Hace menos de 3 meses desde que Apple lanzó sus nuevos iPhone 13 y iPhone 13 Pro. Ahora, según aseguran en Bloomberg, fuentes de la industria les han comentado que Apple ha notificado a sus proveedores que esperan un descenso de la demanda de sus smartphones de nueva generación. La compañía de la manzana habría recortado ya su producción en algo más de un 10% debido a la escasez de suministros.
Aunque suele ser habitual un descenso de la demanda de productos a los pocos meses de su lanzamiento, una vez ha pasado el "boom" inicial, no hay que olvidar que estamos a las puertas de la época navideña. La razón de este descenso de ventas podría estar relacionado por la falta de stock que afecta al mercado de chips de todo tipo, desde smartphones, vehículos y más dispositivos más allá de las CPU y GPU de ordenadores.
Esta situación habría provocado que los potenciales compradores de un iPhone 13 o de su variante Pro, hayan descartado hacerse con el terminal por la dificultad para encontrarlo a precios normales o con plazos de entrega razonable. Esos mismos usuarios se habrían decantado por otros smartphoens o por posponer la adquisición hasta la llegada de p´roximas generaciones como la del iPhone 14.
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