El DJI Mini 5 Pro estrena cámara de 50 MP, grabación 4K120 y LiDAR con menos de 250 gramos
por Manuel NaranjoLa familia Mini siempre ha jugado a una cosa: colarse en la mochila sin renunciar a tomas serias. Con el DJI Mini 5 Pro ese equilibrio se estira un poco más. La clave no es solo que mantenga los menos de 250 gramos (con todo lo que implica a nivel de normativa), sino que por fin lleva a este formato un sensor de una pulgada y 50 MP.
Ese cambio de tamaño, más del doble de superficie respecto al 1/1,3” del Mini 4 Pro, no es un número para la ficha técnica: significa más luz capturada, archivos con más margen de edición y un rango dinámico que DJI cifra en 14 pasos. Sobre el papel, es el salto que faltaba para que el Mini deje de ser “el pequeño” y empiece a medirse con drones más serios, incluso con un Air 3S al que, dicen, supera en retrato a corta distancia, en brillo de sombras y en cómo trata la vegetación sin empastarla.
Sensor y calidad de imagen: más margen, menos compromisos
La combinación de una pulgada y 50 MP debería traducirse en cielos con detalle y sombras aprovechables donde antes aparecía ruido o banding. Que DJI hable de 14 pasos cuadra con esa sensación de “negativo” más elástico, útil cuando alternas escenas de alto contraste o trabajas al atardecer. Si a eso le sumas que el procesado promete corregir esa tendencia del Air 3S a “verdear” la vegetación, el Mini 5 Pro pinta como el dron para quien quiere color natural sin pelearse después en el ordenador.
Autonomía y normativa: dos minutos más… y un récord que en Europa no verás
Con la batería estándar se pasa de 34 a 36 minutos. Es una mejora pequeña, pero tiene truco: no sube de peso y mantiene las ventajas de la categoría sub-250 g. La gran novedad es la batería extendida con hasta 52 minutos, la mayor jamás vista en un DJI no industrial. El problema es conocido: no se venderá en Europa por la legislación que penaliza el aumento de peso. Fuera de la UE será un punto de venta clarísimo; aquí, la ganancia real será más discreta, pero bienvenida.

Vuelo y seguridad: más rápido, más listo de noche
El Mini 5 Pro no solo ve mejor: asciende al doble de rápido que su predecesor, a 10 m/s, y gana punta en horizontal hasta 68 km/h (frente a 58 km/h del Mini 4 Pro). La seguridad también sube de nivel. El sistema omnidireccional para evitar obstáculos ya estaba, pero ahora adopta la versión mejorada del Air para baja luz e incorpora LiDAR frontal. Esto ayuda en vuelta a casa nocturna y, sobre todo, en memorizar rutas de vuelo para despegar y regresar incluso sin señal satelital. Para quien lo use en entornos urbanos o de interior, es una diferencia tangible.
Vídeo y sensibilidad: 4K120 y los ISOs que tocan
En grabación, se pone a la altura del catálogo superior con 4K a 120 fps, útil para recursos y acción. El rango ISO se expande hasta 12.800 en modo normal y 3.200 en HDR y D-Log M, que es donde más interesa por el control del color y el margen de postproducción. No es una promesa de cine nocturno, pero sí de sesiones al caer la tarde con menos sacrificios.
Una de las quejas clásicas en la gama Mini era depender sí o sí de la microSD para algo más que un clip corto. Aquí llega el giro: 42 GB de almacenamiento interno. Es suficiente para sesiones de campo sin tarjeta o como red de seguridad cuando la SD falla. Además, se suma WiFi 6 para descargas a 100 MB/s. No arregla la transmisión aire-tierra en vuelo, que “no mejora mucho” según DJI, pero sí agiliza el vaciado al móvil o al portátil.

Ergonomía y detalles: gimbal que mira más alto y encendido automático
El gimbal ahora rota libremente más allá de la vertical hasta 225 grados (herencia del Mavic 4 Pro), lo que abre encuadres que antes obligaban a acrobacias o a renunciar a la toma. Otro gesto bienvenido: el dron se enciende al desplegar los brazos, a lo DJI Flip, y evita la pulsación larga del botón. La contra está en los clásicos “casi”: no hay QuickShots sin controlador, no puedes intercambiar hélices ni filtros ND con el Mini 4 Pro y las nuevas baterías no son compatibles con el modelo anterior. Son límites que conviene tener claros si ya tienes un ecosistema Mini 4.
Precio y paquetes: la barrera psicológica de los 800 euros
El arranque en 798 euros en Europa lo coloca en esa zona en la que el salto de calidad se paga, pero no se dispara. DJI repetirá la jugada de packs con baterías extra, accesorios y controladores con pantalla. Si necesitas “salir y volar” con cierta autonomía, esos combos suelen tener sentido económico desde el primer día.
Visto en conjunto, el Mini 5 Pro no se limita a una mejora incremental. Entre el sensor de 1”, la autonomía afinada, la seguridad en baja luz con LiDAR, el 4K120 y la memoria interna, despega como la opción compacta que ya no obliga a compromisos gordos. La compatibilidad limitada con accesorios del Mini 4 es el peaje. A cambio, la sensación que deja es la de un dron pequeño que no lo parece cuando importa: imagen, control y solvencia cuando el entorno se complica.
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