Samsung optará por el Snapdragon 8 Elite Gen.2 en toda la gama Galaxy S26 ante los retrasos del Exynos 2600 en 2 nm

Parece que Samsung ya tiene clara su decisión para la próxima generación de su gama alta. Según información reciente, todos los modelos Galaxy S26 montarían el Snapdragon 8 Elite Gen.2 como procesador principal. Una jugada que, en principio, suena bien para los fans del rendimiento, pero que también deja entrever que las cosas no han salido del todo como la compañía esperaba.

Snapdragon toma la delantera

Durante los últimos meses, había rumores sobre la posibilidad de que Samsung recuperara sus procesadores Exynos para el Galaxy S26, esta vez con el nuevo Exynos 2600 fabricado en un proceso de 2 nanómetros. El plan sonaba ambicioso, y suponía una oportunidad para darle protagonismo a su división de chips, Samsung Foundry, que lleva años buscando el golpe sobre la mesa que no termina de llegar.

Sin embargo, parece que la idea ha quedado congelada. El motivo principal sería que la producción en 2 nm todavía no está lista para soportar la fabricación masiva que requiere una familia como los Galaxy S26. El rendimiento actual ronda apenas el 50 %, bastante lejos del 70 % que se considera el mínimo aceptable para lanzar una tirada estable de procesadores.

Una historia que suena familiar

La situación recuerda mucho a lo que ya pasó este mismo año con la serie Galaxy S25. En ese caso, Samsung también tenía la intención de estrenar el Exynos 2500 de 3 nm, pero se topó con los mismos problemas: la línea de producción no llegaba a tiempo. Finalmente, ese procesador debutó con el Galaxy Z Flip7, pero quedó fuera de los modelos estrella.

Ahora parece que estamos ante un déjà vu. La lógica apunta a que Samsung podría repetir la jugada con el Exynos 2600, dejándolo reservado para el futuro Galaxy Z Flip8, y dejando que el Snapdragon 8 Elite Gen.2 lidere los futuros S26. Una decisión que, aunque no era el plan inicial, tiene bastante sentido.

Snapdragon 8 Elite Gen.2: potencia sin sorpresas

El chip de Qualcomm no solo ofrece un rendimiento excelente, sino que, según las últimas informaciones, no sufrirá un aumento de precio tan agresivo como se temía. Eso le da a Samsung margen para mantener el equilibrio entre potencia y costes, especialmente en una gama donde cada detalle cuenta.

Para muchos usuarios, esto será una buena noticia. Snapdragon es sinónimo de estabilidad, buen rendimiento gráfico y eficiencia energética, y si repite por segundo año consecutivo en toda la gama S, puede que más de uno lo celebre.

¿Qué pasa con Exynos?

No es que Samsung haya tirado la toalla con sus propios chips, ni mucho menos. De hecho, la compañía sigue apostando fuerte por Exynos. Pero la realidad es tozuda: si no hay producción fiable, no hay lanzamiento. Aun así, si la tasa de rendimiento mejora en los próximos meses, aún existe una pequeña posibilidad de que algunos modelos (quizás los S26 FE o alguna edición específica) estrenen el Exynos 2600. Aunque a estas alturas, parece complicado.

Y es una pena, porque hay muchas expectativas puestas en que Exynos alcance algún día la solidez que ha conseguido Apple con sus chips Silicon. El camino no es fácil, pero Samsung no ha dejado de intentarlo. La base está ahí. Falta tiempo, y sobre todo, que la parte industrial esté a la altura de la ambición.

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