AMD prepara Medusa Halo para 2027 con hasta 26 núcleos Zen 6, gráficos RDNA 5 equivalentes a una RTX 5070 Ti y soporte LPDDR6
por Manuel Naranjo 6Durante semanas sonó con fuerza la idea de que AMD había tirado la toalla con Medusa Halo. La última filtración va justo en la dirección contraria: el proyecto sigue en marcha y, si no hay cambios, vería la luz en 2027 como la APU más ambiciosa de la casa. La información llega de Moore’s Law is Dead, una de las voces con mejor radar para el hardware que viene.
Zen 6 en chiplets y litografías de última hornada
La base de Medusa Halo sería Zen 6 en formato chiplet. Los CCD (los bloques de CPU) se fabricarían en el proceso N2P de TSMC (el nodo “de lo último” previsto para esa ventana temporal), mientras que el I/O die (el chip de entrada/salida que coordina memoria, PCIe, etc.) se quedaría en N3P, también de TSMC.
El diseño “de serie” hablaría de 12 núcleos Zen 6 de alto rendimiento acompañados por 2 núcleos Zen 6 LP (low power) pensados para tareas ligeras y ahorro energético. Y habría un escalón superior con un CCD extra de 12 núcleos: en total, 24 núcleos “gordos” y hasta 26 si contamos esos dos LP. Es mucho músculo para una APU y, sobre todo, una señal de por dónde quiere empujar AMD el concepto “todo en uno”.
Si el bloque de CPU llama la atención, la GPU integrada no se queda atrás. La filtración apunta a 48 Compute Units basadas en RDNA 5 con 20 MB de caché L2. Para ponerlo en contexto, Strix Halo (la referencia actual) se queda en 40 CU. Ese salto del 20% en unidades brutas, sumado a mejoras de arquitectura, situaría el rendimiento en la órbita de una GeForce RTX 5070 Ti, siempre con el asterisco de que hablamos de estimaciones y de que el ancho de banda de memoria y los drivers tendrán la última palabra. Aun así, es una cifra que hace pensar en portátiles o mini-PC sin GPU dedicada capaces de mover juegos serios sin rubor.

Memoria: ancho de banda a la altura
Una GPU así se alimenta de ancho de banda, y aquí AMD no parece querer quedarse corta. Medusa Halo contemplaría dos configuraciones: LPDDR6 a 384 bits o LPDDR5X a 256 bits. La primera es, sobre el papel, la que debería permitir sostener a esa RDNA 5 sin cuellos de botella; la segunda tiene todo el sentido para equipos donde el objetivo sea equilibrar consumo, coste y diseño térmico. En ambos casos, la idea es clara: darle a la iGPU el caudal que necesita para no caer en el típico “va sobrada de CU pero ahogada por la memoria”.
Medusa Halo Mini: la versión para portátiles finos y SFF
Además del modelo “grande”, habría una variante Medusa Halo Mini pensada para portátiles y equipos compactos. El reparto de núcleos sería distinto: 4 Zen 6, 8 Zen 5c (los núcleos “compactos” de la generación anterior, eficientes y densos) y 2 Zen 6 LP, para 14 en total. La gráfica bajaría a 24 CU RDNA 5 con 10 MB de L2. En memoria, partiría de LPDDR5X a 128 bits con la posibilidad de subir a LPDDR6 a 192 bits según configuración. Traducido: menos bruta que su hermana mayor, pero con margen suficiente para un equipo delgado que no quiera renunciar a jugar o a cargas creativas decentes.

Qué significa esto si se cumple el plan
Si todas estas piezas encajan, Medusa Halo llevaría el concepto APU a un sitio nuevo: hasta 26 núcleos Zen 6 en CPU, RDNA 5 con números de GPU dedicada de gama media-alta, cachés generosas y controladoras de memoria pensadas para alto ancho de banda. No sería un “parche” para no montar una dGPU: sería una opción real para muchos escenarios donde hoy seguimos atados al combo CPU+GPU por separado.
Quedan dos años largos por delante y muchas decisiones de ingeniería en el medio, así que conviene mantener el escepticismo sano: los nodos de fabricación pueden moverse, las configuraciones pueden recortarse o ampliarse y los nombres comerciales casi seguro cambiarán. Pero la dirección es clara. AMD quiere que, cuando pensemos en APU, dejemos de imaginar algo “de compromiso” y pasemos a visualizar equipos compactos con rendimiento de verdad.
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