D-Link lanza los AQUILA PRO AI M36 y R36 con WiFi 7, MLO y puertos 2,5 GbE para hogares y pymes

La red doméstica ya no es un accesorio: es la columna vertebral de cómo trabajamos, vemos series, jugamos y conectamos sensores, bombillas y altavoces. Por eso tiene sentido que D-Link apueste por WiFi 7 en dos frentes distintos: el AQUILA PRO AI M36 BE3600, pensado como sistema en malla de estética cuidada, y el AQUILA PRO AI R36 BE3600, un router de alto alcance con antenas externas. La promesa es clara: más velocidad, menos latencia y una gestión que no nos haga de técnicos cada dos por tres.

Qué significa “WiFi 7” en la vida diaria

El estándar trae tres pilares que se notan incluso sin mirar gráficas: canales de 160 MHz, modulación 4K-QAM y Operación Multienlace (MLO). Traducido: picos de mayor velocidad, latencias más bajas en escenarios con muchos dispositivos y menos tirones cuando hay saturación. Hay un matiz importante: en estos M36/R36 hablamos de doble banda (2,4 y 5 GHz); no hay 6 GHz, así que no hay canales de 320 MHz ni el “carril adicional” que ofrecen los WiFi 7 tri-banda.

Aun así, MLO entre 2,4 y 5 GHz ya supone una mejora clara de estabilidad y respuesta… siempre que el cliente también sea WiFi 7. Con móviles/portátiles WiFi 6 o 6E, la red funcionará muy bien, pero sin MLO.

Otra pieza: el apellido BE3600. Es el agregado teórico de las dos bandas; no esperes 3,6 Gbps “reales” en un único dispositivo. La cifra sirve para ubicar el producto, pero manda la calidad de la radio, el entorno y, por supuesto, el cable: aquí D-Link suma puntos con WAN y LAN de 2,5 GbE, indispensables si tienes fibra >1 GB o NAS con multigig.

Dos planteamientos que se complementan

M36 (malla, antenas integradas): centrado en cobertura homogénea. Antenas omnidireccionales y un diseño pensado para no esconderlo. En pisos largos o casas de dos plantas, combinando nodos, se logra una “burbuja” de señal muy estable. Con MLO Mesh, el backhaul puede repartirse entre 2,4 y 5 GHz para evitar cuellos de botella. Es la opción elegante para quien prioriza uniformidad y silencio visual.

R36 (router potente, 4 antenas externas): prioriza alcance y penetración. Es el típico “caballo” que quiere llegar a todo incluso con paredes rebeldes, y que encaja en hogares con muchos dispositivos IoT, juego online y streaming 4K simultáneo. También soporta MLO, así que con clientes WiFi 7 puede rebajar latencias en picos de carga.

La capa “AI” que sí interesa

Bajo el paraguas AQUILA PRO AI, la app agrupa configuración guiada, monitorización y automatismos: priorización de tráfico según lo que haces (videollamada, consola, tele), band steering / client steering más fino, y alertas claras. Aquí conviene separar el marketing del valor real: no hay milagros, pero ahorra tiempo. Para quien no quiere pelearse con canales DFS o colisiones con el WiFi del vecino, estas rutinas marcan la diferencia.

En seguridad, WPA3 es bienvenido (con SAE en personal). Consejo práctico: si aún conviven dispositivos viejos, usa modo transición WPA2/WPA3 al principio para evitar sustos, y ve cerrando el grifo cuando renueves equipo.

¿Para quién es cada uno?

• M36 encaja en hogares que quieren malla sin complicarse: pisos con habitaciones alejadas, dúplex, chalets con nodos bien ubicados. Si te preocupa el aspecto del hardware y quieres cobertura uniforme con buena experiencia “plug & play”, es el más equilibrado.

• R36 está pensado para quien necesita empuje y alcance desde un único punto (o quiere usarlo como router principal y añadir más adelante nodos compatibles). Ideal si juegas online, tienes mucho IoT y prefieres antenas externas ajustables.

Detalles que demuestran oficio

D-Link acompaña el hardware con cosas que importan en la práctica: control parental sencillo de entender, cifrado moderno, app unificada y un diseño que no pide esconderlo dentro de un mueble. Además, la mención a calidad MIT (Made in Taiwan) y el énfasis en sostenibilidad no son solo eslóganes: el acabado y la refrigeración del chasis tienen pinta de durar muchos años con un ruido térmico mínimo.

Los AQUILA PRO AI M36 y R36 son una entrada sensata a WiFi 7 para hogares y pymes que buscan rendimiento tangible sin complicaciones. No pretenden batir récords de laboratorio ni van a sustituir a un tri-banda con 6 GHz en escenarios extremos, pero ofrecen lo que la mayoría necesita hoy. Si ya convives con decenas de dispositivos y te da pereza “tocar la red”, aquí tienes dos caminos claros: malla elegante o router de pegada. En ambos casos, listos para crecer contigo cuando tus clientes WiFi 7 empiecen a llegar.

Especificaciones D-Link AQUILA PRO AI M36 y R36

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