Intel Core Ultra 7 366H sorprende en benchmarks al acercar su iGPU Xe3 al rendimiento de una GTX 1050 Ti móvil

En Intel llevan semanas dejando caer pequeñas pistas sobre Panther Lake, la que será su próxima generación de procesadores para portátiles. Sin embargo, el ruido real ha empezado ahora, cuando uno de sus modelos más equilibrados se ha dejado ver en pruebas públicas. El Core Ultra 7 366H ha aparecido en Geekbench y sus resultados ya están dando que hablar, sobre todo por el desempeño de su gráfica integrada, que logra acercarse a soluciones dedicadas de hace no tanto tiempo.

Un vistazo rápido al Core Ultra 7 366H

El Core Ultra 7 366H pertenece a la familia Panther Lake-H, orientada a portátiles de gama media-alta donde se busca rendimiento sin disparar ni consumo ni temperatura. Según los datos filtrados, este chip llega con una configuración de 16 núcleos distribuidos en cuatro núcleos de alto rendimiento, ocho núcleos de eficiencia y cuatro núcleos LP-E de consumo ultrarreducido pensados para tareas en segundo plano. La frecuencia base se sitúa en torno a los 2,0 GHz y puede escalar hasta aproximadamente 4,8 GHz en modo turbo, siempre en función de la refrigeración del equipo que lo aloje.

La caché L3 alcanza los 18 MB, una cifra coherente con el resto de la gama, y su TDP objetivo se mueve alrededor de los 25 vatios, aunque Intel permitirá a los fabricantes configurar perfiles más agresivos para extraer algo más de potencia cuando el diseño térmico lo permita.

En la parte de CPU, por tanto, no estamos ante una revolución, sino ante una evolución lógica del enfoque híbrido que Intel lleva puliendo desde Alder Lake. El verdadero interés del Core Ultra 7 366H está en su apartado gráfico.

Una iGPU de cuatro núcleos Xe3 que se mide con viejas GPUs dedicadas

Este procesador integra una iGPU con cuatro núcleos basados en la nueva arquitectura Xe3, una variante modesta dentro del catálogo completo de Panther Lake, donde existen versiones con diez e incluso doce núcleos gráficos. A pesar de ello, el resultado en Geekbench 6 bajo la prueba Vulkan ha sorprendido: el 366H alcanza cerca de 22.800 puntos, una cifra que lo coloca por encima de lo que rendía una GTX 1050 Ti móvil, una gráfica dedicada que hace apenas unos años era un estándar en portátiles gaming de entrada.

Cuando se compara con las iGPU actuales de AMD, la fotografía queda aún más clara. Frente a la Radeon 840M de cuatro núcleos, la solución de Intel sale ganando con comodidad, situándose alrededor de un 25 % por encima. Sin embargo, al ponerlo frente a la Radeon 860M, que dobla el número de núcleos gráficos, el chip azul queda casi un 40 % por detrás. Es decir, no busca ser el rey absoluto de los gráficos integrados, sino competir sólidamente en la franja media.

Qué significa esto en el uso real de un portátil

Traducido al mundo real, este rendimiento abre escenarios muy interesantes. Un portátil con el Core Ultra 7 366H podrá mover sin problemas juegos competitivos a 1080p en calidad media, como Valorant, CS2 o Fortnite, algo que todavía no era tan habitual sin una GPU dedicada. 

En tareas fuera del gaming, la mejora se nota en el uso de configuraciones multimonitor, edición fotográfica ligera, exportaciones de vídeo domésticas y reproducción de contenido 4K. Todo ello manteniendo un consumo mucho más moderado que el de un portátil equipado con una gráfica dedicada básica.

Aquí reside la clave del 366H: ofrecer una solución equilibrada que evita el sobrecoste y el aumento de consumo de las GPU dedicadas de acceso, muchas veces presentes en portátiles que apenas mejoran la iGPU integrada.

El lugar del 366H dentro de la gama Panther Lake

En el conjunto de Panther Lake, el Core Ultra 7 366H ocupa una posición muy concreta. Por encima de él quedan los modelos más potentes de la familia X7 y X9, equipados con diez o doce núcleos gráficos Xe3 capaces de acercarse incluso al rendimiento de una RTX 3050 en pruebas sintéticas. Esos chips repetirán el patrón habitual: máximas prestaciones a cambio de precios elevados y diseños bastante más voluminosos.

El 366H, en cambio, se sitúa justo donde el mercado más crece: el de los portátiles versátiles con buena potencia general, un rendimiento gráfico solvente y sin dispararse en precio ni en consumo.

Qué podemos esperar cuando llegue a las tiendas

Por ahora, todo sigue en el terreno de las filtraciones. No hay fechas oficiales para los primeros portátiles con Panther Lake, ni modelos concretos anunciados por fabricantes. Sin embargo, el calendario apunta a que no habrá que esperar demasiado para verlos presentados en equipos de firmas como ASUS, Lenovo, HP o Dell.

Si los datos que estamos viendo se confirman, el Core Ultra 7 366H supondrá un salto notable frente a la generación anterior de Intel en gráficos integrados, incluso en versiones que no son tope de gama. También permitirá que más portátiles prescindan de gráficas dedicadas básicas sin perder capacidad multimedia ni solvencia para juegos ligeros.

Por ahora, el Core Ultra 7 366H ya ha conseguido algo importante: volver a colocar a Intel en el centro del debate sobre gráficas integradas competitivas, un terreno en el que llevaba tiempo cediendo protagonismo. Todo apunta a que 2025 será un año especialmente interesante para quien busque rendimiento gráfico sin renunciar a la portabilidad.

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