Razer BlackWidow V4 Low-Profile TKL HyperSpeed Review

Introducción y Especificaciones Técnicas del Razer BlackWidow V4 Low-Profile TKL HyperSpeed

Con esta Review del Razer BlackWidow V4 Low-Profile TKL HyperSpeed os mostraremos cómo se comporta  uno de los teclados de perfil bajo de gama más alta de la compañía.

Dotado de los interruptores mecánicos Razer Orange Low Profile, este modelo busca combinar un grosor muy contenido con la experiencia de uso de un teclado mecánico. Ofrece tres tipos de conectividad que abarcan desde conexión Bluetooth hasta HyperSpeed de 2,4 GHz, sin olvidarnos del tradicional cable USB-C.

Y todo ello aderezado con la plataforma de software Razer Synapse.

Características Técnicas del Razer BlackWidow V4 Low-Profile TKL HyperSpeed

• Tipo de Switch:
  • Switches mecánicos Razer Orange de perfil bajo (táctil):
    • 80 millones de pulsaciones de vida útil
    • Recorrido de 2,8 mm
    • Punto de actuación de 1,6 mm
    • Punto de reinicio de 1,7 mm.
    • Fuerza de actuación de 45 g.
  • Estabilizadores lubricados
  • Reconocimiento de teclas simultáneo y anti-ghosting
• Tamaño y peso:
  • TKL Sin teclado numérico
  • 356 mm x 160 mm x 22,4 mm
• Iluminación: Razer Chroma RGB
• Memoria integrada: Almacenamiento híbrido integrado con capacidad para hasta 5 perfiles
• Teclas multimedia:
  • Rueda multifunción
• Conectividad:
  • HyperSpeed Wireless (2,4 GHz) (incluye adaptador USB)
  • Bluetooth
  • USB-C (incluye cable)
• Tasa de sondeo: 1000 Hz
• Batería:  Hasta 980 horas
• Teclas: Teclas de PBT de doble inyección
• Materiales:
  • Carcasa superior de aleación de aluminio 5052
  • Placa de acero inoxidable montada en la parte superior
  • Carcasa inferior de plástico reciclado (ABS)
  • PCB y espumas de amortiguación de sonido de la carcasa incluidas
• Precio: 189,99 euros.

Diseño y Conectividad

Nada más sacar de la caja al Razer BlackWidow V4 Low-Profile TKL HyperSpeed nos encontramos con un teclado que llama la atención por sus acabados. La carcasa de aluminio superior se combina con una estructura de plástico resistente y uniones sin holguras o desalineados entre ellas.

Destaca su perfil fino, aunque la compañía asegura que tiene un perfil de 18,5 mm, realmente eso es en la parte más fina. No obstante, en la parte más gruesa, que va desde la zona inferior hasta lo alto de la barra de volumen, tenemos solamente 22,4 mm, lo que deja claro que el grosor es mínimo para un teclado mecánico.

Esta variante, como su propio nombre ya nos deja ver, tiene una distribución TKL (10 teclas menos), por lo que, a efectos prácticos, tenemos un teclado completo al que solo le falta la zona numérica. Como extras, la rueda de volumen con botón, y tres botones dedicados, uno para ver la carga de la batería (lo muestra con una animación iluminando los números de 1 a 0 para representar de 0 a 100%

En el borde superior, encontramos el USB-C para carga/datos, además de un interruptor para cambiar entre los modos de cable y Bluetooth/2,4 GHz. Tanto por USB como por 2,4 GHz, consigue 1.000 Hz de tasa de sondeo. Son valores típicos en la mayoría de teclados y más que suficiente para la mayoría de usuarios, aunque es cierto que los modelos más avanzados se mueven ya en 8.000 Hz, y no estamos hablando aquí de un teclado precisamente barato.

Si escogemos el modo inalámbrico, podremos cambiar entre dispositivos con la tecla de función y las tres primeras teclas de la zona numérica. Se puede sincronizar hasta con 4 dispositivos, uno de ellos con 2,4 GHz, y los otros tres con bluetooth.

La principal ventaja, y una de las razones de ser de este tipo de teclados inalámbricos y de perfil bajo es, sin duda, su portabilidad. Son teclados que podemos llevar con nosotros en la mochila o maleta del portátil, y conseguir un extra de comodidad a la hora de escribir.

