Intel prepara para finales de año una gran actualización de APO con más juegos compatibles, ajustes finos en tiempo real y una interfaz renovada

Intel quiere darle una vuelta de tuerca a la experiencia de juego en PC, y lo va a hacer poniendo al día su Optimización de Aplicaciones (APO). La compañía ya ha adelantado que prepara un nuevo paquete de mejoras que verá la luz el próximo trimestre, con el objetivo de afinar aún más el rendimiento y la respuesta de los juegos y aplicaciones compatibles.

Desde el equipo de desarrollo, un ingeniero ha confirmado que este no es un proyecto pasajero: “Intel está comprometida con mantener y ampliar las capacidades de APO mediante futuros programas”. Y es que la idea no es solo retocar lo que ya hay, sino ampliar el abanico de títulos soportados, refinar cómo se gestiona el tiempo de ejecución y, sobre todo, hacer que la experiencia sea más consistente, independientemente del sistema donde se ejecute.

Más que repartir tareas entre núcleos

Aunque a simple vista pueda parecer que APO solo se encarga de decidir qué núcleos de rendimiento asumen cada hilo de ejecución, lo cierto es que va mucho más allá. Este sistema monitoriza en tiempo real el comportamiento de las aplicaciones y ajusta dinámicamente los recursos: desde optimizar los subprocesos internos hasta decidir qué parte del procesador se encarga de cada tarea, siempre con la meta de mejorar la fluidez y los fotogramas por segundo.

Buena parte de la tecnología que hay detrás es propietaria, y seguirá siendo interna mientras Intel continúe evolucionando la plataforma. La compañía quiere integrar estas mejoras en programas futuros y, poco a poco, escalar APO para que esté presente en más escenarios y dispositivos.

Una interfaz más clara y control total para el usuario

Otra novedad que está en el horno es una interfaz del Optimizador de Aplicaciones más pulida y fácil de usar. Permitirá ver de un vistazo qué títulos están optimizados y, si lo prefieres, desactivar APO de forma global o solo para un juego concreto. Esto resulta útil si, por ejemplo, el ajuste automático no te convence en un título específico.

Esta interfaz se descarga desde Microsoft Store, no desde el centro de descargas de Intel. Y la compañía seguirá distribuyendo las actualizaciones de APO por los canales habituales, sin complicar el proceso para el usuario.

Requisitos y compatibilidad

La versión actual de APO está pensada para procesadores Intel Core modernos (tanto de sobremesa como portátiles) con seis o más núcleos de rendimiento. Es imprescindible que la tecnología Intel Dynamic Tuning esté activada en la BIOS, junto con una revisión reciente del firmware y Windows 11 como sistema operativo.

Si tienes un procesador de 12.ª generación o más reciente, el Modo Avanzado de APO amplía la compatibilidad siempre que uses la versión 11405 o posterior de Intel DTT. Aun así, Intel recuerda que la respuesta real puede variar en función de la configuración del PC y de la GPU que tengas instalada.

Antes del lanzamiento oficial, que sigue previsto para el próximo trimestre, aunque sin una fecha exacta, Intel pondrá versiones preliminares en manos de socios del ecosistema y testers seleccionados. El objetivo es pulir la estabilidad, ampliar la cobertura de títulos, mejorar la telemetría y dar más opciones de control al usuario.

En resumen, Intel quiere que APO deje de ser una función casi invisible y se convierta en una herramienta clave para quienes buscan el mejor rendimiento posible en sus juegos. Si las mejoras cumplen lo prometido, será un paso más hacia un ajuste fino del hardware sin que el jugador tenga que tocar nada… salvo encender el PC y empezar a jugar.

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