Apple actualiza el Vision Pro con el chip M5 y una nueva correa Dual-Knit: más potencia, comodidad y autonomía para su visor de realidad mixta

Apple acaba de anunciar una actualización clave para su sistema de realidad mixta: el Vision Pro con chip M5 y nueva correa Dual-Knit. No es solo un parche generacional; es un paso hacia una versión más madura del dispositivo: más fluido, con mejor autonomía y con comodidad renovada en su portabilidad física. La apuesta no se limita a lo visual o lo técnico, sino a que la experiencia inmersiva deje de sentirse como una promesa futurista y se acerque al uso diario.

Más velocidad, menos latencia: el salto del M5

El núcleo del anuncio yace en el cambio de chip. Al incorporar el M5, Apple mueve varias funciones críticas de la realidad mixta al dispositivo mismo. Eso significa que tareas como reconocimiento de manos, comprensión del entorno, renderizado ambiental y mezcla del mundo virtual con el real ya corren en local. Sin depender del streaming, el Vision Pro responde inmediato, con menor retraso perceptible y una fluidez superior.

Ese salto le permite proyectar mundos más realistas, con menores cortes visuales, luces que reaccionan en tiempo real y transiciones más suaves entre lo digital y lo físico. No es solo una cuestión de “más cuadros por segundo”: es reducir las barreras que hacen que la experiencia se sienta artificial.

Autonomía y eficiencia: ya no es solo para uso estacionario

Hasta ahora, uno de los límites prácticos del Vision Pro era la duración de la batería. Involucrar tantas funciones simultáneas (pantalla de alta resolución, seguimiento del entorno, procesamiento pesado) es un desafío para la energía. Con el M5, Apple mejora el equilibrio entre potencia y consumo: el nuevo Vision Pro permite sesiones más largas lejos de la fuente de energía, manteniendo el control térmico.

Ese margen extra no transforma el dispositivo en un equipo completamente inalámbrico (al menos no aún), pero sí hace viable que puedas moverte entre espacios, mantener una experiencia inmersiva y luego volver a una base de carga estándar sin sentir que has abusado del sistema. Eso amplía mucho su aplicabilidad más allá de la oficina o el salón.

Comodidad mejorada: la Dual-Knit Band marca diferencia

Apple también revisa lo externo con una nueva correa Dual-Knit Band, diseñada para mejorar la sensación en la cabeza durante uso prolongado. El tema del peso, distribución y ventilación es crítico en dispositivos “sobre la cabeza”. Esta correa busca suavizar la presión, adaptarse mejor a distintas formas y generar una sensación más liviana durante sesiones extendidas.

Ese ajuste puede parecer menor frente al chip, pero cuando estás inmerso en un mundo virtual por horas, cada gramo cuenta. Y una fijación más cómoda reduce distracciones: mejor para sesiones creativas y uso prolongado.

Ecosistema inmersivo: contenido, apps y utilidad real

Con M5 también se espera una evolución del software. Realidad extendida, proyecciones envueltas, capas digitales que se integren al espacio real sin parpadeos: los desarrolladores podrán explotar funciones más complejas sin sacrificar fluidez. El Vision Pro podría recibir herramientas para colaboración remota más natural, interfaces flotantes más densas y apps de productividad reimaginadas para un entorno 3D permanente.

Ese horizonte no es futurista cuando la potencia ya está dentro del aparato. Al reducir la dependencia de servidores externos para procesos intensivos, la experiencia se siente más directa. Y eso hace que el dispositivo deje de parecer una novedad y pase a operar como plataforma.

Este nuevo Vision Pro con M5 no es una pieza de lujo para entusiastas: tiene un potencial claro en sectores. En educación, permite simulaciones más realistas, laboratorios virtuales o contenido interactivo con tiempos de respuesta menores. En medicina o diseño, las visualizaciones pueden tener más detalle. En juegos inmersivos, reacciona mejor a tus movimientos y proyecta objetos con mayor coherencia.

En edición de vídeo y producción visual, poder visualizar una escena en 3D generada localmente con efectos y capas en tiempo real puede afectar la forma de trabajar. Y para tareas de colaboración remota, proyectar contenido en tu entorno sin latencia hace que la interacción sea más natural.

Lo que no cambia (y lo que permanece)

La pantalla sigue siendo el componente central: una matriz de píxeles de alta densidad para cada ojo, con amplios ángulos de visión y brillo suficiente para competir con luz ambiental. La calidad visual sigue siendo fundamental. Apple no sacrifica calidad por funcionalidad.

El diseño también conserva elementos esenciales: visera para bloquear luz externa, sensores dispersos para seguimiento y una estructura que equilibra peso y comodidad. El M5 y la correa solo mejoran lo que ya funcionaba, no lo deshacen.

Esta actualización del Vision Pro no se trata de “lo próximo que puedes imaginar”; se trata de “lo siguiente que empieza a funcionar sin que te des cuenta”. Con el chip M5 y la correa Dual-Knit, Apple no solo mejora su dispositivo de realidad mixta: lo hace más usable, más libre, más natural. Lo que era una experi­mentación con cables y limitaciones ahora se acerca al ideal de inmersión portátil. Y es ahí donde marca la diferencia: no por lo que anuncia, sino por lo que empieza a permitir.

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