En ese sentido, no tenemos ninguna "pega" que poner al grosor del  Razer BlackWidow V4 Low-Profile TKL HyperSpeed, muy fino y, como veremos en las siguientes secciones, consigue una buena experiencia de uso como teclado mecánico.

Sin embargo, sí que nos llama la atención ese marco superior tan amplio donde solamente se integra la rueda del volumen. Ya de mantener ese marco, quizás se podría utilizar para añadir más teclas multimedia, de lo contrario, hubiera sido más práctico, al menos en cuanto a mejorar la portabilidad se refiere, bajar la rueda de volumen abajo, integrar los tres botones extra justo encima de las teclas de dirección, y reducir su altura en más de 25 mm. No obstante, la diferencia a la hora de meterlo en una mochila tampoco iba a ser tan representativa.

Siguiendo en el diseño, tenemos unas keycaps de PBT especialmente creadas para mantener el perfil bajo. Este material ofrece un extra de resistencia al desgaste y, que, al menos personalmente, ofrece un tacto más agradable que las teclas convencionales. La iluminación se proyecta de manera vistosa en la base blanca sobre la que van las teclas e interruptores. Además, la zona translúcida de las teclas deja pasar bastante luz, dejando un efecto muy llamativo.

Podemos ajustar la inclinación en tres niveles mediante dos piezas situadas en la parte inferior. En esa zona, distintos topes de goma aseguran que el teclado no se vaya a mover. 

El adaptador USB para 2,4 GHz se encuentra escondido tras una tapa en la parte inferior también.

En resumen, a nivel de diseño y conectividad, el Razer BlackWidow V4 Low-profile TKL HyperSpeed es un teclado que destaca por la buena calidad de construcción y por su diseño compacto, sobre todo a nivel de grosor. La conectividad que ofrece cubre con creces las necesidades de cualquiera.

 

 

Interruptores Mecánicos Razer Orange Low Profile

El Razer BlackWidow V4 Low-Profile TKL HyperSpeed está disponible con tres tipos de interruptores de perfil bajo en el mercado internacional. En el caso de la variante con distribución española, que es la que analizamos, los interruptores disponibles son los Razer Orange Low Profile, que la compañía clasifica como "táctiles y silenciosos".

Las otras dos opciones que no llegan a nuestro país son los Razer Green, con un clic más sonoro y definido, y los Razer Yallow, con mayor amortiguación y funcionamiento silencioso.

Los Razer Orange Low-Profile tienen una vida útil de 80 millones de pulsaciones, lo que los convierte, junto a los Yellow, en los más longevos de la serie de perfil bajo. Incluyen lubricación de fábrica, un estabilizador semicircular, e iluminación ARGB con una carcasa translúcida que ocupa toda la parte superior.

Su recorrido total es de 2,8 mm, y ofrecen un punto de actuación situado a 1,6 mm. Esta cifra es también la más alta de los tres, ya que los modelos verde y amarillo se quedan en 1,2 mm. Por tanto, son unos interruptores algo menos sensibles que los demás, consiguiendo, en nuestra opinión, un buen equilibrio entre su uso para juegos y escritura.

El punto de reinicio está situado tan solo 0,1 mm por debajo, a 1,7 mm, mientras que su fuerza de actuación es de 45g.

Teniendo en cuenta que son unos interruptores de perfil bajo integrados en un teclado muy fino, la experiencia de uso, evidentemente, no llega al nivel de los modelos completos. Hay que tener en cuenta que un interruptor convencional suele rondar recorridos de más del doble, con distancias de actuación más amplias que el propio recorrido total de estos modelos de perfil bajo.

Dicho esto, lo cierto es que para tratarse de un teclado tan fino, la experiencia de uso de los interruptores Orange del  Razer BlackWidow V4 Low-Profile TKL HyperSpeed ha sido muy satisfactoria. Ofrece esa respuesta táctil que tanto nos gusta de los teclados mecánicos, ocupando mucho menos espacio.

