Samsung Galaxy Z Flip4

Introducción y especificaciones técnicas del Samsung Galazy Z Flip4

En esta Review del Samsung Galaxy Z Flip4 descubriremos todas las novedades y características del último terminal plegable de la firma coreana. Si el Galaxy Z Fold4 utiliza un panel plegable para conseguir una pantalla más grande al desdoblarlo en el eje vertical, el Z Flip4 hace uso de esta tecnología para permitir doblar a la mitad el móvil y conseguir un dispositivo mucho más pequeño y cómodo de transportar. Si el Galaxy Z Fold4 utiliza un panel plegable para conseguir una pantalla más grande al desdoblarlo en el eje vertical, el Z Flip4 hace uso de esta tecnología para permitir doblar a la mitad el móvil y conseguir un dispositivo mucho más pequeño y cómodo de transportar.

Se trata de la evolución lógica de los móviles de tipo "concha" tan famosos en las épocas iniciales de la telefonía móvil, llevada ahora al mundo de los smartphones y aprovechando al máximo el espacio.

Características técnicas del Samsung Galaxy Z Flip4

• Pantalla Flexible Dynamic AMOLED 2X de 6,7 pulgadas
  • Resolución de 2.640 x 1.080 píxeles.
  • 120 Hz.
• Pantalla secundaria Super AMOLED de 2,9"
  • Resolución de 512 x 260 píxeles
  • Gorilla Glass Victus.
• Procesador: Snapdragon 8+ Gen 1
• Memoria RAM: 8 GB
• Almacenamiento Interno: 128 GB UFS 3.1.
• Cámaras traseras:
  • 1 x sensor principal de 12 MP F/1.8.
  • 1 x sensor gran angular f/2.2
  • Cámara frontal de 10 MP f/2.4.
• Resistencia al agua IPX8
• Batería de 3.700 mAh.
• Carga "rápida" de 25W.
• No incluye cargador.
• Lector de huellas lateral.
• Dimensiones:
  • Abierto: 166 x 72,2 x 6,9 mm.
  • Cerrado: 86,4 x 72,2 x 17,1 mm.
• Peso de 183 gramos.
• Precio: 1099 euros.

Diseño y Conectividad

Muy pequeño y compacto, esa es la primera impresión que transmite el Galaxy Z Flip4 en cuanto lo cogemos en la mano y lo vemos completamente plegado.

Tenemos unas medidas de 86,4 x 72,2 x 17,1 mm, el grosor al estar plegado es bastante generoso, pero debido a la reducción del largo a la mitad, se hace muy transportable e ideal de llevar en el bolsillo o en algún bolso

Los bordes son metalizados, con un toque rosado a juego con el color de esta unidad de prueba. Ese color se mantiene en toda la zona trasera menos en el módulo de cámaras y en la pantalla que pasa al color negro.

Al abrirlo sus medidas pasan a  166 x 72,2 x 6,9 mm, con un formato más largo y estrecho. de lo habitual en un smartphone. En la parte trasera destaca la franja que lo cruza en la zona de la bisagra.

Dicha bisagra es la que se encarga de proteger la pantalla ante movimientos no deseados. Es muy robusta y obliga a que tengamos que abrir el móvil con las dos manos. Quizás en generaciones futuras podamos ver un diseño con una apertura más sencilla o incluso motorizada, pero por el momento es manual.

Podemos ver que la pantalla es más estrecha que el propio terminal y deja unos marcos bastante marcados en los laterales. Estos marcos también están elevados ligeramente para proteger a la pantalla cuando se cierra.

La bisagra permite plegarlo en cualquier ángulo, pero los más útiles van desde los 180 grados de apertura total hasta unos 90 grados o algo menos.

Desplegado, el móvil se nota bastante fino y su agarre es muy bueno debido a que es más estrecho y largo de lo habitual. El pliegue que queda en el medio se nota tanto a la vista como al tacto, algo en lo que entraremos más en detalle en la sección de la pantalla.

La pantalla trasera tiene un modo always on con información rápida y notificaciones, pero también puede funcionar como pantalla convencional con acceso a widgets y a ciertas funciones.

Se puede utilizar como visor para la cámara, para ver el tiempo, calendario, llamar contactos, etc.

