AMD adelanta su APU Gorgon Point para 2026 con más frecuencia turbo, iGPU RDNA 3.5 y una NPU XDNA 2 de más de 55 TOPS
por Manuel Naranjo 1AMD no parece dispuesta a levantar el pie en los portátiles con IA. Mientras los primeros equipos con las APU “Strix Point” empiezan a asomarse a las tiendas, en los laboratorios de la compañía ya se prueba su sustituto: la familia “Gorgon Point”. Una de esas muestras, identificada como Ryzen AI 9 HX 470, ha aparecido en los test de SiSoftware y deja ver por dónde va el siguiente movimiento de la marca para 2026.
Más que una ruptura total, lo que se vislumbra es una evolución calculada: se mantiene la base de Strix Point, pero se aprieta el rendimiento donde más se nota para el usuario, tanto en la parte de CPU y gráfica integrada como en la NPU dedicada a tareas de inteligencia artificial.
Gorgon Point: continuidad en Zen 5 con ajustes donde importa
El corazón de estas nuevas APU sigue siendo la arquitectura Zen 5 / Zen 5c. AMD mantiene la configuración de hasta 12 núcleos y 24 hilos, una cifra que ya era generosa en la generación actual y que aquí se aprovecha para pulir lo que ya funcionaba en lugar de empezar desde cero.
También se repite el esquema de caché: 12 × 1 MB de caché L2 y 3 × 16 MB de caché L3.
Sobre el papel, la estructura no cambia de forma radical, pero eso no significa que todo siga igual. Al conservar el mismo esqueleto, AMD puede centrarse en reducir latencias, mejorar el reparto de carga entre núcleos y ajustar mejor la respuesta del procesador bajo distintas cargas de trabajo.
En el apartado gráfico, la iGPU pasa a una variante basada en RDNA 3.5. El objetivo es claro: arañar unos cuantos fotogramas más en juegos a 1080p, mejorar la aceleración por hardware en edición de vídeo y reforzar las tareas de creación de contenido sin obligar a montar una GPU dedicada en todos los modelos.
Más frecuencia turbo, mismo TDP
La gran diferencia que dejan ver las filtraciones está en las frecuencias. En las pruebas de SiSoftware, el Ryzen AI 9 HX 470 alcanza una turbo de 5,25 GHz, por encima de los 5,1 GHz de los Strix Point equivalentes. No es una subida que rompa los gráficos, pero sí suficiente para marcar diferencias en aplicaciones que dependen mucho del rendimiento por núcleo.
Lo llamativo es que todo esto llega sin mover el TDP base, que se mantiene en 28 W. Eso apunta a un proceso más maduro o a una selección de chips más cuidadosa, capaz de sostener esas frecuencias sin disparar consumo ni temperaturas.
En los benchmarks filtrados se aprecia ya un salto en el rendimiento monohilo, precisamente el que el usuario nota en tareas cotidianas: programas que se abren antes, hojas de cálculo con menos tirones, navegación con muchas pestañas que no se atraganta y juegos que dependen de un buen IPC para mantener la tasa de fps.
La NPU sube de nivel: XDNA 2 y más de 55 TOPS
El otro pilar de Gorgon Point es la NPU basada en XDNA 2, la segunda generación de este bloque dedicado a IA. Según la información que circula, el rendimiento supera los 55 TOPS, y AMD habría decidido activar ese techo en toda la gama Ryzen AI que use este chip, y no solo en el modelo tope.
Si las diapositivas de socios y los test filtrados van bien encaminados, los portátiles con APU “Gorgon Point” deberían colocarse un escalón por encima de los Strix Point actuales en varios frentes:
- Más agilidad general: las mejoras en rendimiento por núcleo se traducirán en un sistema que responde mejor bajo cargas mixtas, sin necesidad de saturar todos los hilos.
- Gráfica integrada más competente: la iGPU RDNA 3.5 debería permitir jugar con más comodidad a títulos populares en 1080p con detalles moderados, además de acelerar tareas creativas ligeras.
- IA más presente, pero menos invasiva: con más de 55 TOPS en la NPU, las funciones inteligentes podrán estar trabajando en segundo plano sin devorar batería como lo haría la GPU.
- Diseños delgados sin renunciar a rendimiento: mantener el TDP en 28 W facilita seguir viendo equipos ligeros, sin necesidad de chasis exagerados ni sistemas de refrigeración demasiado ruidosos.
No parece que vayamos a ver un salto rupturista, pero sí una iteración en la dirección que está marcando el mercado: mejorar el rendimiento por vatio y reforzar todo lo que tenga que ver con la inteligencia artificial en local.
Un paso más en la estrategia de APU con IA de AMD
“Gorgon Point” encaja con la hoja de ruta que AMD viene enseñando desde hace un tiempo: combinar CPU, GPU e IA en un único paquete cada vez más eficiente. Mantener Zen 5, subir ligeramente las frecuencias, actualizar la iGPU y empujar fuerte la NPU es una forma de exprimir esa base sin asumir los riesgos de una arquitectura totalmente nueva.
Si los plazos se cumplen, 2026 será un año en el que muchos portátiles de gama media y alta apostarán por este tipo de APU híbridas. Gorgon Point, tal y como se ha dejado ver en las primeras pruebas, quiere ser esa siguiente vuelta de tuerca: no la revolución, pero sí el ajuste fino que coloca a AMD algo más cómoda en la carrera por el portátil con IA “de verdad”.
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