El click es fuerte y sonoro, de hecho, no consideraríamos a este teclado precisamente como "silencioso", más bien todo lo contrario. El sonido es fuerte y agudo, sin tanto "aplomo" como el de teclados de ancho completo. Las pulsaciones son firmes, y la fuerza y recorrido de actuación nos parecen muy buenos para tener la experiencia de un teclado mecánico en un formato fino.

 

Aunque se pierde algo de reactividad en entornos gaming donde las pulsaciones rápidas son clave, a la hora de la escritura, las teclas son rápidas, pero perdonan errores, es difícil tener pulsaciones involuntarias por apoyar el dedo donde no deberíamos, y al recorrido y pulsación son cómodos para escribir textos como el de esta review. De hecho, al contar con un perfil bajo y un recorrido más limitado, diríamos incluso que permiten escribir más rápido que un teclado mecánico completo.

En definitiva, los interruptores Orange del Razer BlackWidow V4 Low-Profile TKL HyperSpeed consiguen ofrecer, dentro de las limitaciones de perfil bajo, una excelente experiencia de uso con un buen equilibrio entre gaming y escritura, convirtiendo a este teclado en todo un "todoterreno" para llevar con nosotros a cualquier lado.

 

Software y Fundiones del Razer BlackWidow V4 Low-Profile TKL HyperSpeed

El software Razer Synapse, o el módulo de control RGB "Razer Chroma", ahora separado,  son ya una institución dentro del conjunto de programas para gestión de periféricos del mercado. Fueron de los pioneros en crear un software centralizado completo, y Chroma es uno de los estándares a la hora de gestionar la iluminación de los periféricos y componentes, hasta tal punto que programas de otras compañías lo soportan.

Evidentemente, el Razer BlackWidow V4 Low-Profile TKL HyperSpeed utiliza esta plataforma, y Razer Synapse 4 es el software de control con el que podremos personalizarlo todo.

Tenemos una interfaz cuidada y muy visual, desde donde podremos asociar todo tipo de funciones a cada tecla, simplemente pulsándola. Además, gracias a la funcioón Hypershift, cada tecla puede tener hasta dos funciones diferentes.

Una de las funciones que se han puesto de moda en los últimos años es la que Razer denomina como "Pulsación Ajustada". Básicamente, se trata de una tecnología que permite al usuario mantener pulsadas dos teclas, y que al soltar una, la otra vuelva a enviar su pulsación en vez de detener el registro de pulsaciones.

Dicho así puede sonar algo confuso, pero intentaremos explicarlo hablando directamente de su razón de ser. Esta función se asocia a las teclas A y D, tradicionalmente las teclas que sirven para movernos a la izquierda y a la derecha en juegos tipo shooter o FPS. 

En un teclado normal sin esta tecnología, si pulsamos la A para movernos a la derecha, y de pronto pulsamos la D, sin soltar la A, nuestro personaje se quedará parado en algunos casos, y en otros se moverá a la derecha. Al soltar la D, sin embargo, aunque mantengamos la A pulsada, el personaje se mantendrá parado. Esto hace que si estamos, por ejemplo, detrás de una esquina y queremos asomar y volver rápido, podamos quedar parados y al descubierto si no tenemos mucha destreza con el teclado

Lo que hace la función "Pulsación Ajustada" es que si pulsamos A y mantenemos, al pulsar D se registrará la pulsación para movernos a la derecha, y al levantar D, volverá a registrarse A, permitiendo movimientos rápidos "izquierda-derecha" sin bloqueos de manera mucho más rápida y sin entrenamientos previos.

Esta función, que en los inicios se consideró como "trampa" en algunos juegos competitivos, ya se ha popularizado.

 

Tanto los perfiles del teclado de Synapse, como los perfiles RGB de Chroma, se pueden asociar directamente a los juegos que tengamos instalados para que se activen automáticamente al lanzarlos.

El sistema de macros de Razer es de los más potentes, con una interfaz visual con "tips" y tutoriales integrados que, además de grabar las secuencias del teclado y del ratón, también permite intercalar acciones extra como ejecución de comandos, lanzamiento de aplicaciones, escritura de textos y mucho más.

Synapse también permite añadir plugins o módulos extra para añadir funcionalidad y compatibilidad con otros dispositivos o plataformas. Por ejemplo, para este teclado nos deja instalar el módulo de Alexa.

