OpenAI quiere que dejes de estar a solas con ChatGPT. Por eso, está probando nuevos chats grupales para colaborar con otros

OpenAI ha comenzado a probar una nueva función experimental llamada Chats grupales, diseñada para convertir ChatGPT en un espacio de colaboración. Muy similar a lo que ofrece Google Docs o alguna de sus alternativas, pero con la IA de por medio. La compañía ha anunciado el inicio de este programa piloto en algunas regiones. Con ella, es posible invitar a otras personas, ya sean amigos, familiares o compañeros de trabajo, a la misma conversación con la inteligencia artificial.

¿Cuál es el objetivo que persigue OpenAI? Pues que ChatGPT actúe como un asistente activo dentro de una conversación compartida. Los usuarios pueden utilizarlo para planificar, tomar decisiones o trabajar en ideas de forma conjunta. Por ejemplo, se puede crear un chat para organizar un viaje de fin de semana, pidiendo a la IA que compare destinos, ayude a crear un itinerario o genere una lista de equipaje mientras todos los participantes lo ven y aportan ideas.

Esta nueva modalidad separa las conversaciones grupales de los chats privados del usuario. OpenAI ha especificado que la memoria personal de ChatGPT (las preferencias e información que ha aprendido sobre el usuario en chats privados) nunca se comparte en los chats grupales. Del mismo modo, la IA no creará nuevos recuerdos personales a partir de estas conversaciones compartidas.

Este piloto inicial se está implementando en la versión web y móvil para todos los usuarios con cuenta, desde el plan gratuito hasta los planes Go, Plus y Pro. Se está activando en Japón, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Taiwán. OpenAI quiere observar cómo se comporta la IA en este escenario antes de expandir la función a más regiones.

Así funciona y se comporta la IA en grupo

Para iniciar un chat grupal, el usuario debe tocar un nuevo icono de personas en una conversación. Si se añade gente a un chat ya existente, ChatGPT crea una copia de esa conversación como un nuevo chat grupal, manteniendo el chat original privado e intacto. Las invitaciones se gestionan mediante un enlace que se puede compartir con hasta veinte personas.

Una de las claves es cómo se comporta la IA en un entorno social. OpenAI afirma haber enseñado a ChatGPT "nuevos comportamientos sociales" para estos chats. La IA es capaz de seguir el flujo de la conversación y decidir por sí misma cuándo debe intervenir y cuándo es mejor permanecer en silencio, basándose en el contexto del diálogo entre los humanos.

Si los usuarios necesitan una respuesta de forma proactiva, pueden mencionar a ChatGPT en un mensaje para solicitar su intervención. El modelo que impulsa las respuestas es GPT-5.1 Auto, que selecciona el mejor modelo disponible según la consulta y el plan de suscripción del usuario al que está respondiendo.

Los límites de uso solo se aplican cuando ChatGPT genera una respuesta, no a los mensajes entre usuarios, y la respuesta de la IA se descuenta del límite de la persona a la que está contestando. La IA también puede reaccionar a mensajes con emojis y utilizar las fotos de perfil de los miembros, por ejemplo, para crear imágenes personalizadas si se le pide.

Los usuarios pueden gestionar el grupo (nombrarlo, añadir o eliminar miembros) y establecer instrucciones personalizadas específicas para ese chat, dándole a la IA un contexto, un tono o una personalidad concreta para esa conversación. En cuanto a la seguridad, si un menor de 18 años se une al chat, el sistema reduce automáticamente la exposición a contenido sensible para todos los participantes.

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