Razer revive el mítico Boomslang con una edición 20 aniversario: sensor de 45.000 DPI, 8.000 Hz y solo 1.337 unidades en todo el mundo

Hubo una época en la que jugar en PC significaba tirar de ratones de oficina, alfombrillas medio destrozadas y sensores que fallaban justo cuando no debían. En ese contexto apareció un periférico que se convirtió en mito: el Razer Boomslang. Dos décadas después, Razer lo resucita con una edición 20 aniversario que no se limita a explotar la nostalgia: es un guiño a los veteranos y, a la vez, una declaración de intenciones para los jugadores de hoy.

Del ratón “raro” al icono de una industria

A finales de los 90, el Boomslang original no era precisamente un ratón discreto. Su forma alargada, con esa silueta de cabeza de serpiente, llamaba la atención incluso apagado. En un momento en el que casi todo el mundo jugaba con ratones genéricos y sensores de bola bastante mediocres, Razer apareció con un dispositivo que iba claramente a otra cosa.

Aquel modelo montaba un sistema de seguimiento mecánico capaz de llegar a los 2.000 DPI, que para la época sonaba casi exagerado. Más importante que la cifra en sí era la idea: permitía cambiar la sensibilidad sobre la marcha, sin tener que rebuscar en menús o salir del juego. Hoy lo vemos como algo normal, pero entonces era un cambio de juego literal para cualquiera que se tomara el competitivo mínimamente en serio.

Un regreso pensado para 2025, no solo para coleccionistas nostálgicos

La edición 20 aniversario no es una réplica exacta del modelo original sacada del cajón. Razer coge el diseño que mucha gente tiene grabado en la memoria y lo trae al presente con el tipo de tecnología que se espera en un ratón de gama alta de 2025. La base es la misma, pero casi todo lo que importa por dentro cambia.

En vez de aquel sistema de bola, ahora monta el sensor óptico Razer Focus Pro 45K de segunda generación, con soporte de hasta 45.000 DPI y una precisión muy alta. Es una forma bastante clara de visualizar cómo ha evolucionado el sector: hemos pasado de 2.000 DPI a cifras que permiten ajustar la sensibilidad al milímetro según el juego, la alfombrilla o la forma de sujetar el ratón.

A eso se suma la tecnología HyperPolling, con una tasa de sondeo inalámbrica de hasta 8.000 Hz. Traducido al día a día, el ratón se comunica con el PC muchas más veces por segundo que un modelo convencional, reduciendo el retardo hasta niveles que solo se aprecian cuando estás metido en partidas competitivas donde cada pequeña ventaja cuenta.

Este Razer tira de sus interruptores ópticos de cuarta generación, con una vida útil de hasta 100 millones de clics según la marca. Más allá del número, la idea es que la sensación del clic se mantenga firme y rápida aunque el ratón lleve años moviéndose por el escritorio.

El salto respecto al Boomslang original también se nota en cómo se gestiona la energía. Donde antes todo era cable, ahora la edición 20 aniversario llega con el Mouse Dock Pro, una base de carga inalámbrica pensada específicamente para este modelo.

La combinación de interruptores ópticos, sensor moderno y dock dedicado apunta a un ratón pensado para usarse a diario, no solo para sacarlo de la caja en ocasiones especiales.

Un diseño que mira al pasado… con detalles muy actuales

La forma del Boomslang siempre generó debate. No se parecía al típico ratón de oficina y eso, para algunos, era precisamente parte de su encanto. En esta edición especial, Razer mantiene esa geometría alargada y ambidiestra, pero introduce pequeños cambios que lo adaptan mejor a los hábitos actuales de juego.

Los botones principales están recubiertos con cuero sintético (PU), algo que no se suele ver demasiado en este tipo de dispositivos. Este acabado busca ofrecer un tacto diferente y mejorar el agarre cuando llevas muchas horas de sesión o cuando simplemente no quieres notar plástico duro en todo momento. 

Visualmente, el cuerpo translúcido que dejaba salir la luz en el modelo original se mantiene, pero actualizado. Ahora cuenta con iluminación RGB de 9 zonas compatible con Razer Chroma, con posibilidad de ajustar efectos, colores y animaciones.

El Boomslang Edición 20 Aniversario incorpora ocho controles programables que se configuran desde Razer Synapse, el centro de mando de la marca. Ahí se pueden crear macros, asignar funciones concretas para distintos juegos o incluso perfiles pensados para trabajar, editar vídeo o navegar más cómodo.

Solo 1337 unidades: el guiño definitivo a la cultura gamer

Más allá de especificaciones, esta edición está pensada como pieza especial. Razer limita la producción a 1.337 unidades numeradas a nivel global, un número que tiene un significado muy claro en la cultura de los videojuegos y de internet: “leet”, asociado desde hace años a los jugadores de élite y a los viejos tiempos de los cibers y los chats.

Cada ratón incluye su serial único y la marca quiere aprovechar el lanzamiento para recuperar historias de la comunidad en torno al Boomslang original.

Al final, este 20 aniversario no es solo rescatar un nombre conocido. Es una forma de unir pasado y presente en un mismo periférico y de dejar claro que Razer quiere seguir dentro de la conversación cuando se habla de qué ratones marcan el ritmo en el mundo del gaming.

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