Apple presenta el chip M5: más potencia, IA local y eficiencia energética en el mayor salto de Apple Silicon hasta ahora
por Manuel Naranjo 5Hay lanzamientos que se entienden por lo que anuncian y otros por lo que habilitan. El nuevo M5 de Apple cae en la segunda categoría. No llega para inflar cifras de benchmark y marcharse; su ambición es más mundana y, a la vez, más transformadora: conseguir que la inteligencia artificial suceda en el dispositivo con la misma naturalidad con la que abres un documento o ajustas el brillo. Ese giro, que suena pequeño escrito, cambia la relación entre usuario y máquina porque desplaza el foco desde la nube a un chip que se hace cargo en silencio.
IA en local: velocidad que se nota y privacidad que no hace ruido
Procesar en el propio equipo tiene dos efectos inmediatos que cualquiera entiende. El primero es la respuesta. Cuando transcribes una entrevista larga, buscas un fragmento de vídeo por lo que se dijo o limpias un audio con ruido, el resultado aparece sin la ruleta de la conexión.
El segundo es la tranquilidad. El material sensible no sale del dispositivo; no hay que subirlo, no hay que esperar a que vuelva, no hay que asumir que terceros lo tocan. Esa suma de inmediatez y confidencialidad no es un adorno: es lo que define si una función se integra en la rutina o se queda como demo.
Un motor neuronal pensado para sostener el ritmo
El corazón del chip M5 es un motor neuronal que no busca el “pico espectacular”, sino la constancia. Lo interesante no es que un modelo de IA corra rápido durante treinta segundos, sino que aguante una tarde de trabajo encadenando tareas sin que el sistema se venga abajo. El salto se percibe cuando dejas una transcripción en marcha, vuelves a una línea de tiempo con clips pesados y, mientras tanto, generas versiones de una imagen para un cliente que las quiere “igual pero con otra luz”. Nada se rompe, nada se arrastra. La IA no interrumpe; acompaña.
La sensación de fluidez no nace solo del acelerador de IA. El M5 reúne CPU para la lógica y la multitarea, GPU para efectos y composición moderna, y una memoria unificada con ancho de banda suficiente para que no aparezcan cuellos de botella al pasar de una etapa a otra. Esa coordinación se nota cuando exportas un vídeo con detección de escenas, vuelves a foto para un relight local y terminas afinando un podcast con separación de voces, todo en el mismo equipo y sin que la temperatura marque el tempo. Es más difícil de vender que un número grande, pero es lo que determina si trabajas a tu ritmo o al de la máquina.

Eficiencia: la línea que separa el laboratorio del producto
Mover modelos de IA es relativamente sencillo si te da igual la batería o el ruido. Lo difícil es hacerlo sin fundir la autonomía ni disparar los ventiladores. Ahí está el empeño de Apple: mantener una relación rendimiento/vatio que haga viable usar la IA a lo largo del día. El M5 no convierte el equipo en un horno cuando lo exiges ni te obliga a buscar un enchufe a media tarde.
El valor del chip se multiplica cuando el sistema operativo y las apps empujan en la misma dirección. Las funciones de edición asistida, las transcripciones contextuales, las búsquedas semánticas o las selecciones inteligentes no se sienten como “plugins espectaculares”, sino como herramientas de serie, invisibles hasta que las necesitas. La lógica de Apple de integrar sin exhibir funciona porque reduce fricciones: no cambias de flujo ni de programa, no esperas a un servicio remoto, no reorganizas tu día para adaptarte a una cola de render. Simplemente sigues y terminas.

Qué cambia en la práctica y para quién tiene sentido
El M5 no está pensado para ganar una discusión de especificaciones, sino para acortar entregas y bajar el nivel de estrés de quien trabaja con material pesado o sensible. Productores que editan en movilidad, periodistas que transcriben y publican desde el mismo equipo, equipos creativos que iteran con cliente delante, estudios que prefieren mantener datos in-house: todos ellos notarán más el silencio que las cifras. Si tu jornada es navegar y ofimática ligera, es probable que te sobre; si vives de producir y los minutos importan, el chip encaja.
El mensaje del M5 no está en un gráfico bonito, sino en la suma de pequeñas certezas: abre, procesa, exporta y no te hace esperar; protege tus datos porque no te obliga a sacarlos; y mantiene la calma cuando lo exprimes. La inteligencia artificial deja de ser una promesa ruidosa para convertirse en una capa silenciosa del sistema, siempre ahí, siempre lista, sin exigir protagonismo.
Especificaciones del chip M5
| Apple M5 (2025) | |
|---|---|
| Proceso de fabricación | Tercera generación de 3 nm |
| CPU | Hasta 10 núcleos (hasta 4 de alto rendimiento + 6 de alta eficiencia); “el núcleo de CPU más rápido del mundo” según Apple; hasta +15 % en rendimiento multihilo vs M4 |
| GPU | Arquitectura de nueva generación con 10 núcleos y Neural Accelerator en cada núcleo; hasta +45 % en rendimiento gráfico vs M4; >4× en pico de cómputo GPU vs M4; trazado de rayos de 3.ª generación |
| Neural Engine | 16 núcleos mejorado para IA en el dispositivo (on-device), con gran salto de rendimiento en cargas de IA |
| Memoria unificada | Ancho de banda de 153 GB/s (≈ +30 % vs M4) |
| Motor multimedia | Motor de medios de alto rendimiento con aceleraciones dedicadas para códecs profesionales |
| Funciones de IA en local | Aceleración de modelos en el dispositivo (latencia baja y privacidad) gracias a la combinación CPU+GPU+Neural Engine |
| Dispositivos iniciales | MacBook Pro 14”, iPad Pro y Apple Vision Pro (generación M5) |
| Enfoque | Más rendimiento sostenido por vatio para cargas prolongadas (creación, edición, IA generativa, gráficos) |
| * Cifras de rendimiento y porcentajes indicados por Apple en comunicados oficiales (M5 vs M4). | |
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