Los nuevos SSD Micron 2600 ofrecen un 63% más de rendimiento gracias a su tecnología AWT de caché de escritura adaptativa

Micron ha presentado su nueva unidad SSD 2600 NVMe, un modelo pensado para fabricantes (OEM), pero que apunta directo a transformar la experiencia de los usuarios más exigentes en portátiles y PCs. ¿Lo más novedoso? Su tecnología Adaptive Write Technology (AWT), una arquitectura de caché multinivel que combina memorias SLC, TLC y QLC para sacar lo mejor de cada una y conseguir un rendimiento de escritura que da un salto muy serio.

Gracias a esta innovación, la Micron 2600 logra hasta un 63 % más de velocidad de escritura secuencial y un 49 % más de rendimiento en escritura aleatoria frente a las soluciones SSD QLC y TLC del mismo rango. Y todo esto usando la primera NAND QLC de novena generación de la industria, un avance que Micron estrena con este modelo.

Tecnología que exprime la QLC al máximo

Si hay algo que merece la pena destacar en esta unidad es su capacidad para plantarle cara al talón de Aquiles de las memorias QLC: la pérdida de velocidad en escrituras prolongadas. Aquí no ocurre. Micron ha afinado tanto su sistema de caché multinivel que el modelo de 2 TB puede volcar hasta 800 GB del tirón sin pestañear, manteniendo un ritmo constante y ágil de principio a fin. Una rareza en este tipo de SSD y sin duda uno de los grandes logros de esta nueva generación.

Además, gracias a su arquitectura NAND de seis planos, puede ejecutar más operaciones en paralelo, con una velocidad de E/S de hasta 3,6 GB/s, una cifra muy por encima de lo que se suele ver en este tipo de soluciones para cliente.

¿Qué implica esto para el usuario final?

En la práctica, este SSD mejora de forma muy visible los tiempos de arranque, la carga de programas y la fluidez general del sistema. Ya sea para productividad, edición ligera, gaming casual o incluso tareas relacionadas con inteligencia artificial en local, este SSD responde con soltura. En benchmarks como PCMark 10, el Micron 2600 ha logrado un 44 % más de puntuación y un 43 % más de ancho de banda respecto a sus competidores TLC.

El Micron 2600 llega en varios formatos: 22 x 30 mm, 42 mm y 80 mm, con capacidades de entre 512 GB y 2 TB. Su diseño de una sola cara es ideal para portátiles ultrafinos, consolas portátiles o estaciones de trabajo con poco espacio, ofreciendo mucho almacenamiento sin renunciar al tamaño.

Y como no podía ser de otra forma, cuenta con el respaldo de grandes socios tecnológicos como AMD, Intel o IBM, que ya están colaborando con Micron para integrar esta nueva generación de NAND en sus productos. En resumidas cuentas, el Micron 2600 no solo saca músculo técnico, sino que también demuestra que la tecnología QLC todavía tiene mucho margen de mejora si se gestiona con inteligencia. Y esta vez, lo han conseguido.

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