AMD confirma que las gráficas RDNA1 y RDNA2 seguirán recibiendo optimizaciones de juego, aunque el soporte dependerá de la demanda del mercado
por Manuel NaranjoEn los últimos meses había empezado a circular una idea incómoda entre los usuarios de tarjetas gráficas AMD de generaciones pasadas: “me he quedado atrás”. La sensación era clara, sobre todo entre quienes montaron una GPU basada en RDNA1 o RDNA2 y veían cómo toda la comunicación de la marca giraba ya alrededor de RDNA3 y lo que viene después. Ahora AMD ha salido a matizar el mensaje. Y lo que dice, básicamente, es: calma.
La compañía asegura que las arquitecturas RDNA1 y RDNA2 seguirán recibiendo optimizaciones de juego, siempre que haya demanda real en el mercado. No suena a promesa vacía, suena a control del daño. Y es importante, porque esto va más allá de un driver puntual: va de si tu compra de hace un par de años sigue siendo válida o ya te han empujado, sin decirlo en voz alta, a cambiar de gráfica.
Qué significa “seguirán recibiendo optimizaciones”
Aquí está la clave. AMD no está diciendo “vais a tener todas las funciones nuevas de las tarjetas actuales”, porque eso sería mentira y lo sabemos todos. Lo que está diciendo es otra cosa: que cuando un juego importante lo necesite, las GPUs RDNA1 y RDNA2 seguirán entrando en la lista de hardware que se ajusta, se pule y se corrige.
Traducido al día a día: si sale un título grande que va regular en esas gráficas, habrá esfuerzo para arreglarlo. Puede ser un perfil específico en los drivers, una mejora de estabilidad, ajustes de eficiencia energética o alguna corrección de rendimiento bajo ciertas configuraciones.
Esto, dicho así, parece normal. Pero no lo es tanto. En la industria del PC es habitual que, en cuanto llega una nueva generación, la anterior pase a un “modo mantenimiento” que en realidad significa “ya no es prioridad”.
El matiz que mete AMD es “según necesidades del mercado”. Es decir: si todavía hay una base de usuarios grande con RDNA1/2, esas GPUs no se van a quedar fuera de las optimizaciones de lanzamiento.
Por qué este mensaje importa ahora
Importa porque el contexto es feo: las tarjetas gráficas nuevas están caras, el salto de potencia generación a generación ya no es tan escandaloso como hace unos años, y mucha gente está aguantando hardware anterior más tiempo.
En ese escenario, que una marca dé a entender que “si no estás en lo último, estás fuera”, genera rechazo inmediato.
También importa en otra capa: la del valor de reventa. Una gráfica que tiene soporte activo mantiene su precio en el mercado de segunda mano mucho mejor que una gráfica que oficialmente “ya no está en la foto”. Si AMD comunica que RDNA1 y RDNA2 siguen vivas a nivel de optimización, está protegiendo también esa segunda economía.
Y hay otra lectura menos romántica: AMD necesita que esa base de usuarios se quede dentro del ecosistema AMD cuando renueve. Abandonarles demasiado pronto tiene un coste de marca.

Qué no está diciendo AMD (y conviene tener claro)
Todo esto suena bien, pero hay que leerlo con los pies en el suelo. Que haya optimizaciones no significa que vayas a recibir todas las tecnologías que AMD construya para las GPUs más nuevas. Habrá recortes. Habrá funciones exclusivas de las gamas actuales que no bajarán. Eso es esperable.
Tampoco significa que el ritmo de mejora vaya a ser el mismo que el de RDNA3 o lo que llegue después. La prioridad siempre será el producto que están vendiendo ahora, no el que vendieron hace tres años.
Lo que sí significa es que no te quedas fuera de la conversación, que es lo que más preocupaba a la comunidad. Este matiz llega después de que circularan comentarios que apuntaban a que RDNA1 y RDNA2 iban a quedar prácticamente en modo “soporte mínimo”. La aclaración supone un paso atrás respecto a esa lectura más pesimista y deja a AMD en una posición más razonable de cara a su propia base instalada.
Esta aclaración ha sido recogida por Tom´s Hardware, que cita un mensaje de AMD y lo sitúa en ese contexto de “no vamos a cortar de golpe, pero vamos a priorizar en función de dónde esté el grueso del mercado”.
Lo que se puede sacar en claro si tienes una de esas gráficas
Si estás jugando con una GPU RDNA1 o RDNA2, este anuncio tiene dos efectos prácticos.
- El primero: no tienes que correr a actualizar sólo por miedo al abandono. No estamos en un escenario de “o pasas por caja o te quedas sin parches”.
- El segundo: hay que ajustar expectativas. Vas a seguir teniendo arreglos y perfiles para juegos nuevos relevantes, sí. Vas a seguir recibiendo ajustes de estabilidad, sí. Pero las grandes novedades gráficas van a ir orientadas a lo más reciente, como siempre.
En resumidas cuentas, AMD no ha prometido soporte infinito ni magia retroactiva, y hace bien en no vender humo. Lo que sí ha hecho es decirles a los usuarios de RDNA1 y RDNA2 algo que necesitaban oír: “seguís dentro”. Eso tiene valor técnico, valor económico y, sobre todo, valor psicológico en un momento en el que cada compra de hardware grande da vértigo. Y aunque la frase “según necesidades del mercado” suene calculada, también suena honesta: si todavía hay mucha gente con esa arquitectura, seguirá mereciendo la pena cuidarla.
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