Introducción y Especificaciones Técnicas del AORUS FO32U
Tenemos con nosotros uno de los nuevos monitores de AORUS, la marca gaming de Gigabyte, que adopta los últimos paneles QD-OLED. En esta review del AORUS FO32U nos encontraremos con una pantalla de 31,5 pulgadas con resolución 4K de 3840 x 2160 píxeles, junto a una frecuencia de actualización de 165 Hz orientada a su uso en juegos.
También soporta DisplayHDR 400 True Black y AMD FreeSync Premium Pro.
Conectividad HDMI 2.1, DisplayPort 1.4 y USB-C, además de un HUB USB-A y puertos de audio, terminan por completar las características de este AORUS FO32U.

Características Técnicas del AORUS FO32U
- Panel OLED de 31,5" anti-reflejos.
- Resolución 4K UHD de 3.840 x 2.160 en formato 16:9.
- 165 Hz de frecuencia de actualización.
- VESA DisplayHDR True Black 400.
- 0,03ms de tiempo de respuesta GtG.
- Brillo máximo:
- 250 cd/m² ( SDR APL 100%)
- 1000 nits ( HDR APL 3%).
- 2 x altavoces de 5W.
- Conectividad:
- 1 x USB-C DP Alt Mode con Power Delivery de hasta 18W.
- 2 x HDMI 2.1.
- 1 x DisplayPort 1.4.
- 2 x USB-A 3.2.
- 1 x USB-B 3.2 (upstream).
- 1 x salida minijack de 3,5mm para auriculares.
- 1 x entrada minijack de 3,5mm para micrófono.
- Funciones especiales: Black Equalizer 2.0, OSD Sidekick, PiP/PbP, KVM, Crosshair, etc.
- Medidas: 718,3 x 158,6 x 613,6 mm.
- Peso: 8,53 kg.
- Precio: 1.050 euros.
Diseño y Conectividad
Como es habitual en la mayoría de monitores modernos de cierto nivel, este AORUS FO32U tiene un sistema de montaje muy sencillo basado en tres piezas: El propio monitor, la base y la columna. La columna se fija a la base mediante un único tornillo con un asa para poder hacerlo a mano, mientras que la columna se fija al monitor mediante un sistema de pestañas y dos palancas que lo unen con un simple click.
Es muy fácil montarlo y desmontarlo por si queremos cambiar de soporte a uno VESA o moverlo de sitio.

La parte trasera está formada por un módulo fino donde va el panel, y un módulo más grueso donde se encuentra el hardware del monitor y los puertos de conexión.
Esta parte trasera tiene un acabado liso, salvo por la zona de líneas verticales del módulo principal, seguido de unas líneas diagonales y unas salidas de aire que recuerdan a las toberas de un caza invisible, un diseño recurrente en el mundillo de dispositivos gaming.

El logo de AORUS tiene un acabado iridiscente que cambia de color con la luz.

Justo debajo, tenemos un pequeño joystick y dos botones para gestionar el funcionamiento del monitor sin necesidad de ningún software. No obstante, el AORUS FO32U es compatible con el Gigabyte Control Center tal y como veremos en la próxima sección.

El sistema de la peana permite múltiples ajustes, desde giro en la vertical, inclinación hacia delante y hacia atrás, modificación de la altura e incluso giro del propio panel hasta 90º. Eso sí, al tener un tamaño considerable, para poder rotar 90º hay que combinar el movimiento con la inclinación del panel hacia atrás para poder colocarlo en vertical.

El monitor tiene unos marcos bastante finos, el inferior es de plástico, mientras que el resto están integrados bajo el cristal que recubre la pantalla. Este cristal tiene un toque "glossy", aunque bastante moderado para mitigar los reflejos.


Pasamos ahora a la conectividad, donde nos encontramos un HUB de "USB 3.2" que realmente son los vetustos USB 3.0 de 5 Gbps. Le acompaña un conector de corriente que va a un adaptador dedicado, y dos conectores minijack para entrada de micrófono y salida de audio.
A su lado podemos ver un pequeño USB-C que sirve para vídeo y también para carga de 18 W, una cantidad muy limitada que no nos permitirá cargar un portátil.
Comentar que, si bien el monitor incluye un cable HDMI y otro DisplayPort, cables estándar bastante sencillos de encontrar, no incluye un USB-C, un cable algo más complejo de tener por casa, ya que se requiere de cables especiales compatibles con vídeo.
Hoy en día, cualquier monitor con este tipo de conectividad., y más si hablamos de uno que supera los 1.000 euros, debería traer un cable USB-C incluido.

Junto a él, encontraremos dos HDMI 2.1 y un DisplayPort 1.4 para poder sacar todo el provecho a la resolución 4K, a 165 Hz y con HDR.

Interfaz OSD y control Software
Gigabyte ofrece su software "Gigabyte Control Center" para poder gestionar el monitor desde Windows, ofrece todas las opciones que tenemos en el OSD de manera directa y sin tener que andar tocando el monitor. El software es válido para otros dispositivos de la compañía, que se nos mostrarán en la sección principal.
La interfaz es muy sencilla y clara, aunque tarda al principio bastante en reconocer el monitor. Lo reconoce, eso sí, sin necesidad de conectar ningún USB, ya que a través de HDMI o DisplayPort es posible transferir los datos necesarios.



