ChatGPT Atlas, primeras impresiones: qué es y cómo funciona el navegador web de OpenAI

¿Qué es ChatGPT Atlas y para qué sirve?

Se ha abierto una nueva guerra en el mundo de la IA. Me refiero a los navegadores con funciones de inteligencia artificial integradas. Hace apenas una semana OpenAI presentaba ChatGPT Atlas, un explorador que promete facilitarnos la vida integrando las capacidades de ChatGPT. Esta no es una propuesta nueva. Por ejemplo, Perplexity Comet ya incluye características de IA agéntica. Incluso Microsoft ya ha respondido a OpenAI con su modo Copilot en Edge.

Pero, ¿qué es exactamente ChatGPT Atlas? Simplificándolo mucho, un navegador Chromium (¿qué esperabas?) con una integración profunda de ChatGPT. La gracia es que el chatbot está conectado con la navegación, tanto para ejecutar tareas básicas (resumir una web) como para tomar el control y actuar de forma autónoma. Como te explicaré más adelante, todo esto implica ceder gran parte de la privacidad del usuario y, además, puede ser peligroso.

Si nos quedamos con la mitad de la historia, ChatGPT Atlas no propone nada nuevo. Hace mucho que Copilot se integró en Edge, siendo capaz de resolver cuestiones a partir del contexto que proporciona el sitio web activo. No obstante, en la otra mitad nos encontramos con una IA agéntica, a la que puedes pedir que te compre algunos productos para ir a la playa mientras tú preparas la maleta. Este ejemplo de uso no es fruto de mi imaginación, sino que fue la propia OpenAI la que lo mostró en la presentación.

A continuación, te propongo conocer un poco más este nuevo navegador. Recuerda que, mientras tengas un Mac, vas a poder instalarlo hoy mismo. Por el contrario, si eres usuario de Windows o Linux, por ahora te toca esperar. Además, no todas las funciones están disponibles para usuarios gratuitos. Quizá ya te lo imaginas, pero para usar el modo agente, el que permite al navegador actuar por su cuenta, te toca pasar por caja y pagar la suscripción a ChatGPT Plus.

Primero pasos con ChatGPT Atlas

Para descargar ChatGPT Atlas solo tienes que acudir a la web oficial del navegador. Este es el enlace. Luego, presiona en Descargar para macOS y abre el archivo DMG. Vas a poder instalar el explorador de la forma habitual, es decir, arrastrando el ejecutable a la carpeta de Aplicaciones.

Lo primero que te va a pedir ChatGPT Atlas es que inicies sesión con tu cuenta. Este es un paso obligatorio, a diferencia de lo que sucede en cualquier otro navegador. Incluso en Chrome, el máximo recopilador de datos de Google, vas a poder acceder a la web como un usuario invitado. En Atlas toca pasar por aro.

A partir de aquí, se inicia un asistente bastante estándar. Primero, te preguntará si quieres pasar todos tus datos desde otros navegadores instalados. Este paso sí que se puede omitir.

A continuación, el asistente te hablará sobre las memorias. Básicamente, esta función permite al navegador recordar todo lo que haces para que ChatGPT te pueda ayudar a localizar enlaces o sitios web. Según OpenAI, las memorias son privadas.

Después, el asistente te va a dar algunas sugerencias de uso. Te va a recordar que tienes una barra lateral donde ChatGPT podrá responder consultas a partir del contexto del sitio web activo. También te hablará de la ayuda que la IA proporciona a la hora de escribir textos, por ejemplo, un correo.

Y, sorpresa, ChatGPT Atlas te va a hacer una generosa oferta. Si estableces este navegador como predeterminado, podrás desbloquear hasta 7 días de límites de IA más amplios. En el caso de que consideres que te dan muy poco por mucho, simplemente presiona en Omitir.

La ginda del pastel en este asistente de inicialización la pone un curioso gráfico donde se muestra cuánto hace que te uniste a ChatGPT. Obviamente, si hablamos de Atlas, la cifra es mucho más escueta.

Después de estos sencillos pasos, ya tienes listo el navegador. Veamos sus luces y sus sombras.

Todo lo que ChatGPT Atlas puede hacer

La primera vez que inicias ChatGPT Atlas tras la configuración inicial, aparece la página de nueva pestaña. Es muy minimalista y cuenta con ChatGPT como buscador principal. En realidad, no se trata exactamente de la página principal del chatbot, sino de una adaptación pensada exclusivamente para el navegador.

Desde la nueva pestaña es posible enviar cualquier consulta a ChatGPT. Una vez la IA ha compuesto la respuesta, la muestra en el primer apartado, que es el del icono de la casita (lo puedes ver arriba).

Como puedes ver, el catalizador de Internet en este navegador es ChatGPT. A menos que escribas una URL, siempre pasarás primero por la búsqueda basada en IA, al más puro estilo AI Mode de Google. La cuestión es que esta búsqueda también tiene un apartado más tradicional. Es el que aparece al hacer clic en el icono de la bola del mundo.

Además, ChatGPT Atlas busca imágenes y vídeos. ¿Pero sabes lo que más me ha llamado la atención? Que delega en Google la búsqueda adicional, por si las respuestas de ChatGPT no son suficientes o se antojan poco fiables. De hecho, parece que los resultados de la web son realidad de la propia Google. Lo más curioso es que en la propia barra de búsqueda aparece una invitación para buscar con Google, con un atajo de teclado dedicado (Command + Intro).

