Nuevos rumores apuntan a que Meta trabaja en un visor VR ligero con seguimiento ocular y buena resolución, previsto para 2026 por unos 800 dólares

Meta lleva años empujando la realidad virtual de consumo con la familia Quest, pero todo apunta a que el próximo casco va a romper bastante con lo que conocemos. Los últimos rumores sobre el que todos llamamos por ahora Meta Quest 4 dibujan un dispositivo más ligero, con parte del hardware sacado fuera del visor, un precio claramente más alto y hasta un posible cambio de nombre que podría cerrar la etapa “Quest” tal y como la entendemos.

Un visor más ligero gracias a un “puck” externo

La filtración más jugosa llega de Nima Zeighami, veterano del mundo VR, que describe un casco bastante diferente al Quest 3 y Quest 3S. En lugar de concentrar toda la electrónica en el propio visor, Meta estaría probando un diseño donde la computación y la batería se van a un pequeño “puck” externo, conectado por cable o de forma inalámbrica.

La idea no es nueva en la industria, pero sí sería un giro importante para Meta: aligerar el frontal del casco para que resulte más cómodo en sesiones largas, reduciendo el peso sobre la cara y el cuello. Si parte del volumen desaparece de la cabeza, el visor puede hacerse más estrecho, más discreto y menos cansado de llevar, algo clave si Meta quiere que la realidad mixta deje de ser un gadget ocasional y se convierta en un dispositivo que se pueda usar durante horas.

Ese “puck” tendría dentro tanto el procesador principal como la batería, de modo que se podría actualizar o cambiar con el tiempo sin tocar el visor. También abre la puerta a configuraciones más potentes sin disparar el peso del casco, algo muy difícil de conseguir en los modelos actuales todo-en-uno.

Más resolución, seguimiento de ojos y cara

El mismo rumor apunta a un salto claro en capacidades técnicas: el nuevo modelo integraría de serie seguimiento de ojos y de rostro, y una pantalla con resolución superior a la del Quest 3.

El eye tracking permite renderizar solo la zona donde mira el usuario con máxima calidad (foveated rendering), ahorrando recursos en el resto del campo de visión. El face tracking, por su parte, captura gestos y expresiones para trasladarlos a avatares o videollamadas en VR de forma más creíble. Son dos funciones que ya hemos visto en cascos más caros, y que encajan con la idea de que Meta quiere que su próximo dispositivo juegue en una liga algo más premium.

El precio: del “casco para todos” a algo más ambicioso

Hasta ahora, uno de los grandes argumentos de la gama Quest ha sido el precio. El nuevo modelo rompería esa barrera. La filtración habla de unos 800 dólares en Estados Unidos, un salto muy notable frente a la generación actual. Traducido directamente, serían unos 610 euros, pero lo más probable es que Meta ajuste precios por región y el visor se sitúe de lleno en la franja de casco “entusiasta”, no tanto de dispositivo masivo.

Para complicar más la ecuación, ni siquiera está claro que ese precio incluya mandos; la fuente deja caer que la configuración base podría prescindir de controladores físicos, apostando quizá por manos y gestos como interfaz principal.

Si se confirma, Meta estaría aceptando que este visor ya no es el “juguete de iniciación” a la VR, sino una máquina más seria para quien quiere algo cómodo, ligero y técnicamente avanzado y está dispuesto a pagarlo.

¿Un nuevo nombre para cerrar la etapa Quest?

Otro detalle interesante del rumor tiene que ver con el branding. Aunque todos hablamos del hipotético Meta Quest 4, Zeighami asegura que el próximo casco no se llamará Quest y que Meta estaría preparando una nueva denominación para esta generación.

La marca Quest ha acompañado a Meta (antes Oculus) durante años y está muy asentada entre el público. Cambiarla sería una forma clara de marcar distancias respecto a la etapa anterior.

También encaja con el resto del ecosistema: Meta lleva tiempo reforzando su familia de productos con gafas Ray-Ban, soluciones de realidad mixta y proyectos de smart glasses.

Las fechas tampoco apuntan a algo inminente. El lanzamiento del próximo visor de Meta se situaría, como pronto, en algún momento de 2026, lo que daría margen para que el Quest 3 y el Quest 3S sigan siendo las opciones “para todos los públicos” mientras el nuevo modelo llega para coronar la gama.

Por ahora todo son rumores, pero el mensaje de fondo es claro: la próxima generación de VR de Meta podría apostar menos por el “casco barato para todos” y más por un dispositivo cómodo, potente y preparado para aplicaciones que van mucho más allá del juego casual. Y si ese cambio viene acompañado de un nuevo nombre, la etapa Quest puede terminar siendo recordada como el prólogo de algo más ambicioso.

Fin del Artículo. ¡Cuéntanos algo en los Comentarios!