Las gafas de realidad aumentada llevan ya unos años con nosotros y Lenovo es una de las compañías que mantiene la apuesta desde hace tiempo por este tipo de dispositivos que permiten combinar la superposición de elementos virtuales con la realidad que nos rodea.
Su última novedad han sido las Lenovo Glasses T1, un modelo de gafas de realidad aumentada que se integra en un diseño relativamente discreto con un formato similar al de unas gafas de sol. Se trata de un modelo que requiere de un dispositivo externo para funcionar, como un PC, móvil o tablet. Están dotadas de una pantalla Micro OLED de 1920 x 1080 de resolución por ojo, con un contraste de 10000:1 con 60 Hz de frecuencia de funcionamiento y cuentan con sus propios auriculares integrados.
En el ShowStoppers de IFA 2022 hemos podido probarlas de primera mano para poder hacernos una idea de la experiencia que ofrecen estas gafas.
Su diseño es algo más voluminoso que unas gafas de sol al uso, se nota sobre todo en el grosor que tienen, ya que el módulo principal del hardware va situado en la zona superior junto a un sensor de presencia. Este diseño permite utilizarlas sobre unas gafas convencionales. Son bastante cómodas de llevar, aunque se nota ese grosor y que sobresalen hacia delante.
La pantalla que proyectan tiene un tamaño bastante limitado, y no se integra con el entorno. Es decir, veremos una pantalla bastante cerca, pero se moverá con nosotros y no se fija, por ejemplo, a una pared. Dicha pantalla es transparente, por lo que podremos ver lo que ocurre detrás de nosotros.
En el modo de funcionamiento con Android, que era el único disponible en la demostración, nos muestra un menú con algunas de las aplicaciones principales que tengamos en el sistema operativo. Podemos ver fotografías o videos, navegar o utilizar aplicaciones que tengamos instaladas. Si queremos realizar tareas más productivas como usos ofimáticos, por ejemplo, tendremos que utilizarlas con PC, o dotar al móvil de un teclado y ratón.
Para movernos por los menús tenemos que utilizar el móvil con una aplicación que convierte la pantalla táctil del terminal en una suerte de trackpad. Por un lado, es un sistema bastante sencillo y preciso de control. Por otro lado, tenemos que tener el móvil en la mano con el correspondiente cable. Cable que, por cierto, tendremos que tener siempre conectado a la fuente porque no son inalámbricas.
La idea detrás de las Lenovo Glasses T1 es la de funcionar como una pantalla personal privada para ocio o trabajo. Nos hubiera gustado que se pudieran integrar en el entorno y dejar fija la única pantalla proyectada, ya que eso permitiría, por ejemplo, tener una suerte de oficina virtual donde se proyectara en algún lugar la pantalla de trabajo, pero no tuviéramos que verla continuamente.
No obstante, nos tememos que para una solución como esa, harán falta dispositivos más grandes con un sistema de sensores que las haría más voluminosas y caras. También echamos de menos la posibilidad de mostrar más de una pantalla, pero de nuevo, tal y como están concebidas las gafas T1, no es algo que se pueda hacer.
Los representantes de la marca nos han comentado que, aunque si precio no es final todavía, debería situarse ligeramente por debajo de los 500 euros. Su precio no es tan disparatado como el de otras soluciones, pero sus especificaciones y funcionalidades son más limitadas.
La calidad de imagen, quizás debido a la propia interfaz (con iconos demasiado grandes) y al hecho de que las pantallas sean bastante transparentes, hace que posiblemente no sean la mejor opción a la hora de ver una película. Por tanto, a falta de conocer todas las posibilidades que puedan ofrecer conectándolas al PC, se quedan un poco a medias.
No obstante, el camino hacia la popularización de este tipo de soluciones para multimedia y trabajo es ese: dejar a un lado aparatosos cascos de realidad virtual o AR, y pasarse a formatos más discretos y livianos con precios cada vez más atractivos
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