5X o Intel Arc A770 MXM

El mundo del mini PC está dejando de ser ese rincón de oficinas y salas de reuniones. En 2025, la categoría se ha puesto seria con dos ingredientes muy concretos: gráficas cada vez más capaces en formatos pequeños y procesadores que ya no se miden solo por CPU, sino también por aceleración para inteligencia artificial. En ese caldo de cultivo entra ACEMAGIC con su serie Tank Centre, una familia que llama la atención por una decisión poco habitual: mantener un chasis similar, pero ofrecer dos rutas internas muy distintas.

La propuesta, según la propia marca, se divide en M1A PRO y M1A PRO+. El primero combina un Intel Core i9 13900HK con una GPU dedicada Intel Arc A770 en formato MXM con 16 GB de memoria GDDR6. El segundo cambia el guion y apuesta por AMD, con Ryzen AI Max+ 395, gráfica integrada Radeon 8060S y un enfoque claro en IA, con una cifra de hasta 126 TOPS para la plataforma.

Dos configuraciones que apuntan a usos distintos

La variante M1A PRO es la más fácil de entender si vienes del PC “clásico”. Un procesador potente y una GPU dedicada suelen traducirse en un comportamiento previsible en juegos y en tareas aceleradas por gráficos. ACEMAGIC especifica esa Arc A770 MXM y sus 16 GB GDDR6 como el eje del modelo, una elección que busca dar potencia gráfica sin depender de una iGPU.

El M1A PRO+ es el que rompe la expectativa. El Ryzen AI Max+ 395 se enmarca en la ola de chips orientados a IA, con CPU, GPU y NPU trabajando en conjunto. Varios medios han destacado que el planteamiento se apoya en una iGPU Radeon 8060S que, en determinadas condiciones, se ha llegado a comparar con GPUs de portátil de gama alta, siempre con el matiz de que el rendimiento real dependerá de la potencia sostenida y la refrigeración del chasis.

Aquí aparece una idea importante: una iGPU puede rendir de forma sorprendente si tiene mucha memoria rápida detrás. Y eso enlaza con el siguiente punto.

Memoria y almacenamiento, el verdadero argumento del PRO+

En la tabla comparativa de ACEMAGIC, el M1A PRO usa dos ranuras DDR5 SO DIMM, con soporte para 5200 MTs. El M1A PRO+ viene con 128 GB de memoria LPDDR5X a 8000 MTs integrada de fábrica. Son dos filosofías: la primera es flexible para ampliar, la segunda prioriza ancho de banda y un diseño pensado para exprimir la iGPU y las cargas de IA.

En almacenamiento también hay una diferencia clara. El PRO se queda en dos ranuras M.2 NVMe PCIe 4.0, mientras que el PRO+ sube a tres. En cobertura reciente se ha hablado de configuraciones que pueden alcanzar 12 TB y, según el tamaño de las unidades, incluso de la posibilidad de ir más allá en escenarios muy concretos. No es que todo el mundo vaya a montar semejante barbaridad, pero sí indica que estos equipos no están pensados para vivir con un único SSD justo.

Para alguien que edita vídeo, maneja bibliotecas grandes o trabaja con máquinas virtuales, esta parte es más decisiva que el diseño exterior. Y si el objetivo es correr modelos de IA en local, combinar capacidad y velocidad en varios SSD puede ser lo que marque la diferencia en el día a día.

Pantallas, puertos y el detalle del control térmico

Otro elemento llamativo del PRO+ es su ambición con las pantallas. Tiene soporte para hasta cuatro pantallas 8K, algo que normalmente asociamos a sobremesas más voluminosos o a estaciones compactas mucho más caras. También se menciona un selector de modos para alternar comportamiento térmico y límites de potencia sin entrar en software, una solución práctica si un día quieres silencio y otro quieres rendimiento.

En conectividad, distintas fichas y coberturas hablan de WiFi 7 y un repertorio de puertos orientado a periféricos modernos, además de lector de tarjetas para flujos de trabajo con foto y vídeo. No es lo más vistoso, pero es lo que evita tener que vivir pegado a un dock.

Precio y la duda que solo resuelven las pruebas

Como suele pasar con este tipo de mini PC “premium”, el precio es parte del debate. Según filtraciones, se habla de 2.399 dólares (unos 2.040 euros) para una configuración del M1A PRO+ con Ryzen AI Max+ 395 y 128 GB de RAM, un posicionamiento que lo acerca a portátiles de gama alta y a estaciones de trabajo compactas.

Con esas cifras, la compra ya no va de “algo pequeño para salir del paso”. Va de elegir una máquina principal que quepa en poco espacio. El modelo con Arc A770 MXM puede encajar mejor si el foco es gaming y cargas que dependen de una GPU dedicada con su propia VRAM. El modelo con Ryzen AI Max+ 395 puede tener sentido si lo tuyo es IA local, creación y tareas donde la memoria rápida y la NPU aporten, siempre que el rendimiento sostenido sea sólido y que el soporte de software acompañe.

La gran incógnita, por tanto, no es la lista de especificaciones. Es lo de siempre: cuánto rinde de verdad cuando lleva un rato a pleno esfuerzo, cómo de estable es el sistema en sesiones largas y qué tal se comportan drivers y compatibilidad en tu día a día. Ahí es donde esta serie Tank Centre puede pasar de “curiosa” a “recomendable”.

Especificaciones ACEMAGIC Tank M1A Pro y Pro+

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