Polartherm X-10 Review

Introducción a las características de la Polartherm X-10

El mundo de las pastas térmicas ha evolucionado mucho en los últimos años, pero todos solemos tener una pasta térmica de referencia en la que confiamos cuando tenemos que montar un PC donde en realidad no queremos problemas, no queremos tener que estar desmontando el disipador cada poco, algo que vamos a montar para trabajar y verlo envejecer sacando buen provecho de nuestra inversión, una además adecuada e inteligente claramente orientada al uso real del ordenador.

Para ello, usar pastas térmicas de última tecnología no tiene sentido, más bien tenemos que buscar algo cuya consistencia y composición sea la adecuada para usar y olvidar, y si además tiene un precio adecuado, mejor que mejor. La Polartherm X-10 que exploramos en esta review está precisamente diseñada para este tipo de uso, para un objetivo claro, que es ofrecer calidad con precios competitivos en una pasta en la que podamos confiar toda la vida del PC.

Especificaciones de la pasta Polartherm X-10

• Color: Gris
• Conductividad eléctrica: 0 pS/m
• Densidad: 2,6 g/cm³
• Temperatura de funcionamiento: -50 a +150 °C
• Aplicaciones típicas: CPUs, GPUs, portátiles, circuitos integrados (ICs)

Recomendado para procesadores de las siguientes series:

• Intel Core i7/i9
• Intel Core Ultra 7/9
• AMD Ryzen 7/9

Presentaciones disponibles:

• 2 g

  Nº de artículo: PT-X10-002

  Código EAN: 4260711990915

  Tamaño del paquete: 2×11,5×1,5 cm

  Peso neto: 5 g

  Peso bruto: 13 g

  Unidad de embalaje: 115 uds.

• 5 g

  Nº de artículo: PT-X10-005

  Código EAN: 4260711990922

  Tamaño del paquete: 3×13×2 cm

  Peso neto: 8,5 g

  Peso bruto: 19 g

  Unidad de embalaje: 80 uds.

• 10 g

  Nº de artículo: PT-X10-010

  Código EAN: 4260711990939

  Tamaño del paquete: 8×10×2,5 cm

  Peso neto: 14,5 g

  Peso bruto: 25,5 g

  Unidad de embalaje: 60 uds.

• 40 g

  Nº de artículo: PT-X10-040

  Código EAN: 4260711990946

  Tamaño del paquete: 4×19×2,5 cm

  Peso neto: 52 g

  Peso bruto: 71 g

  Unidad de embalaje: 20 uds.

¿Para qué sirve la pasta térmica?

La pasta térmica es un compuesto diseñado específicamente para mejorar la conductividad térmica entre dos superficies, especialmente en componentes electrónicos como procesadores y tarjetas gráficas. Su función principal es facilitar la transferencia de calor, y para ello incorpora materiales que, además de ser térmicamente conductores, son eléctricamente no conductivos, evitando así riesgos para los componentes sensibles.

Al menos así es en las pastas convencionales; hay otras más “eficientes” que sí añaden ciertos riesgos, pero no en el caso de la pasta térmica que nos ocupa, que tiene conductividad eléctrica completamente nula.

El propósito es sencillo pero fundamental: rellenar las imperfecciones microscópicas que existen entre las superficies en contacto, como el IHS (Integrated Heat Spreader) del procesador y la base del disipador. A simple vista parecen lisas, algunas con mayor o menor dedicación en su pulido, pero bajo el microscopio revelan surcos y microfisuras que generan bolsas de aire, y el aire es un pésimo conductor del calor.

Pero por mucha dedicación que pongamos, nosotros o el fabricante, en el pulido de superficies, estas nunca son perfectas. Es ahí donde la pasta térmica sustituye el aire por un compuesto optimizado para la conducción del calor, adaptándose a cada cavidad y creando un mejor contacto. Existen muchos tipos en el mercado, y en el caso de la Polartherm X-10 nos encontramos con un compuesto que busca también la durabilidad con una consistencia más densa que permite adaptarse mejor a los cambios de temperatura y presión que suceden con el tiempo entre el procesador y el disipador. Su viscosidad superior en este caso es una ventaja de resultados a largo plazo.

Una pasta térmica de calidad debe alcanzar un equilibrio preciso entre viscosidad, tamaño de partícula y conductividad térmica. Las pastas más densas, aunque excelentes en capacidad de transmisión, pueden extenderse mal o no cubrir adecuadamente los huecos microscópicos, especialmente durante los ciclos de calentamiento y enfriamiento típicos en una CPU o GPU. Por otro lado, si la pasta es demasiado líquida, se adapta muy bien al principio, pero puede acabar desplazándose con el tiempo por efecto del calor, la presión y los cambios térmicos, perdiendo eficacia y requiriendo un mantenimiento más frecuente.

