Una filtración asegura que las gafas de realidad aumentada de Samsung están muy cerca de llegar a los usuarios

El mercado XR lleva meses esperando a Samsung, y los indicios apuntan a que esa espera se acorta. Según medios surcoreanos, la compañía abrirá un prerregistro del 15 al 21 de octubre, un movimiento típico cuando se quiere medir demanda, ordenar la cadena de suministro y premiar a los más rápidos con acceso preferente a la reserva. Si los plazos cuadran, en breve debería asomar una página oficial de preinscripción. No es un lanzamiento, pero sí la pista inequívoca de que el producto está listo para salir del laboratorio.

Posicionamiento y precio: por debajo de Vision Pro, pero premium

Las filtraciones coinciden en que las Galaxy XR (nombre en clave Project Moohan) llegarán por debajo de los 3.999 euros de las Apple Vision Pro. No esperemos una ganga: la tecnología XR de gama alta sigue siendo cara por paneles, óptica, sensores y procesadores específicos.

La apuesta de Samsung parece que va a tener un precio más “aterrizado” para ensanchar el mercado, manteniendo un foco claro en ergonomía y uso continuado (dos frentes donde Apple ha recibido críticas por peso y autonomía).

Ergonomía y control: la comodidad manda

Roh Tae-Moon, responsable de la división de experiencia de dispositivos, ha hablado de “buena comodidad” en peso y portabilidad. No es casual: en XR, el minuto 30 separa el producto que apetece usar del que se queda en el cajón. Además, Samsung sugiere que el control por voz será una pieza central. Si lo resuelven bien (latencia baja, reconocimiento fiable y comandos útiles) puede reducir fricción frente a mandos o gestos que, en la práctica, cansan más de lo que debería.

Lo visto en Snapdragon Summit: diseño listo, datos con cuentagotas

En la cumbre Snapdragon 2025 los cascos se mostraron en vitrina: apariencia cuidada, producto casi final, pero sin ficha técnica pública. Lo que ha trascendido encaja con lo que cabe esperar en este segmento: pantallas OLEDoS, con densidad y eficiencia superiores a LCD; paneles de 1,3” por ojo, resolución 3.552 × 3.840 píxeles y 90 fps como diana razonable para evitar mareos y mantener nitidez. Si se confirma, hablamos de especificaciones capaces de sostener experiencias exigentes sin perder confort visual.

Hardware y IA: tridente Samsung-Qualcomm-Google

Más allá del hierro, el valor está en la capa de IA. Se da por hecho que Galaxy AI tendrá presencia transversal (edición de fotos, traducción, ayudas contextuales) y que habrá integración con Gemini en flujos concretos. El papel de Qualcomm será clave para el mix de CPU/GPU/NPUs: si el offloading a motores de IA locales funciona, la sensación de inmediatez marcará diferencia frente a soluciones que dependen más de la nube. En XR, cada milisegundo cuenta.

Producción inicial y calendario: prudencia y foco

El plan que circula habla de lote inicial de 100.000 unidades y la posibilidad de un evento Galaxy el 21 de octubre. Es una cifra baja para un superventas, pero sensata para validar el encaje del producto, pulir software con feedback real y escalar sin acumular stock. La ventana de seis días de prerregistro ayuda a estimar mejor la primera ola de reservas, activar promociones cruzadas y, sobre todo, alinear partners y logística.

Qué falta por saber (y por qué importa)

Quedan incógnitas que moverán la balanza:

• Seguimiento y mandos: inside-out tracking, precisión de manos, latencia de gestos y si habrá controladores físicos opcionales.
• Catálogo: aplicaciones de productividad, colaboración y entretenimiento en el lanzamiento; compatibilidad con hubs de contenido y herramientas de creación.
• Autonomía y carga: tiempos reales de uso y estrategias para sesiones largas en entornos profesionales.
• Ecosistema: cómo encaja con móviles Galaxy, relojes y auriculares; qué gana quien ya está en el universo Samsung.

Si Samsung consigue un casco más ligero, con voz bien integrada, pantallas OLEDoS a altura y un precio menos intimidante que Vision Pro, tendrá una puerta abierta en empresas y creadores que hoy ven el XR como algo atractivo, pero caro y complejo. El prerregistro no es el final del camino, pero sí la señal de que el “Project Moohan” pasa de promesa a producto. Y, a estas alturas del partido, eso es justo lo que el mercado estaba esperando.

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