Tenemos también la plataforma Exchange que ofrece un sistema de macros predefinidas para ciertas funciones que usan la IA, como traducir tectos con gemini o chatgpt, cambiar textos, realizar resúmenes, etc. Para eso tenemos también la tecla de "AI" dedicada del teclado con la que Razer ha querido subirse a la moda de la "IA para todo".

Esta tecla, además de permitir las macros preconfiguradas como las que hemos comentado, también nos permite asociarla a prompts personalizados, de tal manera que al pulsar ese botón, se lancen hacia el asistente de IA que queramos, a elegir actualmente entre ChatGPT o Copilot.

Se trata de una función curiosa, pero que no creemos que vaya a suponer ninguna diferencia práctica a la hora de decantarse por este teclado u otros modelos.

Para la iluminación tenemos dos opciones: en el propio Synapse tenemos acceso a efectos rápidos predefinidos, con control de brillo y de modos de energía. Y también acceso a los efectos avanzados, que nos lanzará la app de Chroma Studio.

Chroma Studio permite controlar la iluminación tecla a tecla, combinar efectos, seleccionar zonas, sincronizar. Es una aplicación tremendamente completa.

Un detalle que nos ha dejado algo fríos es que, a pesar de toda la potencia del software de Razer y todos los módulos y complementos, para realizar una simple actualización de firmware te deriva a su web para que la bajes e instales manualmente. A día de hoy, incluso los fabricantes más modestos cuentan con programas de control que pueden actualizar directamente el firmware de sus periféricos.

Razer obliga al usuario a abrir la web en un navegador para, posteriormente, descargar un .exe que instala el firmware.

Más allá de este pequeño detalle, este Razer BlackWidow V4 Low-Profile TKL HyperSpeed va acompañado de una de las mejores plataformas de software del mercado.

Análisis y Conclusión

Los teclados que reducen su tamaño o perfil, en muchas ocasiones suelen traer consigo ciertas concesiones en funciones o comodidad y lo cierto es que pensábamos que este Razer BlackWidow V4 Low-Profile TKL HyperSpeed iba a ofrecer una experiencia de escritura inferior a la de teclados convencionales, incluso de membrana.

Pero nada más lejos de la realidad, los interruptores Razer Orange Low Profile consiguen ofrecer una experiencia de uso muy agradable como la de los teclados de perfil completo, salvando las evidentes limitaciones de espacio. La respuesta táctil que tiene el click, y el sonido que hacen, son muy satisfactorios, y el menor recorrido no es una desventaja, más bien al contrario, ya que permite una escritura, en nuestra opinión, más rápida y ligera.

Cuesta un poco acostumbrarse al principio, y en juegos sí que se echa un poco de menos el tacto y recorrido de mecanismos más amplios, pero teniendo en cuenta lo reducido del grosor del teclado, la experiencia de uso es más que satisfactoria.

El diseño y estructura son de alta calidad, y la disposición de teclas y tamaño general, salvo por la ausencia de la zona numérica, es la misma que la de un teclado convencional. Incluso podría haberse hecho más compacto si no tuviera un marco superior tan grande.

A nivel de especificaciones podríamos exigir una tasa de sondeo más rápida. Los 1.000 Hz son suficientes para la mayoría de usuarios convencionales, pero estamos hablando de un teclado de 189,99 euros en el que se espera lo mejor. Lo mismo ocurre con la ausencia de una almohadilla reposamuñecas, un detalle que hubiera redondeado a este modelo.

La conectividad, en cambio, sí que cumple con creces, con USB, HyperSpeed de 2,4 GHz y Bluetooth para hasta 3 dispositivos. Se complementa, además, con la capacidad de personalización del software de Razer, los tres botones dedicados, donde llama la atención el sistema de mostrar la batería, y un sistema de iluminación muy potente y personalizable.

Razer ha conseguido un teclado de perfil bajo con una experiencia de uso tremendamente satisfactoria no solo para juegos, sino como teclado todoterreno con un comportamiento muy bueno también en escritura. Un modelo de calidad, con todo lo que podemos pedir en conectividad y que podemos llevar con nosotros a todas partes.

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