Filtrados los Intel Core Ultra X7 358H y X5 338H con GPU Xe3 integrada: primeros test de Panther Lake revelan un salto en eficiencia y gráficos

Las filtraciones de las últimas horas apuntan a dos procesadores que, si se confirman tal y como han aparecido en pruebas tempranas, marcan bastante bien hacia dónde va Intel en 2025: no solo más músculo de CPU, sino sobre todo una gráfica integrada mucho más seria.

Los nombres que están sonando son Core Ultra X7 358H y Core Ultra X5 338H, ambos supuestamente basados en la arquitectura que internamente se asocia con Panther Lake. Son muestras de ingeniería, no productos finales, pero dan pistas claras de lo que podría llegar en los próximos meses.

Nuevos núcleos, nueva estrategia

Lo primero que llama la atención es la forma en la que Intel estaría organizando los núcleos. El X7 358H, el que apunta a gama alta, mezclaría núcleos de tres tipos distintos: los de rendimiento (P-cores), los de eficiencia (E-cores) y un tercer grupo de ultra eficiencia (LP-E cores) pensados para tareas en segundo plano o procesos de baja demanda.

Ese híbrido triple ya se venía insinuando en generaciones anteriores, pero ahora parece más agresivo. En el X7 hablaríamos de 4 P-cores y 8 E-cores, además de ese bloque adicional de ultra eficiencia; en el X5 la configuración sería algo más modesta, pero con la misma estructura.

La GPU integrada, la verdadera protagonista

El otro gran cambio está en la parte gráfica. Tanto el X7 358H como el X5 338H aparecen asociados a una GPU integrada basada en la arquitectura Xe3, una evolución directa de las actuales GPU Arc que Intel ya usa en sus modelos discretos.

En el caso del X7 se habla de 12 núcleos gráficos Xe3, mientras que el X5 se quedaría en 10 núcleos. Y aunque sobre el papel puede parecer un detalle técnico más, lo cierto es que esta cifra podría marcar una diferencia importante: las pruebas filtradas apuntan a un rendimiento similar al de una NVIDIA RTX 3050M, lo que situaría estas iGPU en un nivel nunca visto hasta ahora en un portátil sin gráfica dedicada.

Si ese salto se confirma, Intel estaría ofreciendo por fin una opción real para jugar o editar sin depender de una GPU externa. Portátiles más ligeros, menos ruidosos y con una autonomía más larga, pero capaces de ejecutar títulos actuales con solvencia.

Los primeros números: prometedor, pero con matices

Las cifras de Cinebench R23 sirven como referencia, aunque siempre hay que tomarlas con pinzas cuando se trata de hardware filtrado. El Core Ultra X7 358H habría obtenido alrededor de 20.000 puntos en modo multinúcleo con un límite de potencia de 65 W. Su antecesor, el Ultra 7 255H, ronda los 21.800 puntos, lo que indica que, al menos en este estado inicial, el nuevo chip no supera aún al anterior.

El Core Ultra X5 338H, por su parte, rondaría los 16.000 puntos, también algo por debajo del Ultra 5 225H, que se mueve en torno a los 18.000. No son cifras espectaculares, pero es muy probable que se trate de versiones preliminares sin el firmware ni las frecuencias definitivas.

Más interesante es la parte gráfica: las pruebas OpenCL filtradas muestran más de 52.000 puntos, lo que situaría la GPU integrada Xe3 por encima de muchas soluciones dedicadas de bajo consumo. Ahí es donde parece estar el verdadero avance de Panther Lake.

La marca “Core Ultra X”: un cambio de rumbo

El uso del nombre “Core Ultra X” no parece una casualidad. Intel está reorganizando su catálogo para hacerlo más comprensible y, a la vez, destacar sus productos estrella. Esa “X” podría convertirse en la etiqueta de los modelos con el paquete completo: CPU de tres niveles de núcleos, GPU Xe3 con todos los núcleos activos y soporte total para las nuevas tecnologías de aceleración de IA.

También sería una manera de competir de tú a tú con AMD, que lleva ventaja en gráficas integradas, y de posicionar a Intel frente a la creciente gama de portátiles con GPU dedicadas de bajo consumo.

Las filtraciones no hablan de una revolución en rendimiento bruto, sino de una optimización general del conjunto. Panther Lake parece más centrada en afinar el consumo, mejorar la gestión térmica y ofrecer un salto gráfico real.

Hay que recordar que todo lo que se ha visto hasta ahora procede de muestras de ingeniería, por lo que el rendimiento final puede variar. Los ajustes de BIOS, las frecuencias y los límites de potencia definitivos pueden cambiar mucho el resultado. También influirá el diseño de cada fabricante: un chasis fino de 14 pulgadas no va a comportarse igual que un modelo de 16 pulgadas con refrigeración más generosa.

Si las GPU Xe3 integradas rinden como prometen, la línea que separa a los portátiles sin gráfica dedicada de los “gaming” tradicionales podría empezar a difuminarse.

De confirmarse los datos, los Core Ultra X7 358H y X5 338H serán los protagonistas del siguiente paso de Intel en portátiles de alto rendimiento. No buscan romper récords de CPU, sino equilibrar potencia, eficiencia y capacidad gráfica en un solo chip.

El resultado podría redefinir lo que esperamos de un portátil de gama alta: menos dependiente del hardware externo, más eficiente y capaz de ofrecer una experiencia completa en un formato más delgado. Por ahora, todo son filtraciones y números provisionales, pero el mensaje parece claro: Intel está apostando por la integración total, y la generación Panther Lake podría ser el primer paso firme en ese nuevo camino.

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