En el caso de la Polartherm X-10 se logra un gran equilibrio entre problemas y virtudes, y además se añaden accesorios para poder hacer una aplicación perfecta del compuesto sobre la superficie de contacto.

Características y presentación de la pasta Polartherm X-10

Esta pasta térmica se puede aplicar indistintamente si usamos disipadores convencionales o refrigeración líquida y también es apropiada para GPUs de tarjetas gráficas. La podemos encontrar en formato “jeringa” de entre 2 y 40 gramos (un formato perfecto para integradores), lo que nos da para entre 4 y 80 aplicaciones, así que tenemos formatos para todas las necesidades, incluso para integradores de PCs.

Todas las presentaciones de la Polartherm X-10, que tiene un color gris azulado fácilmente distinguible encima del IHS del procesador, vienen con dos tipos de aplicadores: paleta extensora y boquilla aplicadora. Yo soy más de espátula, pero con maña el aplicador es sin duda más rápido y productivo.

Dentro de la gama de pastas térmicas Polartherm tenemos esta X-10 y la X-8. La segunda está pensada para elementos a disipar con consumos de alrededor de los 70W, la Polartherm X-10 está pensada para cubrir las necesidades de los procesadores de más consumo en el mercado doméstico, esto incluye los mejores procesadores Ryzen de AMD, como los Ryzen 9, y los Intel Core o Core Ultra 7 y 9. Sin limitaciones de consumo.

Instalación y experiencia

Aunque en pastas térmicas densas, como esta, pensada para no burbujear en los extremos de la superficie de contacto con el paso del tiempo, lo cierto es que la aplicación cuidadosa de la pasta no es tan necesaria como parece.

Unos puntos clave: extender la pasta térmica de la forma adecuada, sin dejarnos la vida en ello, y la presión y el calor harán el trabajo restante cubriendo cualquier punto de contacto y creando un vacío perfecto. Al menos eso es lo que esperamos de las pastas térmicas de calidad, y en este caso ocurre perfectamente. Un pequeño “calentón” inicial del procesador, unos minutos de carga completa, dejamos reposar y el resultado es una película perfectamente extendida cubriendo toda la superficie del procesador.

Es verdad que no es la mejor pasta térmica de nuestra comparativa, pero da la batalla y podemos encontrarla en cantidades que nos durarán bastante tiempo por precios cercanos a los 12-13 euros. Es una pasta de calidad, con un fabricante detrás de gran experiencia en aplicaciones de alto rendimiento, y en nuestras pruebas funciona a la perfección.

Comparativa de rendimiento

Tengo la suerte de haber probado algunas de las mejores pastas térmicas del mercado, y alguna que me queda por ahí por hacer análisis en las próximas semanas, así que nuestra tabla de resultados empieza a estar bastante poblada.

Para que veáis que no estamos siendo para nada condescendientes con esta pasta térmica, la hemos sometido al mismo procesador con el que hemos probado algunas pastas notablemente más caras y también más elaboradas y preparadas para un procesador que es sinónimo de grandes resultados en juegos.

Hemos usado el deseado AMD Ryzen 9 9950X3D (200W en carga), este y toda su competencia. Nuestro proceso de pruebas incluye lapsos de carga y reposo en ciclos de 15 minutos en cada estado. Entre las pastas térmicas que hemos probado, la MX-6 de Arctic, una de las pastas térmicas más vendidas del mercado, la Cryofuze Violet de Cooler Master y también la DC-2 de be quiet!, la Noctua NT-H2 y otra gran pasta térmica creada por este fabricante, la Thermal Grizzly Duronaut.

Análisis y conclusión

Es una pasta térmica de calidad, que además está pensada para durar más que ganar a sus grandes competidoras en unas pruebas de rendimiento y que podemos encontrar por precios de unos 12 euros, por seis gramos de producto, que son fácilmente 10-12 aplicaciones. Suficiente para años para nuestros ordenadores y gráficas personales.

Está claro que no es la pasta térmica blanca, en términos de precio, pero tampoco es de la misma calidad y tampoco es tan cara como otras alternativas que nos ofrecen a la larga poca diferencia de rendimiento y que normalmente tendremos que cuidar mejor porque buena parte de sus mejoras de prestaciones vienen de la mano de una viscosidad menor y que tendremos que ir manteniendo más a menudo.

A mí esta pasta térmica me parece un buen producto, con una calidad comprobada y una presentación que incluye muy buenos accesorios. Sin duda, muy recomendable.

Fin del Artículo. ¡Cuéntanos algo en los Comentarios!