En caso de no querer usar el software, tenemos las mismas opciones a través del OSD que se gestiona desde el pequeño joystick. Los menús son muy sencillos y fáciles de navegar.





Pruebas de panel y calibración del AORUS FO32U
La resolución 4K tiene su sentido en diagonales de pantalla grandes, y este panel de 31,5 pulgadas cumple con creces esa definición. Cuando nos movemos en estos tamaños es cuando se puede apreciar mejor el extra de nitidez que ofrece un mayor número de píxeles y es, precisamente, donde vale la pena disponer de un equipo potente que pueda mover juegos de manera nativa.
Por lo general, los paneles OLED suelen tener una capa de recubrimiento "glossy" que produce bastantes brillos y puede ser molesto en entornos muy iluminados. En este caso, el AORUS FO32U tiene una capa especial que, aun teniendo un acabado brillante, refleja mucho menos la luz que paneles convencionales.
La experiencia de uso es muy buena, no tenemos ghosting, hay multitud de funciones gaming para conseguir algo de ventaja, como el sistema para "aclarar" las zonas más oscuras, mientras que la propia tecnología OLED permite disfrutar de unos contrastes impresionantes y de una buena experiencia HDR; aunque un nivel de brillo más alto hubiera sido ideal.
Brillo y contraste
El brillo del Aorus FO32U nos ha decepcionado. En modo SDR la compañía promete brillos de 250 nits, sin embargo, la medición máxima que hemos conseguido ha sido de 189,1 nits con el brillo al máximo, ya sea con el 100% de la pantalla encendida o con solo un 4%.

En HDR pasa algo parecido, nuestra prueba estándar para medir el brillo HDR consiste en un recuadro que toma el 9% de los píxeles y los enciende con un valor teórico de 2.000 nits. En esta prueba, el monitor ha mostrado un escaso 292 nits. Incluso en pruebas del 4% y 1% APL el brillo se ha mantenido en valores que rondan esos 280-290 %. Los 1.000 nits que promete en 3% APL posiblemente tengan una duración muy corta como para que podamos medirla.
El color negro sí que cumple con lo esperado en un panel OLED, con los píxeles apagados completamente.
- Brillo Máximo SDR: 189,1 cd/m².
- Brillo Máximo HDR pico (9% APL) : 292/m².
- Brillo Máximo negro: 0 cd/m².
- Contraste: "infinito".

Ghosting
No hay ni rastro de ghosting. Un panel QD-OLED con ese tiempo de respuesta tan reducido hace que este problema sea cosa del pasado

Cobertura de Color
Tenemos una buena cobertura de color, aunque se queda lejos del 99% prometido de DCI-P3. Hemos realizado las mediciones en el modo personalizado con la opción de mostrar todos los colores posibles, ya que hay opciones para limitar más el conjunto de colores mostrados y ajustarlos, por ejemplo, a la gama sRGB.
| Espacio de Color | Cobertura de gama | Volumen de Gama |
|---|---|---|
| sRGB | 100% | 184% |
|
Adobe-RGB |
96% | 126.8% |
| DCI-P3 |
91.1% |
130.4% |

Pruebas de color y calibración
La calibración de fábrica de este modelo en modo sRGB se queda en un punto medio, aunque hay que destacar los buenos resultados que tiene en la escala de grises, con un excelente equilibrio de color RGB y un blanco casi perfecto. Le penalizan unos colores algo más suaves de lo deseado en el modo sRGB, y lo contrario en el modo por defecto.
Esto se soluciona de manera sencilla con una calibración rápida.


Pruebas de color vs SRGB de fábrica, modo sRGB sin calibración



Pruebas de color vs SRGB de fábrica, modo por defecto sin calibración



Pruebas de color vs SRGB tras calibración del modo por defecto



Análisis y Conclusión
Siempre decimos que la resolución 4K tiene mucho más sentido en paneles grandes, y las 31,5 pulgadas del AORUS FO32 son un ejemplo perfecto. Con este tamaño, los 1440p se habrían quedado algo cortos, y ni hablar del FullHD.
El brillo es un poco escaso, los paneles OLED suelen quedarse atrás en brillo máximo si se compara con tecnologías como el miniLED, pero lo cierto es que este monitor nos ha decepcionado un poco con un brillo manual SDR de menos de 190 nits, y un brillo HDR que no hemos visto superar los 300 nits. En un monitor con un contraste como el que ofrece un OLED no es algo tan grave, pero sí que se pierde bastante espectacularidad en contenidos HDR.
El panel tiene un excelente tiempo de respuesta, sin ningún tipo de ghosting, y va aderezado con conectividad de todo tipo. Eso sí, no incluyen cable USB-C.

Va acompañado de una frecuencia de actualización de 165 Hz que ofrece ese extra de fluidez, no solo en juegos, sino en cualquier tarea que tengamos que hacer con el PC. No es la frecuencia más rápida que hemos visto en un monitor, pero sí que ofrece un buen equilibrio con la resolución y el tamaño, el problema es que tiene un precio que ronda los 1.050 euros y hay en el mercado bastante modelos con paneles similares que alcanzan los 240 Hz por cantidades similares o incluso inferiores.
De hecho, la propia Gigabyte tiene el AORUS FO32U2 más barato (959 euros en Amazon a fecha de publicación, contra los 1050 euros a los que está este modelo) con 240 Hz, por lo que este modelo queda en inferioridad de condiciones y no tiene sentido comprarlo a día de hoy, y mucho menos con su precio.
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