Transcend alerta de una grave escasez de memoria NAND con envíos paralizados y subidas de precios de hasta el 100 %

En el mundo del almacenamiento parecía que, por fin, volvíamos a una cierta normalidad después de años de subidas y bajadas bruscas de precios. Pero Transcend acaba de encender todas las alarmas: la compañía ha remitido un aviso interno en el que reconoce que lleva desde octubre sin recibir un solo envío de memoria flash NAND de dos de sus principales proveedores, Samsung y SanDisk. Y la situación, lejos de mejorar, apunta a ponerse todavía más fea en los próximos meses.

Transcend se queda sin chips y congela envíos y nuevas ofertas

Según esa comunicación interna, compartida por un distribuidor en X, la cadena de suministro de Transcend está prácticamente en punto muerto. Sin chips NAND entrando en fábrica, la disponibilidad de sus SSD, tarjetas de memoria y unidades externas se ha desplomado. La empresa reconoce que la falta de suministros ha afectado de lleno a su capacidad para atender pedidos y mantener su catálogo con normalidad.

La respuesta ha sido drástica: Transcend ha decidido suspender temporalmente las nuevas cotizaciones y detener las entregas salientes desde el 7 de noviembre mientras decide cómo reajustar precios y compromisos. No es un movimiento aislado. Otros nombres importantes del sector, como Innodisk o Apacer Technology, también han optado por pisar el freno y revisar de arriba abajo sus contratos antes de seguir enviando producto.

Qué está pasando con la memoria NAND: hiperescaladores primero, el resto después

La carta de Transcend permite asomarse a lo que está ocurriendo en el mercado de la memoria flash NAND. La compañía explica que el cuarto trimestre se ha complicado por un aumento muy fuerte de la demanda por parte de grandes centros de datos e hiperescaladores, esos gigantes que levantan granjas de servidores para los principales proveedores de servicios en la nube.

En la práctica, eso significa que los grandes clientes corporativos han pasado a estar por delante de todos los demás. Los principales fabricantes de chips (entre ellos Samsung y SanDisk) están priorizando su capacidad de producción para abastecer primero a estos proyectos, dejando a los fabricantes de módulos y a los productos de consumo general con una porción mucho más pequeña de la tarta. Cuando las obleas no dan para todos, el orden de preferencia está bastante claro.

Subidas de hasta el 100 % en pocas semanas

El resultado directo de esta tensión entre oferta y demanda es una escalada de precios que Transcend califica de “anormal”. En su aviso habla de incrementos de costes que, solo en la última semana, han oscilado entre el 50 % y el 100 %, y de una tendencia al alza que sigue acelerándose. No es una simple corrección de mercado: es prácticamente un cambio de nivel.

SanDisk, de hecho, ya habría aplicado una subida de alrededor del 50 % en sus contratos de memoria NAND durante noviembre para “alinearse con la nueva realidad del mercado”. Ante este panorama, muchos fabricantes de módulos se han visto obligados a parar máquinas y renegociar todo: los precios que ofrecían a distribuidores y clientes finales han dejado de tener sentido de un día para otro.

Lejos de ser una tormenta pasajera, Transcend prevé que esta situación se mantenga durante al menos tres a cinco meses más antes de empezar a ver un poco de alivio.

Para el usuario final, esto se traducirá probablemente en algo muy sencillo de entender: menos stock de ciertas capacidades y formatos, tiempos de entrega más largos y precios que dejarán de ser tan agresivos como los de los últimos meses.

Para las marcas que ensamblan sus propios equipos (desde portátiles a NAS o servidores de pequeña empresa), el impacto va más allá de pagar más por los chips. Los contratos a largo plazo que habían firmado con mayoristas y clientes finales pueden quedar desajustados de golpe, obligando a renegociar o a asumir pérdidas. En el caso de integradores y tiendas, la incertidumbre sobre cuándo y a qué precio recibirán producto complica la planificación de campañas y lanzamientos.

En el lado del usuario doméstico y profesional, lo razonable es esperar que las unidades de almacenamiento que hoy parecen “chollo” empiecen a desaparecer del catálogo o a subir de precio de forma escalonada.

Lo que deja claro el aviso de Transcend es que, pese a todos los esfuerzos por diversificar proveedores y ajustar producción, el mercado de la memoria NAND sigue siendo extremadamente sensible a cualquier estirón fuerte de demanda. Cuando los grandes centros de datos pisan el acelerador, el resto del ecosistema tiene que adaptarse como puede.

En este contexto, la decisión de Transcend de hacer pública la situación no solo sirve para justificar retrasos y cambios de precio ante sus clientes; también funciona como una advertencia al resto del sector. Los próximos meses van a ser complicados para cualquiera que dependa de chips NAND, desde fabricantes de SSD hasta marcas de cámaras y móviles. Y todo apunta a que, al menos durante un tiempo, la prioridad seguirá estando en esos gigantes de la nube que se están llevando la mayor parte de los bits.

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