Tras 14 años como parte de Intel, RealSense ha decidido convertirse en una empresa independiente para acelerar el desarrollo y la expansión de su tecnología de imagen estéreo. Este sistema, que combina dos imágenes del mismo objeto tomadas desde distintos ángulos junto con luz infrarroja, permite a máquinas como robots, drones o vehículos autónomos percibir el entorno en tres dimensiones y actuar en consecuencia.
También se utiliza para reconocimiento facial y control de accesos. De hecho, ya lo habíamos visto en productos tan llamativos como el Cyberdog de Xiaomi o un MiniPC con soporte para sus cámaras. Según ha explicado su CEO, Nadav Orbach, RealSense ha detectado un crecimiento notable de la demanda en los últimos años, especialmente gracias a los avances de la inteligencia artificial. Esto ha impulsado aplicaciones más complejas en robótica y otros sectores industriales.
Aunque la robótica sigue siendo su principal mercado, RealSense también colabora con empresas de sectores tan diversos como la acuicultura o la restauración. Por ejemplo, algunas piscifactorías emplean sus cámaras para controlar el volumen de los estanques, mientras que la cadena Chipotle, en colaboración con la empresa de software de IA PreciTaste, las utiliza para monitorizar el nivel de comida en los recipientes. Actualmente, RealSense cuenta con más de 3.000 clientes y prevé que esta cifra siga aumentando a medida que la inteligencia artificial continúe evolucionando y las necesidades de percepción 3D se amplíen.
Llega una ronda de financiación
Para responder a la buena acogida de sus productos y soluciones, RealSense ha tomado la decisión de independizarse de Intel y buscar capital propio. La operación, aprobada el año pasado por el ex CEO de Intel, Pat Gelsinger, se ha materializado con una ronda de financiación Serie A de 50 millones de dólares liderada por Intel Capital y otros inversores estratégicos.
El objetivo de esta inversión inicial es reforzar el equipo comercial y seguir perfeccionando la tecnología, con especial atención a la seguridad en la interacción entre humanos y robots, así como a sistemas de control de accesos más precisos y seguros.
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