El Samsung Galaxy Z Flip4 consigue aprovechar su pantalla plegable para ofrecer un formato directamente heredado de los móviles tipo concha, pero adaptado a los tiempos actuales con un panel de 6,7 pulgadas al extenderse. Su diseño se nota robusto y cuidado, el sistema de bisagra parece resistente (a falta de poder probarlo durante varios meses).

Es cierto que hay algunos problemas asociados a este tipo de pantallas, o más que problemas, limitaciones. Las dos principales son unos marcos bastante marcados, y el hecho de que se note claramente el pliegue de la pantalla al extenderla.

En cuanto a conectividad, tenemos un USB-C, altavoces estéreo y un sistema de varios micrófonos. No hay Mini jack, y Samsung tampoco integra un cargador junto al móvil, a pesar de los 1.100 euros que cuesta la versión básica.

En el lateral tenemos botones de volumen y un sensor de huellas, ambos están desplazados hacia arriba para no coincide con la zona de la bisagra, por lo que, sobre todo el sensor, es algo incómodo de utilizar.

Pantalla y experiencia plegable

La principal característica y seña de identidad del Galaxy Z Flip4 es su pantalla plegable. Hoy en día en el mercado de terminales con pantallas plegables podemos encontrar modelos que utilizan este tipo de paneles para ofrecer pantallas más grandes, como la línea Z Fold de la propia Samsung, o modelos que aprovechan esta tecnología para permitir reducir el tamaño del smartphone, plegándolo por la mitad, como es el caso de este X Flip4 o el renovado Moto Razr de Motorola.

De esta manera, el móvil reduce su longitud a la mitad y se puede llevar en el bolso o en el bolsillo ocupando mucho menos.

A pesar de que es la cuarta generación de los Z Flip, este terminal sigue arrastrando alguno de los problemas que presentan varias de las implementaciones de este tipo de pantallas. Nos referimos principalmente al pliegue que queda cuando la pantalla está extendida. 

Ese pliegue, aunque cuando usamos la pantalla, visualmente no se ve demasiado, sí que se puede apreciar a simple vista si le da algún reflejo o si la pantalla está apagada. Además, se siente claramente al tacto, por lo que siempre tendremos esa "arruga" en el centro del terminal.

Como curiosidad, comentar que debido al propio panel y a su recubrimiento, la pantalla del Samsung Galaxy Z Flip4 no se lleva bien con gafas de sol polarizadas, haciendo que sea prácticamente imposible utilizar el smartphone con ellas puestas:

 

En cuanto a la utilidad de la pantalla plegable, su principal sentido es el de poder reducir el tamaño del móvil a la mitad. Más allá de eso, Samsung ha integrado algunos modos especiales como la posibilidad de grabar vídeo con el terminal doblado a modo de "videocámara".

También se le puede dar uso para colocar el móvil doblado en una mesa y hacer fotografías, tanto con la cámara frontal como la trasera (ahí ya entra en juego la pantalla secundaria). Se puede aprovechar también la pantalla dividida en modo L, pero no es algo que vayamos a sacarle mucho partido, o al menos no más que en un smartphone con pantalla rígida. Como curiosidad, el sistema de cierre está imantado, por lo que el móvil se pega con bastante fuerza a superficies metálicas.

La pantalla trasera es un elemento que ya habíamos visto en otros móviles, pero que en este modelo plegable tiene mucho más sentido.

Su panel táctil de 2,9 pulgadas superAMOLED de 512 x 260 píxeles de resolución nos permite interactuar con algunas funciones del móvil sin tener que abrirlo, además de poder ver notificaciones, citas o contactos de manera rápida. 

Vendría a ser como un "smartwatch" algo más limitado, pero unido al móvil. Es completamente a color, con buen detalle y una respuesta táctil inmediata. Tiene modo Always "On" personalizable.

De hecho, las distintas pantallas que podemos mostrar deslizando, y su sistema de widgets recuerda mucho a los Galaxy Watch de la compañía.

También nos permite utilizar la cámara principal para hacer selfies y vernos directamente

Doblándolo ligeramente permite colocarlo en modo horizontal sobre una superficie sin necesidad de una funda o soporte.

Pruebas de Panel

La pantalla flexible consta de un panel Dynamic AMOLED 2X de 6,7 pulgadas fabricado por la propia Samsung. Alcanza una resolución de 2.640 x 1.080 píxeles debido a su formato alargado, y puede funcionar a un máximo de 120 Hz.

