Nothing ahora tiene 200 millones de dólares más. Los va a usar para lanzar "dispositivos nativos de IA"

La startup tecnológica londinense Nothing, fundada por Carl Pei, ha cerrado una ronda de financiación Serie C de 200 millones de dólares, alcanzando una valoración de 1.300 millones. Con este respaldo financiero, la compañía quiere acelerar el desarrollo de su plataforma AI-native y prepara el lanzamiento de sus primeros dispositivos nativos de inteligencia artificial en 2026. Pero, ¿eso qué quiere decir?

De fabricante de móviles a plataforma de IA

Tal y como explica la propia marca, en apenas cuatro años, Nothing ha pasado de ser un fabricante emergente de teléfonos inteligentes a consolidarse con más de mil millones de dólares en ventas acumuladas y un crecimiento del 150 % en 2024. Esas cifras se explican gracias a su filosofía de hacer divertida la tecnología otra vez, algo que se ve en sus diseños y desarrollos de software.

Ahora, el objetivo declarado por Pei es construir un sistema operativo centrado en IA que combine hardware y software en una única experiencia integrada. Eso quiere decir que el smartphone seguirá siendo clave en esta estrategia, pero la ambición va más allá: auriculares, relojes inteligentes, gafas conectadas, coches eléctricos e incluso robots humanoides son parte de la hoja de ruta. Es bien ambicioso Carl Pei.

No hay que olvidarse de que la categoría de dispositivos impulsados por IA ha tenido históricamente problemas para atraer a un público masivo. Sin embargo, Nothing sostiene que tiene una ventaja sobre la competencia. Esa es la relación directa con los usuarios y el acceso al contexto de uso diario que permitiría crear experiencias personalizadas. Para la compañía, esa cercanía al consumidor es lo que diferencia su propuesta de la de otros actores del sector.

Próximo capítulo: los dispositivos de 2026

El plan inmediato es lanzar los primeros dispositivos con su nuevo sistema de IA el próximo año. Aunque aún no está claro si esta plataforma se basará en Android, como ocurre con Nothing OS, o si se tratará de un desarrollo propio, la compañía habla de una “segunda fase” en la que el software evolucionará tanto como el hardware.

Por ahora, todo esto hay que cogerlo con pinzas. De hecho, hasta las empresas más potentes se están tropezando con la realidad: la IA es una tecnología muy potente, pero está costando que los usuarios la adopten de forma masiva. De hecho, sus aplicaciones actuales no parecen habernos cambiado mucho la vida, en general. Incluso un gigante como Apple, rey absoluto del concepto "ecosistema", lleva un retraso evidente y no parece conseguir que Apple Intelligence cale en los usuarios.

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