Lo más irónico es que, al buscar en Google desde ChatGPT Atlas, muchas veces se activan las respuestas generadas por la IA de Gemini. En esos casos, OpenAI está, literalmente, entregando al usuario a la competencia. Ni siquiera han optado por integrar Bing, que es propiedad de su principal socio, Microsoft.

Por cierto, también contamos con un modo incógnito. En esencia, lo que hace es usar ChatGPT sin iniciar sesión, aunque probablemente los modelos seguirán alimentándose de tus datos.

Ahora pasamos a la opción de Preguntar a ChatGPT. Una vez que accedemos a una web, es posible preguntarle cosas relacionadas con el contenido. Por defecto, siempre que abrimos la barra lateral, ChatGPT tomará la web activa como contexto.

Algo interesante es que, incluso fuera del modo agente, ChatGPT es capaz de hacer algunas tareas. Por ejemplo, en la siguiente imagen le pido que haga una búsqueda en la web de IKEA. Funciona razonablemente bien, aunque no atiende a las instrucciones más avanzadas.

Además, también es capaz de abrir sitios web, incluso cuando no te encuentras en ellos. En la siguiente imagen puedes ver cómo ChatGPT me proporciona información correcta de la página principal de Geeknetic, aunque no estaba en ella en el momento de enviar el prompt me encontraba dentro de una noticia. Además, algo interesante es que supo distinguir entre noticias y artículos a la hora de elaborar su resumen.

También fue capaz de filtrar todas las noticias de la portada de periódico digital según la temática indicada, proporcionando los enlaces de cada uno.

Si acudimos a la configuración del navegador, también encontramos algunas opciones interesantes. Por ejemplo, en el apartado Navegación por Internet vas a poder seleccionar sitios concretos para que ChatGPT no los pueda leer. También es posible administrar los típicos datos que guarda el navegador, como las contraseñas o las direcciones. No te puedo asegurar que todo esto se sincronice correctamente, pues solo dispongo de un Mac.

Por otro lado, desde aquí también es posible añadir nuevos motores de búsqueda. Ahora bien, como te dije, el único que viene integrado es Google. Para tener otro, hay que añadirlo manualmente introduciendo la URL de búsqueda con la variable %s.

También hay una extensa sección dedicada a los controles de datos, desde la cual vas a poder seleccionar los chats archivados, consultar las memorias y borrar todo el historial.

Finalmente, también hay un apartado dedicado al modo agente, desde el cual se puede personalizar el comportamiento de la IA cuando realiza tareas autónomas.

 

¿Merece la pena el nuevo ChatGPT Atlas?

En pocas palabras, no creo que ChatGPT Atlas merezca la pena. Como experimento, sin duda es interesante, tal y como sucede Comet de Perplexity. No obstante, cuenta con un montón de carencias que hacen que sea poco viable su uso en el día a día. Sin ir más lejos, solo está disponible para macOS. Además, cada interacción con la IA en ChatGPT Atlas se almacena como un chat en la cuenta, perjudicando notablemente la experiencia al usar ChatGPT desde su web.

Para colmo, el modo agente solo está disponible para suscriptores, así que no hay forma de acceder a él a menos que se esté dispuesto a pasar por caja. Esto hace que Atlas se vuelva un software de nicho, ya que la integración con ChatGPT sin el modo agente tampoco es nada del otro mundo. Es algo que llevan haciendo otros navegadores, como Edge, Opera o Brave con sus respectivos chatbots.

Por otro lado, está la cuestión de la privacidad. Obviamente, Google Chrome es todo un símbolo de intromisión, pero ChatGPT no se queda atrás. Cualquier interacción, a menos que indiques explícitamente que no sea así, se usará para entrenar los modelos y, probablemente, para crear un perfil de cada usuario. Recuerda que no hay forma de usar el navegador sin cuenta.

Finalmente, si hablamos de seguridad, hay una cuestión de la que no mucha gente habla, que es el prompt injecting (te recomiendo encarecidamente el vídeo de arriba). Cuando le pedimos a la IA que ejecute acciones según el contenido de una web, el modelo se vuelve susceptible de recibir indicaciones malintencionadas. Por el momento, no existe una solución a este problema, pues los modelos apenas pueden distinguir las indicaciones lícitas de las maliciosas. Hace algún tiempo, Mozilla descubrió que se estaban usando los resúmenes de IA de Gmail para inducir a la IA a ejecutar tareas no solicitadas por el usuario. No es un tema baladí, especialmente teniendo en cuenta que ChatGPT Atlas es capaz de memorizar todo tu historial y responder en base a él.

Resumiendo, ChatGPT Atlas es otro proyecto que OpenAI tendrá que mantener, actualizar y mejorar. Pero este es un mercado con actores muy importantes con los que es difícil competir. Pienso que, en el momento en el que Gemini se integre en Chrome, va a ser muy difícil plantarle cara con proyectos similares. También tengo muchas dudas sobre OpenAI y el mantenimiento de ChatGPT Atlas. Es una empresa experta en lanzar nuevos proyectos, pero bastante mala mejorándolos de forma continuada.

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