Microsoft renueva el histórico Ejecutar de Windows tras 30 años con un nuevo diseño WinUI 3 opcional en Windows 11

Durante casi tres décadas, el cuadro de diálogo Ejecutar de Windows ha sido uno de esos rincones del sistema que parecen intocables. Una pequeña ventana sobria, sin florituras, que aparece cuando pulsas Win+R y te permite lanzar comandos directamente sin pasar por menús ni buscadores.

Ahora, por fin, Microsoft ha decidido mover ficha: está probando una versión moderna de Ejecutar en las compilaciones preliminares de Windows 11, con un lavado de cara visual importante, pero con un enfoque muy conservador en lo que importa de verdad, la funcionalidad.

Ejecutar se actualiza, pero no desaparece

Lo primero que hay que tener claro es que Microsoft no está “matando” Ejecutar tal y como lo conocemos. El cuadro de diálogo clásico sigue ahí, intacto, y la nueva versión no llega como un reemplazo obligatorio, sino como una experiencia opcional. Solo quienes activen el nuevo diseño verán el cuadro renovado al pulsar Win+R, mientras que el resto continuará usando el diálogo Win32 de toda la vida.

De momento, esta novedad está limitada a la compilación 26534 de Windows 11, dentro del programa de pruebas. Es decir, todavía se mueve en terreno Insider y no ha llegado al canal estable. Eso encaja con la forma en la que Microsoft suele abordar cambios delicados en la interfaz: primero los oculta tras opciones avanzadas, mide reacciones y, solo si encaja bien con el uso real, los extiende a más usuarios.

Fluent Design y WinUI 3 llegan a un rincón histórico de Windows

La nueva versión de Ejecutar adopta los principios de Fluent Design que ya hemos visto en otras partes de Windows 11. La diferencia se nota en detalles claros: esquinas redondeadas, un diseño más limpio y abierto, menos sensación de cuadro “encajonado” en el pasado. Todo apunta a que está construida sobre WinUI 3, el marco que Microsoft está utilizando para ir renovando poco a poco la interfaz de usuario del sistema.

Aunque pueda parecer un cambio menor, tiene su carga simbólica. Ejecutar es uno de esos elementos que arrastraba una estética prácticamente intacta desde finales de los 90. Que se haya decidido llevarlo a la nueva capa visual indica que en Redmond quieren ir cerrando la brecha entre lo moderno y lo heredado, incluso en herramientas que, en teoría, solo usan usuarios avanzados.

Cambios sutiles, mejoras prácticas

Más allá del aspecto visual, el nuevo cuadro de diálogo introduce un par de mejoras que tienen sentido para quien usa Ejecutar todos los días. Una de las más visibles es el campo de texto más amplio, que permite escribir comandos largos o rutas completas sin tener la sensación de estar trabajando en un espacio mínimo.

También aparece una lista de comandos recientes justo encima del cuadro de entrada, de forma que puedes recuperar lo que has escrito hace poco sin tener que repetirlo ni tirar solo del historial básico habitual. A eso se le suman iconos de aplicación cuando hay coincidencias, lo que ayuda a identificar de un vistazo qué se va a lanzar exactamente.

Un detalle que dice mucho de cómo Microsoft está gestionando esta transición es dónde se activa la nueva interfaz. No aparece como un cambio masivo ni como un ajuste obvio en el menú principal, sino que está escondida detrás de un interruptor avanzado en Configuración > Sistema > Configuración avanzada. Por defecto, llega deshabilitada.

Ese enfoque tiene dos lecturas claras. Por un lado, reduce el riesgo de romper flujos de trabajo de usuarios que dependen de Ejecutar tal y como está. Por otro, envía un mensaje a desarrolladores, administradores y usuarios más técnicos: “si te interesa probar novedades y darnos feedback, aquí tienes algo para ti, pero no vamos a obligarte”.

Un primer paso hacia la renovación de diálogos clásicos

Aunque esta actualización pueda parecer insignificante al lado de cambios más vistosos del sistema, encaja en un movimiento de fondo que lleva tiempo en marcha: ir reemplazando progresivamente todos los diálogos y ventanas heredadas por versiones basadas en WinUI 3 y alineadas con Fluent Design. Durante años, Windows ha vivido con una mezcla de estilos: ventanas modernas conviviendo con cuadros de diálogo que parecen sacados de Windows 7 o incluso de Windows XP.

Tocar Ejecutar después de casi treinta años sin grandes cambios envía una señal clara: ni siquiera los rincones más “históricos” del sistema están fuera del plan de renovación. Si las pruebas con esta nueva versión funcionan bien, lo lógico es que veamos cómo otros diálogos clásicos siguen el mismo camino en futuras compilaciones, hasta que la experiencia visual sea más coherente de arriba abajo.

En resumen, el nuevo cuadro de diálogo Ejecutar en Windows 11 no intenta reinventar nada, y precisamente ahí está su acierto. Moderniza la apariencia, añade un par de mejoras prácticas y se integra en el lenguaje visual actual del sistema, pero sin perder de vista que su razón de ser es la rapidez y la mínima fricción.

No es un cambio pensado para llamar la atención del usuario casual, sino para empezar a cerrar una etapa en la que Windows convivía con demasiadas capas de diseño superpuestas. Y, si algo deja claro esta prueba, es que Microsoft ha decidido que ha llegado el momento de mirar también a esas pequeñas herramientas que llevan décadas en segundo plano, pero que siguen siendo esenciales para quienes de verdad exprimen el sistema operativo.

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