El plan 'Made in USA' de TSMC va viento en popa: nuevos terrenos adquiridos en Arizona y chips de 2nm para Apple, NVIDIA y AMD

TSMC, el mayor fabricante de semiconductores del mundo, ha anunciado una aceleración drástica de sus planes de expansión en Estados Unidos. Durante la presentación de sus resultados trimestrales, la compañía taiwanesa confirmó que adquirirá un segundo gran terreno en Arizona para ampliar sus instalaciones y, lo más importante, traerá su tecnología de fabricación de chips más avanzada de 2 nanómetros a suelo estadounidense.

La decisión responde a una demanda que TSMC ha calificado de "extraordinaria" por parte de sus principales clientes estadounidenses, entre los que se encuentran gigantes como Apple, NVIDIA y AMD. El auge de la inteligencia artificial está impulsando la necesidad de fabricar los chips más potentes y eficientes. Por eso, estas compañías están presionando para que la producción se realice en Estados Unidos.

Chips de 2nm en suelo americano para 2026

El plan de TSMC es ambicioso, pero se ejecutará rápido. La compañía planea iniciar la producción de chips con su proceso de 2nm en Arizona tan pronto como en la segunda mitad de 2026. Esto se suma a la producción actual de chips de 4nm. Además, la adquisición de nuevos terrenos permitirá a la empresa ejecutar futuras expansiones, con la vista puesta en nodos aún más avanzados, como el de 1.6 nanómetros.

Este movimiento tiene implicaciones estratégicas enormes. En primer lugar, reduce significativamente la brecha tecnológica que existía entre las fábricas de vanguardia de TSMC en Taiwán y sus operaciones en el extranjero. En segundo lugar, sitúa a TSMC en una competencia directa con Intel en su propio territorio, ya que ambas compañías lucharán por liderar la fabricación de chips de última generación en Estados Unidos.

Con este anuncio, TSMC demuestra su total compromiso con su enfoque de fabricar en Estados Unidos, convirtiéndose en un pilar fundamental para la estrategia de Trump de reforzar su soberanía en la producción de semiconductores. Trasladar la fabricación más avanzada al oeste es un paso lógico y necesario para la firma, dado que gran parte de sus ingresos provienen de los titanes tecnológicos norteamericanos.

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