Más allá de la doblez del medio o de los problemas con gafas de sol polarizadas, la calidad de visualización del panel es muy bueno, y es algo que siempre se espera de los terminales de Samsung. No en vano es uno de los fabricantes con mayor prestigio en la creación de paneles AMOLED para todo tipo de smartphones.

El nivel de brillo en modo manual es de 660 nits, que sube hasta los 745 nits si activamos el modo de brillo automático junto a contenidos HDR. No es le brillo más alto que hemos visto en un móvil de Samsung, pero son cifras muy buenas.

La cobertura de color cubre el 100% de la gama sRGB y prácticamente la totalidad del DCI-P3. La gama Adobe-RGB también ofrece muy buenos resultados con un 94,2%, situándose como uno de los paneles con mayor cobertura de color del mercado.

En cuanto a la calibración de fábrica, con los valores de serie tenemos una predominancia del azul (+20%) en la escala de grises, con el rojo perdiendo protagonismo en -20%. La temperatura de color es fria, cercana a los 8.500 grados Kelvin, y la desviación media en el color es de 5,82 puntos.

Cámaras

Las cámaras principales del Samsung Galaxy Flip Z4 son dos, y las dos tienen 12 megapíxeles de resolución. El sensor principal tiene una apertura de f/1.8 y el secundario, enfocado a tomas de gran angular, la reduce hasta f/2.2.

La cámara delantera para selfies se queda en 10 MP y F/2.4.

De día, las cámaras pueden salvar la situación con un buen desempeño, sin embargo, tanto a nivel de nitidez como de procesado, están muy lejos de otros buques insignia. Está claro que de los 1.100 euros que cuesta al versión más básica de este móvil, Samsung ha destinado gran parte de ellos al sistema de pantalla plegable.

Es cierto que quizás el cliente potencial de este tipo de móviles no vaya buscando lo mejor en fotografía, pero cuando tenemos que desembolsar cantidades de 4 cifras, deberíamos poder esperar, sino lo mejor, algo superior a la media.

Cuando la luz escasea, el móvil tiende a confiar demasiado en el modo noche, que requiere de largas tomas y un procesado más agresivo que consigue, por lo general, unos resultados bastante resultones. El problema es que si no queremos usar el modo noche (ya sea porque no podemos quedarnos 4 segundos quietos para hacer la foto), la cantidad de luz que capta y la calidad general desciende mucho, por lo que los tiempos de exposición son más altos.

En móviles como el S22 Ultra, el modo noche perdía bastante el sentido en muchas situaciones, ya que el sensor principal era capaz de captar una gran cantidad de luz, pero en este móvil es bastante necesario (con el engorro que supone). 

Las tomas que se consiguen son bastante resultonas, aunque hay bastante pérdida de detalle y cierta tendencia a dar un toque "acuarela" si nos acercamos al detalle.

Al no haber sensor con aumentos, y tener una resolución limitada, las tomas con zoom tiran de aumento digital, partiendo de una base modesta de resolución, y el resultado es bastante malo. Siguiendo con el tema de la resolución, las fotografías que saca el móvil son de 12 MP, la misma que el sensor, por lo que no hay margen para pixel binning ni mejoras de imagen al combinar la información de varios píxeles.

Quizás en un móvil con un procesador tan potente, algo más de resolución podría haber ayudado a salvar los muebles.

Por otro lado tenemos el sensor de gran angular, que tiene un campo de visión bastante marcado (0,5x, el doble que el principal). En condiciones de buena iluminación hace su trabajo.

El modo retrato con el sensor frontal ofrece un buen procesado y los bordes se ajustan a la cabeza sin hacer extraños.

Sensor Principal

Gran Angular

Cámara Frontal

Autonomía y Carga

El Galaxy Z Flip4 tiene una modesta batería de 3.700 mAh, eso sumado a un Snapdragon 8+ Gen 1, que a pesar de las mejoras de eficiencia, sigue siendo un SoC de gama alta, hace que su autonomía sea inferior a lo que ofrecen smartphones de gamas similares pero con diseños convencionales.

