Un fallo en Windows 11 y 10 hace que PCs con procesadores Intel pidan la clave de recuperación de BitLocker tras las actualizaciones de octubre
por Manuel Naranjo 4Microsoft se ha topado con uno de esos fallos que, sobre el papel, parecen anecdóticos, pero en la práctica son un buen susto: arrancas el PC y, sin venir a cuento, te recibe la pantalla de recuperación de BitLocker pidiendo una clave que no recuerdas dónde guardaste. El problema afecta sobre todo a equipos con procesadores Intel y a las versiones más recientes de Windows 11, aunque también hay casos en Windows 10.
Qué está pasando exactamente con BitLocker
BitLocker está pensado para molestar solo cuando hay motivos: cambios en la BIOS/UEFI, modificaciones en el arranque seguro, un disco que se mueve a otro equipo… Es entonces cuando exige la clave de recuperación antes de descifrar el contenido, como último filtro de seguridad.
El error actual rompe esa lógica. Tras instalar las actualizaciones de octubre de 2025, algunos PCs entran en modo de recuperación sin que el usuario haya tocado nada. Es decir, el sistema interpreta un reinicio normal como si alguien hubiera manipulado el hardware o intentado forzar el arranque. Si no tienes la clave guardada fuera del propio equipo, te quedas directamente fuera de tu Windows.
Microsoft ha reconocido el fallo en documentación para clientes de Microsoft 365 Business y Windows 11 Enterprise, avisando de que, después de esas actualizaciones publicadas a partir del 14 de octubre, ciertos dispositivos pueden tener problemas durante el arranque y quedar atrapados en la pantalla de BitLocker.
Qué versiones y parches están implicados
La cosa no se limita a una build de pruebas. Los casos confirmados señalan sobre todo a:
- Windows 11 25H2 con el parche KB5066835.
- Windows 11 24H2, también con KB5066835.
- Windows 10 22H2 actualizado con KB5066791.
Además, no solo fallan equipos físicos: se han visto escritorios virtuales en Azure con compilación 24H2 que se quedan clavados en la pantalla de recuperación.

El papel de la Espera Conectada y de los procesadores Intel
La raíz técnica aún no está explicada al detalle, pero hay varias pistas. Desde Windows 8 existe una función llamada Espera Conectada (Connected Standby), pensada para que el equipo pueda entrar en un modo de bajo consumo, pero siga conectado a la red, recibiendo notificaciones o reproduciendo audio en streaming sin agotar la batería.
Este modo se apoya en cómo la CPU entra y sale de distintos estados de energía y en la comunicación entre Windows, el firmware y el hardware. Microsoft señala que los equipos con procesadores Intel son los más afectados, lo que apunta a un problema en esa interacción: el flujo de suspensión y reanudación podría estar modificando valores que BitLocker vigila para comprobar la integridad del arranque.
Impacto en empresas y entornos virtualizados
En un PC doméstico, el daño ya es considerable: si no tienes la clave de recuperación guardada en tu cuenta de Microsoft, impresa o en un gestor de contraseñas, puedes perder el acceso a todos tus datos. Pero en un entorno corporativo, el efecto se multiplica.
Muchísimas empresas activan BitLocker por norma en portátiles y sobremesas, sobre todo por temas de cumplimiento y protección de datos. Si después de un parche crítico una parte del parque arranca pidiendo claves de recuperación, el departamento de TI se enfrenta a llamadas en cascada, máquinas bloqueadas y horas de soporte no previstas.
Qué puedes hacer si usas BitLocker
Hasta que Microsoft termine de desplegar el arreglo, lo más sensato es adelantarse:
- Revisa si tu equipo tiene BitLocker activado y localiza la clave de recuperación. Puede estar guardada en tu cuenta de Microsoft, en Azure AD/Entra ID o en un archivo/impresión que generaste al activarlo.
- Guarda esa clave en un sitio accesible incluso si el PC no arranca: otro dispositivo, un gestor de contraseñas, una copia en papel… lo que te sea más cómodo.
- Mantén el sistema actualizado, porque la corrección llegará precisamente a través de nuevas actualizaciones acumulativas, por mucho que suene paradójico arreglar un parche con otro parche.
En empresas, además de asegurar que todas las claves de BitLocker están correctamente inventariadas, puede tener sentido revisar las políticas de energía, especialmente las relacionadas con Espera Conectada, y seguir de cerca las notas de Microsoft por si recomiendan ajustes temporales.
Un equilibrio frágil entre seguridad y comodidad
Este incidente es un recordatorio bastante claro de lo delicado que es combinar seguridad fuerte con una experiencia de uso cómoda. BitLocker hace su trabajo: si detecta algo raro, bloquea el acceso al disco. Pero cuando entra en juego una capa extra como la gestión agresiva de energía y esa capa altera, aunque sea mínimamente, los parámetros que se vigilan en el arranque, la protección se vuelve contra el propio usuario.
La buena noticia es que el problema ya está identificado y la solución está en marcha. La mala, que más de uno se habrá topado con la pantalla de recuperación sin saber qué clave le pide ni por qué. Si usas Windows 11 o 10 en un equipo con Intel y tienes BitLocker activado, este es un buen momento para asegurarte de que, si algún día aparece esa pantalla, al menos no te coja por sorpresa ni sin la clave de recuperación a mano.
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