MediaTek prepara el primer golpe con el Dimensity 9500, ya que se presentará el 22 de septiembre, justo antes que el Snapdragon 8 Elite Gen 2
por Manuel NaranjoSeptiembre se perfila como uno de esos meses que mueven fichas en el tablero móvil. MediaTek y Qualcomm tienen en la rampa sus procesadores más ambiciosos para la próxima hornada de smartphones, pero todo indica que el primer golpe de efecto podría llevárselo MediaTek por pura estrategia de calendario.
La pista no es menor: en Weibo, el conocido filtrador Digital Chat Station asegura que el Dimensity 9500 se presentará el 22 de septiembre, apenas unos días antes del Snapdragon 8 Elite Gen 2, cuyo estreno está previsto dentro del Snapdragon Summit del 23 de septiembre. Veinticuatro horas parecen poca cosa, pero en comunicación y cobertura mediática pueden marcar la diferencia entre abrir la conversación o llegar cuando ya está en marcha.
Ambos apuntan a los 3 nanómetros
Para añadir picante, ya han aparecido las primeras cifras de rendimiento del nuevo Snapdragon en pruebas Antutu. Por eso MediaTek quiere aprovecharse y conseguir colocar su anuncio antes, asegurándose un día entero de foco.
Tanto el Dimensity 9500 como el Snapdragon 8 Elite Gen 2 apuntan al proceso N3P de TSMC, la tercera generación de 3 nm. La traducción práctica, si TSMC cumple con lo previsto, es un mejor equilibrio entre rendimiento y consumo, con ganancias de eficiencia que se notan tanto en picos como en sostenido. Para MediaTek, esa base industrial es el trampolín que le permite aspirar a algo más que competir: quiere discutir el liderazgo en la gama más alta.
Arquitectura y frecuencias: dos filosofías

El cambio más llamativo en MediaTek está en la organización de la CPU. Se abandona el clásico “1 + 3 + 4” visto en Dimensity 9400 y 9400+ para abrazar un “2 + 6”. Sobre el papel, esto favorece cargas sostenidas donde varios núcleos potentes trabajan a la vez, y puede mejorar la respuesta en escenarios reales que mezclan apps, cámara, IA y conectividad.
En frecuencias, los núcleos de alto rendimiento del Dimensity 9500 se moverían en torno a 4,00 GHz. Es un paso adelante respecto a la generación anterior, aunque quedaría por debajo de los 4,74 GHz que se rumorean para el Snapdragon 8 Elite Gen 2.
Aquí asoma la diferencia de enfoque. Qualcomm ha coqueteado con diseños más personalizados, mientras MediaTek mantendría los diseños de CPU y GPU de ARM. En la parte gráfica, la apuesta seguiría pasando por una Mali‑G1 Ultra de 12 núcleos, continuidad que, bien afinada, puede ser sinónimo de drivers maduros, menos sobresaltos y una integración previsible con juegos y APIs.
Más allá de la fuerza bruta: llega SME

El otro punto interesante es la compatibilidad con SME (Scalable Matrix Extension) de ARM. Dicho sin rodeos: es una pieza pensada para acelerar operaciones matriciales que se usan a mansalva en IA y en procesamiento de datos complejo. No es solo “más puntos en benchmarks”; es acortar rutas en tareas reales como el postprocesado de cámara, la transcripción en tiempo real o la traducción en local. Si la implementación va fina, los fabricantes pueden sacar partido sin esperar a que todo dependa de la nube.
Las estimaciones hablan de hasta un 20 % de mejora en multihilo, con un empujón también en single‑thread. Si el dato aguanta en pruebas independientes y, sobre todo, en sesiones largas (grabación 4K/8K, juego prolongado o mapas con IA en segundo plano), MediaTek podría firmar uno de sus saltos más sólidos en años frente a un rival que tradicionalmente ha dominado el “feeling” de la velocidad.
El juego del calendario y por qué importa
Irse al 22 de septiembre frente al 23 puede parecer anecdótico, pero es táctica pura. Adelantarte te garantiza el primer ciclo de titulares, condiciona el marco de comparación y permite a tus socios de lanzamiento (los fabricantes que ya tienen prototipos en mano) ir calentando motores en privado con un relato favorable. Cuando Qualcomm llegue con su artillería, el debate ya estará abierto y, con suerte para MediaTek, con preguntas y referencias que parten de su propuesta.
Cuando los primeros modelos de 2026 empiecen a asomar, la clave estará menos en la cifra máxima y más en el sostenido: cómo se comporta el Dimensity 9500 tras quince minutos de juego exigente, cómo reparte las cargas entre esos “2 + 6” sin throttling agresivo, qué tal coordina CPU, Mali‑G1 Ultra y NPU en flujos mixtos de cámara y edición, y si SME se aprovecha de verdad en apps del día a día. En paralelo, habrá que vigilar la eficiencia en standby y la gestión térmica en chasis delgados, donde cada vatio cuenta.
A día de hoy, todo parte de una filtración, pero el relato es verosímil y encaja con el movimiento que MediaTek necesita para disputar narrativa y cuota en la gama más alta. Si esos ingredientes cristalizan y el 20 % de mejora multihilo se sostiene fuera del laboratorio, habrá partido. Y empezará, literalmente, 24 horas antes.
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