Podemos tener problemas para llegar al día de uso si utilizamos el smartphone con cierta frecuencia. En nuestro ranking de PCMark, con la pantalla configurada a un brillo de 200 nits, el Galazy Z Flip4 se queda en la cola de autonomía.

Otro problema que tiene este móvil es que el sistema de carga rápida es bastante limitado y solo permite 25W. Por otro lado, a pesar de los 1.100 euros, Samsung ha racaneado el cargador, y solo tenemos un cable USB-C que debemos utilizar con cargadores externos.

Rendimiento y Temperaturas del Samsung Galaxy Z FLip4

El Snapdragon 8+ Gen 1 es uno de los procesadores más potentes del momento, sin embargo en el Z Flip4, debido a su formato, rinde por debajo de lo esperado. El smartphone tiene menos espacio para la disipación debido a su diseño, y el rendimiento general es inferior al de otros smartphones con el mismo procesador. Hasta el punto de que rinde por debajo de su antecesor en algunas pruebas.

Los resultados en sus 128 GB de almacenamiento UFS 3.1 han sido bastante decepcionantes en velocidad de escritura, quedándose en unos 258 MB/s, sin duda unos valores muy mediocres para un móvil de más de 1.000 euros. 

No obstante, su desempeño a la hora de manejar el sistema operativo Android es muy bueno y todo funciona de manera fluida.

3DMark

GeekBench

Almacenamiento

Temperaturas

El SoC y placa principal está situado en la mitad superior, y ahí es donde se concentra todo el calor cuando le exigimos rendimiento o cuando se realizan tareas como toma intensiva de fotografías.

Análisis y Conclusión

Dentro de los dos formatos predominantes en los smartphones con pantalla plegable, quizás el del Z Flip4 sea el más práctico de cara a disfrutar de un smartphone para el público "mainstream". La gama Galaxy Z Fold permite una mayor área de pantalla que se puede aprovechar para multitarea o tareas más específicas, pero son los Z Flip donde se consigue un terminal muy pequeño y compacto que hereda el formato tipo concha adaptado al día de hoy.

Más allá de esa reducción de tamaño que permite la pantalla plegable, de las funciones extra que ofrece, nos quedamos sobre todo con la posibilidad de doblarlo 90 (o más o menos) grados y poder utilizarlo sobre cualquier superficie sin necesidad de un soporte para fotografías o para compartir contenidos.

La pantalla secundaria es un elemento muy práctico y complementa a la perfección al móvil cuando está plegado.

Volviendo a la pantalla plegable, la calidad de la pantalla está fuera de toda duda, el buen brillo y excelente cobertura de color se dan la mano en un panel cuyo punto más polémico es el pliegue central. Aunque cuando tenemos el móvil encendido no es algo que destaque especialmente a nivel visual, si nos fijamos se ve claramente el pliegue, y al pasar el dedo por esa zona se nota claramente.

No obstante, el principal problema del Samsung Galaxy Z Flip4 es el mismo que tienen otros móviles plegables: Su precio. No hay duda de que esta tecnología seguirá entre nosotros, y esperemos que algún día se popularice hasta el punto de que tengamos móviles plegables capaces de reducir su tamaño o ampliar su área de pantalla con precios más populares.

Lo cierto es que, a día de hoy, El Z Flip4 es uno de los más "baratos", y esta configuración base parte de los 1.099 euros (y sin cargador), alejándolo de muchos bolsillos. Además, a pesar de ese precio, hay que hacer algunas concesiones: La autonomía, por propio espacio para la batería, es limitada, y en el aspecto fotográfico se encuentra bastante por detrás de otros móviles que se mueven en ese rango de precios.

El Snapdragon 8+ Gen 1 es uno de los SoCs más potentes de la actualidad, y su eficiencia y control térmico ha mejorado mucho respecto de su predecesor. Sin embargo, en este Z Flip4 la refrigeración no está a la altura y su rendimiento se ve penalizado.

De lo que no hay duda es que el Samsung Galaxy Z Flip4 es uno de esos dispositivos que llama la atención. A pesar de llevar unas cuantas generaciones a sus espaldas, las pantallas plegables no se ven demasiado aún entre el público, y utilizarlo atrae las miradas de conocidos y extraños. Su formato plegable tipo concha lo convierte en un complemento muy portable, pero su precio todavía lo mantiene en ese nicho exclusivo, para bien o para mal.

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