SK hynix irrumpe en la GDDR7 con chips de 48 GB/s, 3 GB por módulo y hasta 3 TB/s de ancho de banda en futuras GPU e IA
por Manuel NaranjoSK hynix quiere que en la próxima generación de gráficas y aceleradores de IA el cuello de botella ya no sea la memoria. Y la carta que va a enseñar en la ISSCC 2026 va justo en esa dirección: una nueva GDDR7 de 24 GB capaz de mover datos a 48 GB/s por pin, muy por encima de lo que la industria daba por hecho hace apenas unos meses.
Una GDDR7 que rompe las previsiones
Hasta ahora, cuando se hablaba de GDDR7 se manejaban cifras en el entorno de los 32-37 GB/s. SK hynix ha decidido saltarse ese escalón y presentar directamente un chip que apunta a los 48 GB/s, apoyándose en un diseño simétrico de doble canal y en interfaces internas revisadas para exprimir cada línea de datos.
Traducido a algo más tangible: con los chips actuales de 28 GB/s, cada encapsulado ofrece unos 112 GB/s de ancho de banda. Con esta nueva GDDR7, esa cifra sube hasta los 192 GB/s por chip, más de un 70 % de mejora sin necesidad de multiplicar el número de módulos en la tarjeta.
La densidad también tiene truco. Cada encapsulado integra 24 GB de capacidad, es decir, 3 GB de VRAM efectivos. Sobre ese ladrillo básico se pueden construir configuraciones bastante flexibles:
- 8 chips > 24 GB de memoria
- 12 chips > 36 GB
- 16 chips > 48 GB
Para una GPU con bus de 256 bits, hablamos de alrededor de 1,5 TB/s de ancho de banda. Si alguien se anima con un bus 512 bits, la cifra se dispara a unos 3 TB/s. Son números que hace nada asociábamos solo a soluciones HBM en aceleradores de gama muy alta.

Pensada para la inferencia de IA, no solo para jugar
El documento técnico que SK hynix lleva a la ISSCC deja caer que esta GDDR7 está orientada sobre todo a hardware de inferencia de IA de gama media. Es decir, tarjetas y aceleradores que no se montan en superordenadores de laboratorio, sino en servidores “normales” que sirven modelos a diario o en estaciones de trabajo avanzadas.
La lógica es clara: la inferencia exige mover cantidades enormes de datos a toda velocidad, pero no siempre compensa pagar el precio y la complejidad de la HBM. Una GDDR7 tan rápida abre la puerta a tarjetas con un equilibrio interesante entre coste, consumo y rendimiento, ideales para centros de datos que quieren escalar sin arruinarse.
Eso no significa que las GPU gaming se queden fuera. Pero lo habitual es que estas primeras generaciones tan avanzadas empiecen su vida comercial en aceleradores de IA y placas para datacenter, donde se amortiza antes la inversión.
Una carrera de tres bandas: SK hynix, Samsung y Micron
En la GDDR7 hay ahora mismo tres nombres claros: SK hynix, Samsung y Micron. Las tres empujan en la misma dirección (más velocidad por pin, más ancho de banda, menos consumo por bit transferido), pero sobre el papel SK hynix se ha colocado momentáneamente a la cabeza con esa cifra de 48 Gb/s.
Conviene recordar también que los papers de la ISSCC suelen ir por delante del mercado: lo que se presenta en la conferencia puede tardar un año o más en llegar a productos finales. Es probable que esta GDDR7 de 24 GB se estrene primero en soluciones muy específicas de IA antes de asomarse a gráficas de consumo.

LPDDR6: la otra pieza para llevar la IA al bolsillo
SK hynix no va a la ISSCC solo con memoria para GPUs. También enseña su nueva LPDDR6, la DRAM móvil que veremos en los smartphones de gama alta, PCs ultraportátiles con IA y dispositivos periféricos que necesitan correr modelos de inferencia en local.
Aquí el salto también es notable: la LPDDR6 llega a 14,4 GB/s, muy por encima de los 9,6 GB/s de la actual LPDDR5. De nuevo, lo importante no es solo la cifra, sino lo que permite hacer: mover más datos en menos tiempo, mantener anchos de banda elevados sin disparar el consumo y habilitar funciones de IA generativa en el propio dispositivo sin depender tanto de la nube.
Si se junta esta LPDDR6 en el móvil con GDDR7 ultrarrápida en el servidor, el panorama queda bastante claro: modelos cada vez más grandes corriendo en el back-end y funciones más inmediatas (resumen de contenido, procesamiento de imagen, asistentes personales) ejecutándose directamente en el dispositivo del usuario.
Un aviso de por dónde va la siguiente generación
El anuncio de SK hynix no es solo una cifra llamativa en GB/s. Es una pista bastante directa de cómo va a cambiar el equilibrio entre GPU y memoria en la próxima oleada de productos para juegos y, sobre todo, para IA.
Si el ancho de banda deja de ser el cuello de botella gracias a memorias como esta GDDR7, los diseñadores de GPU podrán jugar con más núcleos, más caché o arquitecturas más complejas sin que todo se quede atascado en el bus. Y, al mismo tiempo, los fabricantes de móviles y portátiles empiezan a contar con una LPDDR6 que hace viable hablar en serio de IA generativa en el borde, sin depender tanto de la conexión.
La ISSCC 2026 todavía queda lejos del escaparate de consumo, pero lo que SK hynix lleva bajo el brazo apunta a que la próxima gran batalla de la IA no se librará solo en los chips de cómputo, sino en la memoria que los alimenta.
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